Era viernes, hoy no fui a la escuela por ser fin de mes, y mi papá y mi hermano mayor no estaban, ya que ellos fueron a trabajar. Mi mamá estaba cocinando y mi hermano menor viendo la tele. No tenía nada que hacer. Ya había hecho mis tareas y limpiado mi cuarto (muy ñoña y responsable de mi parte), se supone que hoy nos íbamos a juntar el squad para ir al cine, pero se canceló porque castigaron a Memo. Bajé las escaleras y escuché que la tele de la cocina estaba prendida en las noticias. Me senté en la barra y miré a mi mamá cocinar.
-Angélica ¿Desde cuándo estás aquí?- preguntó cuando se percató de mi presencia.
-Acabo de llegar ¿Qué haces?- pregunté, ya que la veía moverse de un lado a otro.
-Picadillo con frijoles y arroz- contestó sin detenerse -¿Qué me cuentas?- preguntó curiosa.
-No mucho, se supone que nos íbamos a juntar el squad hoy, pero castigaron a Memo- respondí encogiéndome en hombros.
-¿Algún chisme?- preguntó ella mirándome esperanzada.
-La maestra de física, el maestro de Inglés de tercero y la maestra de Cívica parece que se van a salir de la escuela el próximo año- comenté y ella sonrió con alegría.
-¡Genial! ¡Al fin esa bruja de física no va a estar! Como odio esa vieja- dijo feliz a lo que reí.
Digamos que la maestra y mi mamá fueron amigas de la preparatoria, pero la maestra quería quitarle el novio a mi mamá (mi papá), ya se imaginaran cuando se vieron por primera vez en la escuela. Desastre total.
-Lo sé, es una bruja del mal- dije concordando con ella.
-"Noticias de último momento: Se ha reportado que un grupo de personas han entrado a varias escuelas en busca de algo, nadie sabe quienes son, las autoridades están trabajando en encontrar a las personas responsables de estos actos. Por suerte no a pasado nada grave, pero ¿Quiénes serán estas personas? ¿Qué o quién están buscando? Se recomienda que tomen muchas precauciones al momento de llevar a sus hijos a la escu..- fue lo que se escuchó antes de que mi mamá apagara la tele algo tensa.
-¿Estás bien mamá?- pregunté mirándola con el ceño fruncido, ya que se le veía algo pálida.
-Si hija, solo me duele la cabeza- dijo dándome una pequeña sonrisa y en eso sonó el teléfono.
-Yo contesto- dije atendiendo la llamada.
*LLAMADA TELEFÓNICA*
A: ¿Bueno?- pregunté poniéndolo en alta voz.
?: Hola Buenas Días, habla el oficial Andrés Hill, ¿se encuentra la señora Wilson?- preguntó aquella persona y mi mamá tomó el teléfono quitando el altavoz.
-Sube a tu cuarto- me ordenó entendiendo la llamada mientras yo confusa le hice caso.
Entré a mi cuarto y me lancé a la cama, y sin siquiera darme cuenta caí dormida.
+++
Me desperté con mucha hambre, al mirar por la ventana vi que era de noche, o sea dormí toda la tarde. Bajé a comer algo, y en cuanto terminé escuché la conversación de mis padres en la sala con unos señores.
-¿Qué vamos a hacer Javier? No quiero perderla- dijo mi mamá con voz entrecortada.
-No lo haremos, amor. Todo estará bien. Los atraparan y esto se olvidará- dijo mi padre ¿De qué estarán hablando?
-¿Y si va a la escuela y la encuentra? ¿Si le hace algo?- preguntó mi mamá.
-Llamé a unas personas para que estén al pendiente de ella, nada le pasara, estarán vigilándola día y noche, con o sin nosotros- respondió y luego se quedaron en silencio mientras se escuchaban los sollozos de mi madre. -Nada le pasará a nuestra princesa- dijo mi papá.
Me subí rápidamente silenciosa, no sabía de lo que hablaban, pero se les escuchaba muy afectados. Aparte estoy segura que tiene algo que ver conmigo ¿será que me he metido en problemas? Entre a mi cuarto y tomé mi libreta donde escribo palabras de cómo me siento.
No sé cuánto estuve así, pero escuché que llamaron a mi puerta.
-Pasa- dije a aquella persona cerrando mi libreta. Por ella entró mi papá con una sonrisa.
-Angélica ¿Quieres ver una película?- preguntó sonriendo a lo que sonreí también.
-Oh si- dije feliz parándome de un salto -¿Cuál vemos?- pregunté saliendo de mi cuarto para caminar dos pasos y estar frente la estancia con la pantalla plana.
-Si decido quedarme- dijo mi mamá sentada al otro extremo.
-Perfecto- dije acostándome en la parte larga -¿Mis hermanos no vienen?- pregunté ya que solo estábamos nosotros tres.
-No, Javier llevó a Marcelo ver una película al cine porque perdió una apuesta- respondió mi papá mientras ponía la película a lo que asentí.
-Ven aquí hija mía- dijo mi mamá extendiendo sus brazos. Enseguida fui con ella y la abracé -Te amo, Angie- dijo besando mi cabeza.
-Yo también mamá- dije sonriendo sobre su pecho y así hicimos nuestra noche de película.
+++
-Despierta hija- escuché a mi papá entrando a mi cuarto -Vamos una cabaña- dijo mientras me tallaba los ojos somnolienta -Lo más seguro es que nos vamos a mojar, así que llévate un traje de baño, nos vamos dos noches, llévate cambio para el domingo y el uniforme de el lunes- indicó y salió sin dejarme preguntar.
