Me desperté sobresaltada, mi corazón latía a mil por hora, parecía que se fuera a salir de mi pecho. Miré a mi alrededor y me di cuenta que seguíamos en el helicóptero.
-¿Emma estás bien?- pregunta Luke preocupado.
-Si, estoy bien- dije calmando mi respiración.
-¿Segura?- preguntó y yo asentí. Miré mi ropa y vi que seguía en el uniforme lo que me incomodó bastante, odiaba estar como soldadito con el uniforme de la escuela.
-Ya falta poco para llegar- dijo Ian y me alegré.
-¿Cuánto tiempo me dormí?- pregunté tallando mis ojos.
-Una hora- dijo mirando su celular ¿Cómo aguantan estar tanto tiempo sentados en esto tan incómodo?
El resto del viaje me quedé en silencio, me sentía nerviosa de lo que estaba haciendo, no sabía con qué tipo de personas estaba, no sabía nada de ellos. Será mejor que escuche más y hable menos. Cuando tenga el suficiente conocimiento de cómo son me soltaré con ellos.
Vi que aterrizamos en un lugar de tierra, no me importó y me quedé en silencio.
-Vamos Emma- dijo Ian saliendo con su hermano.
No salí, me quedé ahí adentro, una vez que salieron abrí mi mochila y saqué el cambio que siempre tengo. Tenía una camisa gris de tirantes con rayas blancas que dejaba ver mi bra n***o, unos shorts rasgados, unos tenis, un collar y unos lentes. Me vestí a la velocidad de la luz para salir antes de que ellos vengan por mí. Por suerte mía lo logré y salí con mi ropa cómoda. Al bajar me acerqué en silencio a los chicos.
-¿Cuándo te cambiaste?- preguntó Adam mirándome de arriba a abajo.
-Hace un minuto- dije con la vista a gacha.
-Bueno, andando, tenemos mucho de qué hablar- continuó caminando por el camino de pavimento. Caminé detrás de Adam con Ian y Luke a mis lados. Llegamos a una enorme casa que apuesto que me perderé ahí. -Bienvenida a tu nuevo hogar- dijo con los brazos abiertos.
No dije nada, caminamos a la entrada y alguien abrió la puerta por nosotros.
-Chicos, estaremos hablando en mi oficina, no interrumpan por favor- dijo y ellos asintieron antes de subir las escaleras -Vamos Angélica- dijo caminando y yo caminé detrás de él.
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Estaba sentada en la silla llorando como si no hubiera un mañana. Me contó todo de mis "padres", todo lo que me decían era una farsa, sus "te quiero hija" era un "te odio niña". Adam tenía unas grabaciones que fueron grabadas con una pulsera que tenía cuando bebe. Ahí se escuchaba claramente la voz de "mis padres" hablar que solo me utilizaban para no ir a prisión, que solo era una vía de escape, una tonta opción. Me siento tan inservible al estar creyendo esas palabras de ellos. El amor que sentía hacia ellos fue sustituido por un odio enorme, yo tratando de ser buena hija y ellos tan hipócritas.
-Emma, cálmate- dijo Adam a mi lado.
-No me digas Emma por favor, no lo soporto, no estoy lista para escucharlo- dije tomando mi cabeza entre mis manos.
-No te presionaré Angélica, sabes que estoy contigo hija, nada nos separará nuevamente- dijo abrazándome y lo único que hice fue llorar en el pecho de mi verdadero padre.
-Fui una tonta- dije aferrándome a él -Caí en todas sus mentiras- dije llorando más mientras él me abrazaba.
-No fue tu culpa, desde niña las dijeron y creciste con la idea errónea- dijo tratando de tranquilizarme. Adam se separó de mí dándome mi espacio y eso era lo que necesitaba, espacio.
-Voy a salir- dije poniéndome de pie y saliendo de ahí rápidamente. Vi de reojo a unas personas, pero no me importó, salí de la casa sentándome en el suelo abrazando mis piernas, ocultando mi rostro mientras sollozos sin parar salían de mi.
