-5- Yoongi... no me siento bien

2769 Words
Al día siguiente Jimin no se sentía mejor, de echo ya no solo era cansancio que le invadía de cuerpo completo, y se percató de aquello al tomar asiento en su lugar. Mareos le invadieron y las náuseas de igual manera, aun así las ganas de vomitar no le ganaron. Volvió a dejar su cuerpo en reposo, recostandose con el fin de que simplemente su malestar desapareciera por su cuenta. Girando su cabeza hacia un costado, dio con un aún dormido chico de cabellos menta; Le sonrió, su amigo se encontraba con el cabello revuelto y la boca entreabierta mientras un hilo seco de saliva se visualizaba claramente. Jimin con pesadez arregló los cabellos menta aun sabiendo que estos volverían a desarreglarse a los minutos. —Yoongi... despierta, no me siento bien— susurró estando cerca, obteniendo solo movimientos leves del pelimenta, —Faltemos, quiero quedarme en casa... me siento mal, Yoongi—. En esta ocasión Yoongi abrió los párpados casi por arte de magia, encontrándose con Jimin mirándolo de manera decaída. Se siente asustado en los primeros segundos, pero luego una sonrisa dormida cruzó por sus labios, se trataba de un sueño ¿ciento?, pues, al dar con el reloj ubicado en la pared llego a esa conclusión. La hora que se mostraba se lo decía todo; Demasiado temprano como para estar despierto y de que no se tratara de un sueño. —Ven aquí enano— Llamo adormilado mientras se abría de brazos, una clara señal del que estaba dando el paso libre para que Jimin se acercará mucho más. El menor no lo dudo y se achico en el cuerpo contrario, los brazos de Min no se hicieron esperar y apresaron el cuerpo pequeño. Jimin nuevamente volvió a dormirse, Yoongi de igual manera.  Una hora transcurrió y nuevamente volvió a suceder; El menor no quería despertar y Yoongi se encontraba prácticamente luchando para ser soltado, dándose cuenta así que lo sucedido hace una hora no era ningún sueño. Soltó un suspiro en sonrisa dándose por vencido, lo dejo estar, dejó a Jimin seguir durmiendo en su pecho y mandó al diablo a la universidad, ¿qué podría pasar si faltaban un día?, nada, solo perderse de las explicaciones importantes para los próximos exámenes, como había dicho. Nada. —Enano, eres como una garrapata— Dijo Min mientras acariciaba los cabellos contrarios y observaba el rostro durmiente. Yoongi permaneció así otra hora más, hasta que por fin Jimin se dignó a despertar. —Yoongi...— Jimin hizo uso de tonos bajos. —Bueno días enano— —Buenos días.. ahhh— dio un fuerte bostezo —¿Qué hora es?— —Ya serán las ocho y cuarto— —Uh.. Supongo que hoy faltaremos, de todas formas no quería ir a la universidad, no me siento bien— Solo eso último bastaba para que Min histérico Yoongi hiciera aparición. Tomó asiento obligando a que Jimin lo hiciera también, llevó su mano a la frente del pequeño y se sintió aliviado al ver que no tenía temperatura. Pero.. —¿Te duele algo?, ¿la cabeza?, ¿el estómago?, ¿las extremidades?, ¿los ojos?— "Yoongi"- Jimin quiso detenerlo —¿Qué tal los oídos?, ¿tal vez los huesos, qué huesos te duelen?— —¡Yoongi!— el nombrado dejo de hablar —Solo tengo un pequeño dolor de cabeza y me siento algo mareado—. Pensó en decirle lo de las náuseas pero parecía ser una mejor idea callar, de todas formas ya no las sentía y prefería evitar que la preocupación contraria aumentará —Apostaría por un pronto resfriado, nada grave— —"Nada grave"— repitió Yoongi —Claro, después de todo soy yo el tonto que terminara cuidante— se puso de pie —Te traeré algo de comer, tú no te muevas para nada—. Jimin sonrió al verlo irse y rezó para que el resfriado llegará lo más pronto posible; Era agradable el como su amigo lo mimaba en todos sus caprichos al estar en su estado enfermo. Yoongi regreso con bandeja en manos, una porción de pastel de cereza acompañado de leche tibia fue el desayuno de Jimin, y en su caso fue un sandwich. —¿Deberíamos de ir al hospital?— Preguntó Yoongi llevándose la bandeja con los platos y las tazas usadas. Los ojos de Park se volvieron americanos por un momento, un rotundo —¡No!