Miré mi celular 5:24am. ¡¿Qué rayos les pasa?! ¡¿Acaso no saben que es Sábado?! Me levanté refunfuñando para cambiarme. Me puse unos shorts cortos negros, una camisa de tirantes vino, una camisa de cuadros amarrada a la cintura y unos tenis. Me puse un collar largo y unos lentes para al rato, me planché el cabello dejándolo hasta la cintura (si mi cabello era bastante largo, pero con los rizos no se veía). Ya que estaba lista saqué mi maleta chica para poner lo que me voy a llevar.
-¿Ya estás lista?- preguntó mi madre entrando a mi cuarto.
-Si mamá- dije bostezando cansada -¿Por qué tenía que ser tan temprano? ¿Y por qué no avisaron?- pregunté sentándome en la cama.
-Porque llegaremos allá a las ocho y lo planeamos ayer cuando estaban dormidos- dijo apoyándose en el marco de la puerta -Te recomiendo que lleves tu patineta, será un buen lugar para patinar- dijo sonriendo, ya que sabía que adoraba el skate -Llamaré a tu papá para que baje tu maleta- dijo saliendo del cuarto.
Me adentré al closet y saqué mi mochila especial para la patineta. La deje sobre la cama mientras buscaba mis cosas. Una vez las encontré fui feliz a guardarlas. La mochila era increíble, era color menta con detalles negros y tachuelas doradas, metí mis audífonos, guantes, toalla, una gorra, ligas, pasadores, alcohol, algodón, kleneex, etc. Esa mochila era mi vida, siempre la usaba para patinar, y podía ser mi salvación en cualquier ocasión. Una vez lista tomé mi patineta que tenía un diseño hecho por mí, era negra y decía "Yolo" con varias manchas de pintura al rededor. No dejo que alguien la toque, es mi tesoro y siempre lo será, ni siquiera mis papás la tocan, ya que saben lo importante que es para mi.
Bajé con la patineta en mi manos y la mochila cruzada por mi espalda.
-¿Ya nos vamos?- pregunté a mi mamá.
-Si, solo falta que baje tu hermano- dijo y como si la hubiera escuchado bajó con la maleta en manos.
-Bueno, ya vámonos- dijo mi padre bajando al sótano para la cochera, con nosotros siguiéndolo por detrás.
-¿Cuánto dura el viaje?- preguntó Marcelo en el asiento de a lado.
-Dos horas exactas- contestó papá manejando por las calles.
"Este será un largo viaje" pensé.
+++
-Hey Angie, ya llegamos- me despertó mi hermano mayor -Bájate si no te quieres quedar aquí- dijo bajándose por el otro lado.
Miré a mi alrededor y no había nadie, que lindos. El sol estaba a todo lo que da, así que antes de bajar saqué mi gorra y me puse mis lentes de sol, viendo la pequeña colonia de cabañas. Cerré la puerta y miré a mi alrededor buscando a alguien, pero no encontré a nadie, genial ¿dónde se metieron estos?
-¡Dejen eso ahí, no es un juguete!- escuché el grito de mi madre y luego las risas de mis hermanos lo que me dio a entender que estaban en la cabaña número tres.
-Hola- dijo una voz a lo lejos, me volteé a mi derecha y vi a un chico de mi edad o un poco más grande -Soy Mike- dijo sonriéndome.
-Angélica- dije sonriendo mientras lo veía frente a mi.
-¿De dónde vienes?- preguntó simpático.
-Vivo por aquí, pero a mis padres se les ocurrió venir aquí este fin de semana ayer por la noche- dije negando con la cabeza -¿Tú de dónde vienes?- pregunté interesada.
-De Florida, pero nos vendremos a vivir aquí- dijo sonriendo -¿Cuánto tiempo te quedas?- preguntó el rascando su cabeza.
-Me voy el lunes por la mañana para la escuela- contesté -Espero que no te vayas antes- dije dándole un empujón amistoso.
-No, me voy el mismo día que tú, solo que en la tarde- dijo sonriendo.
-¡Angélica!- escuché el grito de mi madre llamándome.
-Bueno Mike ya me voy, me están llamando- dije señalando la cabaña.
-Claro, a ver si vamos al parque de skate- dijo señalando mi patineta en mis manos.
-Claro que si- dije sonriente antes de irme.
++++
-¡Les ganaremos!- gritó Marcelo con la pistola de agua en sus manos.
-¡Eso no pasará!- dijo mi papá lanzando agua.
Les explicaré, cuando entre a la cabaña todos desayunamos como una familia civilizada (o sea guerra de comida y carcajadas que sonaban como focas retrasadas) y después se nos ocurrió ir al patio de la cabaña, pero llegaron mis hermanos con pistolas de agua e inició una guerra de agua, padres contra hijos.
-¡Aaahh!- grité al sentir como mi papá me cargó en su hombro -¡Me capturaron!- grité.
-¡Ataque JAD-12 !- gritó Javier, él y Marcelo empezaron a lanzar los globos de agua a nuestros padres sin parar.
-¡Nos rendimos!- dijo mi madre tirando su pistola de agua. Papá me bajó de su hombro y corrí con mis hermanos.
-Ustedes ganan esta- dijo mi padre con los ojos entrecerrados -Pero manténganse alerta- advirtió señalándonos.
-Siempre estamos alerta- dijo Marcelo con los ojos entrecerrados.
"Sí que será un largo fin de semana" pensé.