Toda mi vida fue una mentira, ni siquiera soy así físicamente, Adam me enseñó unas fotos de mí cuando bebé y honestamente no me parezco nada a como estoy ahora. Ellos me cambiaron, me transformaron en alguien que no existe. No pertenezco a esa familia que siempre estuvo ahí para mí cuando más los necesitaba. Sabía que la verdad iba a doler, pero no sabía que tanto lo iba hacer y sinceramente se siente horrible. Hay un vacío en mi interior que parece que me han perforado y dejado abierto el agujero.
Me quedé horas llorando sola, y así es como me sentía, sola. Sin nadie quien me dé fuerza. Miré el cielo anaranjado por el atardecer. Sentí una cobija en mis hombros y luego que alguien se sentó a mi lado.
-No estás sola- dijo Adam a mi lado, no dije nada y me apoyé en su hombro -Todo esto es difícil, pero confío en que lo superarás, podrás contar toda esta historia sin que te afecte en lo más mínimo, y estaremos contigo para ayudarte a superar esto, tus hermanos y yo estaremos para sostenerte si crees que vas a caer, si te sientes débil o cansada, nosotros estaremos ahí, porque tú eres nuestra pequeña, nuestro tesoro, nuestra joya más valiosa y simplemente por el hecho de que seas parte de nuestra familia- dijo con ternura abrazándome por los hombros.
-Gracias- dije realmente agradecida -Gracias por estar aquí- murmuré sintiendo la última lágrima caer por mi rostro.
-Eres mi hija, siempre estaré para ti- dijo dándome un beso en la frente.
Nos quedamos un rato en la misma posición, me sentía cómoda con él, sé que es mi padre, pero no puedo llamarlo así, ya que no estoy segura. Después de varios minutos, decidimos entrar a la casa, ya que estaba refrescando y aparte era hora de cenar. Al entrar era puro silencio, lo que me gustó. Adam me guió al comedor donde ya estaría servido todo y al entrar vi a Ian, Luke y a otros dos más; sentados en la mesa riendo.
-Hola papá- saludaron todos sin mirarnos. Adam se aclaró la garganta captando la atención de los cuatro que se voltearon a vernos.
-¿Quién es ella?- preguntó un chico de la misma edad que los demás.
-¿Quién eres?- preguntó el otro chico mirándome con el ceño fruncido.
-¿Ella no es...- dejó al aire la pregunta mirándome incrédulo -¿Ella es Emma?- preguntó con un nudo en la garganta. Todos se callaron, sentía la mirada de aquellos dos chicos, pero me negaba a mirarles.
-Emma- dijeron poniéndose de pie y caminando hacia mi -¿Ella es Emma?- preguntó el primer chico mirando a Adam que asintió sonriendo. Ambos me miraron sin creerlo y luego me abrazaron fuertemente.
-Eres nuestra hermana- dijo chico dos abrazándome -Nuestra Emma- dijo nuevamente. Se separaron y yo les di una pequeña sonrisa algo falsa.
-Soy Zack- dijo el chico con cabello n***o y ojos verdes.
-Yo soy Ethan- dijo ¿el chico con cabello n***o y ojos verdes?
-¿Son gemelos?- pregunté mirándolos de uno al otro.
-Si- respondieron al unísono divertidos.
-¿Y cómo rayos los distinguen?- pregunté confusa, ellos rieron al igual que los demás.
-Con el tiempo lo harás, no te preocupes- dijo Ian sonriéndome y yo asentí intentando buscar una diferencia, pero no había nada.
-Supongo- dije encogiéndome en hombros y llenado al asiento entre Ian y Adam.
-Bueno Emma ¿Dónde estabas todo este tiempo?- preguntó creo que Zack.
-Llámenla Angélica- dijo Adam y ambos la miraron confusos, pero luego Adam me miró como alentandome a decir que era de mi.
-Viví con una familia donde me criaron todos estos años, me llamaron Angélica, viví todo el tiempo en Los Ángeles. No tenía idea de que ellos no son mi.....mi verdadera familia- dije esto último con un nudo en la garganta.
-¿Ellos te pusieron el nombre de Angélica?- preguntó uno de los dos.