— fue lo que chilló, agregando luego:—¡Pisaré un hospital solamente cuando mi vida dependa de ello!— sentenció. Min puso los ojos en blanco pero solamente entendió —Esta bien, pero si te sigues sintiendo mal entonces te llevaré a la fuerza si es necesario— Aunque había que poner límites, y al no escuchar respuesta gruño:—¿Entendido?— —¡Si!— Se le escuchó gritar de mala gana a Jimin desde la habitación. El timbre de la puerta se escuchó a los minutos, momento en que Yoongi secaba sus manos empapadas de agua en sus pantalones. Y al abrir nunca se esperó encontrarse con el chico de cabellos rosas, vaya sorpresa. —¿Yoongi?— Esa persona también se llevó la grata sorpresa. —¿Pink boy?, digo, ¿Seokjin?—. El chico del apodo solo rio un poco restándole importancia, después de todo era un lindo apodo que se vio obligado a aceptar. Se acostumbro —Tú, ¿que haces en este edificio?— Si bien Yoongi sabia, realmente no, el chico no ningún vecino suyo. Al los minutos se entero que si, ahora Seokjin si era oficialmente su vecino, —Ahora ocupo este departamento— Señaló el que se entraba detrás suyo. —No sabía que estaba libre, supongo que.. ¿bienvenido?—. Min no muy expresivo con los saludos, y mucho menos si no se trataba de cierto enano berrinchudo. Jin se ahorró su risa y solo asintió agradeciendo, —¿Vivirás solo?— —Eh.. nop, seremos mi novio, mi hijo y yo, pero- Ubicó su dedo índice en sus propios labios —Shh.. nadie debe de saberlo. Yo no tengo un hijo y no convivo Namjoon, ¿bien?, todos piensan que es el hijo de una amiga y así seguirá siendo— Yoongi quiso reír, lo hizo un poco, le preguntó:—¿Y se puede saber el por qué?— -Por culpa de mis padres, a ellos no le agrada Namjoon, la verdad no tengo idea del porqué no si él es alguien amable, fuerte e inteligente, y sobretodo un buen chico— —Destructivo...— Agregó Yoongi recordando algo de hace unos meses atrás, causando su propia risa y la de Jin, —Que torpe— se dijo a sí mismo el pelimenta —Pasa— —No, esta bien, solo vine a saludar, y de hecho debería estar alimentando al pequeño destructor— Seokjin terminó por despedirse y Yoongi murmuró —Esto es lo que lograste enano— Cerró la puerta. Yoongi caminó hacía la habitación de Jimin, pero antes de que soltase palabra alguna, el menor le interrumpió:—Solo voy al baño— Por obvias razones Min no le impidió aquello. —Enano, trata de adivinar quienes son nuestros nuevos vecinos ahora— Min habló una vez estuvo cómodo sobre el colchón de la cama. —¿Quiénes?— Él ni siquiera lo trato. —Que adivines— Siempre esa lo mismo. —Solo dímelo— Dejó de estar en el cuerto de baño y fijó los ojos en el pelimenta. —Pink boy, el destructor y el mini pink destructor— La expresión de Park se iluminó por completo, aquello, aquello era música para sus oídos —¿Cómo es que- —Era Seokjin el que había tocado el timbre— Ahora la sonrisa de Jimin era victoriosa, y se apresuró en tomar asiento al lado de Yoongi sin en ningún momento borrar su irritante sonrisa de... —No me lo digas...— Yoongi advirtió. Pero Jimin abrió la boca. —No, no Jimin, no te atrevas- —¡Te lo dije!— Él se lo dijo. Yoongi rodó lo ojos mientras formaba una mueca en sus labios —Te dije, te dije que harían buena pareja y mira lo que logre ¡Logramos!—  —No, todo eso de ser tontos cupidos y juntar a esos dos, fue únicamente tu idea, solo te seguí porque eras muy molesto— Min no fue escuchado con seriedad —Bla, bla, bla y más, blas— Ahora el que rodó los ojos fue Jimin —Te termino gustando, vamos, !Admítelo!— se apoyó sobre sus rodillas con la intención de intimidar al mayor. Yoongi solo vio a un conejo en sus dos patas cortas. —Ven aquí, ¿a quién tratas de intimidar enano?— Preguntó Yoongi al tener a Jimin atrapado en sus brazos desde la cintura, para luego lanzarlo suavemente de espaldas a la cama, quedando él encima suyo, no llegaba a ser aplastante. —¡Y-yoongi!— Las risas no tardaron en escucharse, Jimin luchaba pero Yoongi sabía a la perfección de sus puntos débiles —¡Yah!