Me estacioné frente al Starbucks y vi que los autobuses todavía no habían llegado. Bajé con mi bolso en el antebrazo y sentí como el sol empezaba a calentar mi piel en menos de un segundo. ¿Cómo es que ayer el clima parecía un congelador y hoy un asador? Entré al Starbucks y enseguida sentí el clima impactar mi cuerpo. El lugar estaba casi lleno, había jóvenes en sus computadoras con libretas a lado (estudiando), señoras echando el chisme y personas en sus celulares. Fui a la caja esperando mi turno. -Buenas tardes ¿Qué se le ofrece?- preguntó la chica frente a la caja -Un mocha helado alto, por favor- ordené sacando mi cartera -¿Algo más?- preguntó después de anotar en la pantalla mi pedido -Solo eso- dije. Pagué mi rico frappé y luego fui a esperar mientras veía mi celular Me recarg