-Nooo, como crees, se lo puso el perro- dijo sarcástico Luke, a lo que reí por su cara como si fuera retrasado.
-Ya está bien, solo era una pregunta- dijo elevando las manos en señal de paz.
-¿Qué te gusta hacer?- pregunta su gemelo.
-Pues no sé, me gustan varias cosas- dije encogiéndome en hombros.
-¿Qué clases has tomado?- preguntó Luke.
-Volley, patinaje artístico, basquet, futbol, tenis, natacion, paracaidismo, esgrima, un poco de boxeo (ya que me obligaron), gimnasia, snowboard, esquí, surf, skate, alpinismo, defensa personal, atletismo, tiro con arco, ciclismo, karate, hip hop, piano, guitarra, español, ruso, alemán, italiano, buceo, motocross, autocross, esquí acuático y un poco de planeador. Creo que es todo- dije pensativa. Los miré y me veían sorprendidos.
-¿Es todo? ¿Cómo tienes tanto tiempo de hacer todo eso?- pregunta sorprendido Ian mientras Adam me mira con una sonrisa.
-Entre semana tomaba las clases, después de la escuela me dejaban en la primera clase y después yo iba a las demás- expliqué sin importancia -Todos los días era algo diferente- dije encogiéndome en hombros.
-¿Y no te cansabas?- preguntó Adam.
-Al primer mes si, pero me dijeron que si me salía de una clase no iría a las demás, eran todas o ninguna- dijo honesta -Creo que no querían que estuviera en casa- dije riendo divertida a lo que ellos me imitaron.
-¿Y los sigues practicando o los dejaste?- preguntó Ethan.
-Los dejé- contesté.
-¿Por qué?- preguntó Ian.
-Hace un mes estaba en paracaidismo y cuando mi paracaídas tenía que salir no lo hizo, estaba fallando. Cuando quise sacar el de emergencia estaba enredado, iba en caída libre, hasta que mi paracaídas principal salió, pero la altura era muy poca, caí contra el suelo y quedé inconsciente por dos semanas- conté una de las razones por lo que los deje -Esa es una de miles de razones- dije negando con la cabeza.
-Auch- dijeron todos y yo asentí.
-Cuéntanos más- insistió Zack y sonreí.
-Bueno cuando practicaba snowboard tenía que ir a un lugar muy lejos, aparte solo en temporadas de frío. Estaba yendo para bajar por la colina entonces cuando llegué a la cima esperé un rato a que bajara el viento, pero no pasaba, ya estaba desesperada de esperar así que me lancé cuesta abajo. Todo iba bien hasta que escuché un gran estruendo y al voltearme vi toda la nieve caer, era una avalancha. No me había tocado algo así, tampoco me habían enseñado qué hacer en caso de que pasara algo así. Intentaba bajar más rápido, pero una piedra cayó frente mi haciendo que chocara con la patineta y perdiera el equilibrio, provocando que la nieve me cubriera por completo- narré recordando esa horrible sensación.
-¿Qué sentiste?- preguntó Luke.
-Fue horrible, sentía como la nieve me aplastaba y era difícil respirar, aparte me estaba muriendo de frío, fue una experiencia que jamás quisiera repetir- dije convencida de mis palabras.
-¿Y tus padres dónde estaban?- preguntó Zack, vi que se arrepintió pero no dijo nada.
-"Mis padres" estaban en la casa "esperando" a que llegara de entrenamiento- dije indiferente.
-¿Qué clase de tutor es ese?- pregunta Adam molesto -Se supone que se tiene que cuidar, no dejar que muera- dijo como si nadie supiera.
-Lo sé, pero no veía las cosas bien- dije tratando de ser fuerte.
-Bueno, me iré a mi habitación, los veo mañana- dijo Adam despidiéndose de todos -Adiós princesa, te quiero- dijo besando mi frente con amor. Nadie había hecho eso.
-Ahora les toca contarme de ustedes- dije recargándome en la silla, tratando de olvidar eso.
-¿Qué quieres saber?- preguntó Ethan.
-Todo- dije firme y ellos suspiraron pesadamente.