— Min rió divertido y se detuvo, pero no dejo de estar sobre Jimin, quedando cara a cara con este. Y al pasar cada segundo Yoongi acercaba mucho mas su rostro. Un poco más, otro poco y... mordió levemente la acolchonada mejilla de Jimin. —¡Yoongi!— chilló el enano, y el mayor se tomó un momento para reír con ganas, distrayéndose y dejando a Jimin un oportunidad de contraatacar. Jimin no tardó en dar vueltas las cosas, ahora era él era el que se encontraba dejando caer todo su peso en el abdomen del pelimenta. —¡Mi turno!— chilló el menor acercándose con la intención de también morderlo como venganza; Cosa que no paso pues sus ojos dieron con... —¿Namjoon?—. ¿Qué hacía él en su habitación?, en su departamento mejor dicho.. Rodando los ojos cayó en cuenta, claro, era obvio. —Siento interrumpir, pero la puerta estaba abierta...—. Aquello era cosa de Min Yoongi. Namjoon siguió diciendo:—Seokjin me envió a darle esto a Yoongi... bueno, uh.. me voy— Él realmente sentía que estaba interrumpiendo algo. —¡Hey! No interrumpes nada— Habló Yoongi. Jimin lo miró fulminante —Sí que lo hace— se quejó —Pero obtendré mi venganza luego— Dramatizó mientras dejaba de estar encima del mentolado de su amigo. Caminó hacia Namjoon y este le entregó el obsequio. Se trataba de una caja rosa envuelta con un lazo también de los mismo colores, esa rosada caja contenía un pastel, Jimin lo supo al ser el mismo Namjoon en detener su curiosidad, pues Jimin agito tratando de escuchar el contenido del interior. Un delicioso pastel de frutillas hecho por Seokjin, el chico simplemente era demasiado bueno en la cocina. Jimin se relamió los labios, ya sintiendo el hambre apoderarse de él. Dulce. —Por favor, dale las gracias de parte de nosotros— Jimin sonrió muy contento, era todo un niño universitario. —Ten por seguro que lo haré—. Una despedida y se adentró a su departamento. Jimin cerró la puerta y con rapidez fue en busca de un cuchillo, con este corto el lazo y con las manos tomó de ese delicioso pastel, dejándolo así arruinado por la no delicadeza que tuvo al sumergir sus pequeñas manos. Yoongi se acercó por detrás y lo tomo por la cintura, Jimin estaba más que distraído comiendo que no le dio importancia. —Alguien tiene hambre—. Min hizo aparición, por supuesto que lo haría. —Está delicioso— Se relamió los labios, limpiando la crema que quedaba en estos. —Dame un poco— Jimin le ofreció lo que tenía en mano y el pelimenta no tuvo problema alguno en comer directamente de ahí, para luego darle la razón al pequeño con respecto al buen sabor del postre, estaba realmente delicioso.  Pero como dulce, empalago.. la verdad sea dicha, Min tuvo que detener a Jimin de seguir comiendo pues luego no quería tener que soportar los berrinches de este por algun dolor de estomago. En fin, Park de mala gana aceptó. Una ducha juntos se dio luego, si, juntos, no había más que decir pues la costumbre era la culpable. Tal vez puede que una pizca de vergüenza existiera de parte de Jimin. En ocasiones Yoongi solía dedicarle miradas de rayos X y lograba ponerle los pelos de punta. Le encantaba molestarlo la parecer.  Lo que ocurrió luego fue que ellos nuevamente terminaron acostados en la cama, su tarde simplemente se basó en lo habitual; Jugar videojuegos, ver televisión, y unos muchos minutos de sueño. 20:45hs... La puerta se había escuchado con desesperación, se había tratado de Taehyung. Minutos mas tarde el timbre fue el que se escuchó junto con algunos balbuceos, había sido Seokjin, Namjoon y un bebe de un año. Y no paso casi nada que volvieron a molestar en la entrada.. esta vez se trató de Hoseok. Ahora bien, la razón por la que Taehyung había sido tan alarmantemente desesperante al golpear la puerta, fue por el simple hecho de que... —¡Hoseok me pidió ser su novio! ¡y lo golpee por accidente, pero luego me sentí muy feliz, y.. y creo que moriré por tanta felicidad!—. Estaba a nada de tener algún ataque, por suerte no cayó desmayado de la emoción o algo parecido, pero él y Jimin se pusieron a dar saltitos emocionados, o bien Tae casi obligaba a Jimin a que lo siguiera en su acción. Yoongi en cambio seguía adormilado. —¡Él es perfecto! me regalo rosas amarillas y se arrodilló para pedirme ser su novio, dios.. ¿¡Quién hace eso en estos tiempos!?