Ambos tenían la respiración acelerada cuando terminaron. El sudor cubriendo sus cuerpos y el deseo saciado, extendiéndose. Annice se sentía en una nube de felicidad, fruto de su reciente momento con Daimon. No quería que aquello acabase. También se preguntó por qué habían tardado hasta ese momento para tener sexo. Había sido simplemente fantástico. -Eso ha sido… -Perfecto -terminó él por ella. Una sonrisa se dibujó en sus labios mientras descansaba el rostro en su hombro. Daimon se alejó unos centímetros para mirarla, obligándola a alzar la vista. Sus ojos eran una bonita sombra verde mientras la observaba. De repente, se encontraba serio. -No vamos a arruinar esto. Ella entendió lo que quería decir. Después de esto, la idea de alejarse no era nada tentadora. Tragó y asintió. Dai