-Bueno somos cuatrillizos- dijo Ian y abrí los ojos como plato.
-¿Qué?- pregunté sorprendida.
-Somos cuatrillizos, Luke e Ian son mellizos y Ethan y yo somos gemelos- me aclaró Zack -Nacimos el mismo día casi la misma hora- dijo y yo asentí sorprendida.
-Bueno, nacimos el 22 de noviembre aquí en Los Ángeles, tenemos 17 años, a todos nos gusta el skate al igual que a ti, somos bastante unidos diría yo- dijo Luke.
-¿Cómo se enteraron de mi?- pregunté lo que me estaba matando. Obviamente tuvieron que decirles, ya que no recordarán cuando tenían 2 años.
-¿Qué quieres decir con eso?- se hizo el tonto Ian a lo que rodeé los ojos.
-Solo quiero saber esa pregunta, ¿Cómo se enteraron de mi existencia?- pregunté nuevamente.
-Bueno....cuando teníamos 10 años estábamos jugando por la casa, entonces Ethan descubrió un álbum rosa- empezó Zack.
-Todos sentíamos curiosidad por eso, no había nada color rosa y con decoración de niña en la casa, entonces decidimos verlo- continuó Luke.
-Cuando lo abrimos aparecía pura información de peso, tamaños y huellas, le continuamos viendo mientras en muchas fotos eras tú de bebé, tú con nosotros, en familia- dijo Ethan.
-Cuando vimos todo el álbum encontramos una foto con el nombre de Emma Jones Brown, o sea nuestra hermana- terminó Ian de contarme.
-Le preguntamos a papá acerca de el álbum y prometió que cuando cumpliéramos 12 años nos diría, y cuando fue nuestro cumpleaños nos dijo que cuando éramos niños, nuestra hermana fue secuestrada- dijo Zack.
-Y desde ese momento queríamos saber quién era nuestra hermana y después de tantos años, la encontramos- terminó Luke.
Tenía una mezcla de sentimientos en estos momentos, estoy triste y feliz. Sabía que quería llorar, pero no con ellos aquí.
-Ven aquí pequeña- dijo Ian atrayéndome a sus brazos dejando caer lágrimas silenciosas. Escuché que alguien salió del comedor, pero no me aparté de Ian -Está bien, todo está bien- dijo acariciando mi cabeza -Estamos contigo- dijo apretándome a él. Nuevamente escuché los pasos en el comedor.
-Angélica- me llamó Ethan. Me separé de Ian y lo miré -Aquí está- en sus manos tenía el álbum del que hablaron. Mordí mi labio mientras lágrimas caían por mis mejillas. Me lo tendió y lo tome dispuesta a ver lo que tenía.
Lo abrí y en la primera página tenía mis manitas, mi peso y tamaño. Más lágrimas caían con intensidad, pero silenciosas. Pasaba página tras página hasta que llegue a la de una señora y yo...¿ella es mi mamá?
-¿Ella es mi.....¿mi mamá?- pregunté con dificultad alzando la vista.Vi a los chicos asentir lentamente, lo que hizo que tapara mi boca para que no saliera un sollozo. Aquella mujer era hermosa, su cabello n***o carbón, sus ojos azules zafiro y piel morena, era una mujer perfecta y ella era mi mamá. Victoria Brown. Mi mamá.
Alejé el álbum de mí y apoyé mis codos sobre la mesa tapando mi rostro mientras lágrimas salían sin control. Alguien me abrazó por mi lado izquierdo.
-Te queremos mucho Emma- dijo Zack abrazándome. Sin resistirme me lancé a sus brazos escondiendo mi rostro en su cuello, mientras sollozos salían de mí sin poder evitarlo.
-Me perdí tantos años- dije sintiéndome demasiado triste. -Tantos recuerdos- dije abrazándolo con fuerza al igual que el a mi.
-Pero crearemos nuevos recuerdos- dijo Luke poniendo una mano en mi hombro.
-Todos juntos, como familia- dijo Ethan.
Me separé de Zack y miré a todos esta es mi familia, mi verdadera familia.