—A veces puedo realmente estúpida. —Murmuro mientras salgo de la oficina de Luca. Cuando llegué esta mañana pensé en subir y agradecerle por el vino que envió anoche, eso antes de que Marcella me comentara que Luca me llevaría a Palos Verdes. Y, por no pensar con cabeza fría, acabo de hacer el ridículo para variar. «Es evidente que él solo está haciendo un favor a su hermana y cuñado, no es como si él estuviera interesado». —Ridícula —susurra mi conciencia. Atravieso el piso donde el equipo de Luca está trabajando, siento algunas miradas sobre mí, pero las ignoro y subo al elevador pinchando mi piso correspondiente. Una vez en mi piso me encuentro con Patricia que va camino a la sala de descanso. —¿Nos tomamos un café? —Inquiere. —Te acompaño por uno, debo organizar una reunión dentro