— —"Pero que cursi"— pensó Yoongi con una sonrisa boba por el sueño. Jimin estaba de igual de sonriente que su amigo, a él le iban las cosas cursis. Ambos tomaron asiento en el sillón y Taehyung simplemente se perdió hablando/contando de cada detalle de lo ocurrido ayer por la noche. El timbre se hizo oír a los minutos, Yoongi fue a ver de quienes se trataba, pero una idea se hacía. Pues... —Gyeomie, cariño, deja de babear a papá— Si, se trataban de sus nuevos no tan nuevos vecinos. —Buenas noches, Yoongi— Saludaron estos. —Buenas, pasen.. ahhh— dijo en bostezos. Los menores de adentro no tardaron en rodear a la pareja, mejor dicho al pequeño Gyeomie en brazos de Seokjin. Yoongi ni siquiera se había podido alejar de la puerta y esta ya se estaba escuchando nuevamente. —¿Y ahora quién rayos es?— Una gran sonrisa brillante —Hola, Taehyung me llamó y- —Hoseok, solo pasa— Taehyung no tardó nada en dar con su novio y se lanzó a su brazos, literalmente él saltó a los brazos abiertos de Jung, dándole luego un gran beso por haberlo extrañado. —Cierren la puerta— les dijo Yoongi sin querer ver a la parejita besuqueándose. En fin... Fue así como todos ahora se encontraban entretenidos conversando en la sala de estar, hablando de cada uno. Oh bueno, había excepciones, como Taehyung hablando de Hoseok y Hoseok hablando de Taehyung, también estaba Seokjin hablando de su bebé; Y de Namjoon hablando de Seokjin y de su bebé. Por último, Jimin hablaba mas de Yoongi que de sí mismo, así igualmente Yoongi, hablando solamente de Jimin. Al diablo, simplemente ellos no podían hablar de sí mismos. Llegó el momento donde todo mundo sintió a su ruidoso estómago, y Seokjin se ofreció a cocinar y por supuesto él no obtuvo quejas de nadie. Namjoon, su novio, se encargó de ir por unas latas de cerveza, nada exagerado solo era para acompañar la deliciosa cena. Pero entre ellos había una persona que no quería ni ver una lata de cerveza en pintura, ni siquiera vacía. Jimin no había tenido una buena experiencia con el alcohol, el solo hecho de que lo dejara molido al día siguiente era suficiente para no querer volver ingerir aquella bebida en su vida, ni una sola gota. Entonces... ¿por qué ahora mismo sostenía una lata de cerveza y estaba por darle un trago?. —Asco— Su expresión de disgusto causó unas cuantas risas, y el resto pudo confirmar que el menor ya no volvería a beber alcohol. —¿Qué ocurre Jimin?, ¿ya no te gusta la cerveza?— preguntó Taehyung burlón pues, en la fiesta no había sido lo mismo. Sus mejillas se colorearon e inflaron —Nunca me gustó, solo tome por tomar y.. ¡Agh!— las náuseas volvieron de golpe y el líquido viscoso luchaba por salir de su boca, ni siquiera le dio tiempo de ir a correr al baño y vomitar en el inodoro.  Yoongi de inmediato se encontró al lado del pequeño, sintiéndose un idiota por haberle casi forzado a beber algo que le desagradaba —Jimin...— la preocupación le invadió por completo. Cuando el pequeño dejo de vomitar el pelimenta se lo llevó al cuarto de baño, lugar donde Jimin siguió devolviendo. —¿Estás bien Jimin?— entró Taehyung preocupado. —Si.. ya estoy mejor— respondió en tonos bajos, totalmente desganado ahora.  Yoongi buscó una toalla y la remojo para luego limpiar la boca del menor. —¿Aun sientes ganas de vomitar?— preguntó. Jimin y apenas negó con movimientos de cabeza, se sentía débil y su cabeza volvió a doler. —Iré a recostarlo— Informó Min llevándoselo consigo hacia la habitación. De la limpieza en la salar de esta se ocuparon Seokjin y Hoseok. Taehyung en cambio quedó a cuidado de Gyeomie. Namjoon ayudo con el desorden en la mesa. Y por último, Yoongi no se despegó de Jimin en ningún momento, atendiendolo como todo un buen amigo, lo vistió y lo arropó en la cama.  Esa noche Taehyung optó por no ir a su casa y quedarse en el departamento de Jimin, pues realmente le había preocupado su estado así que no se iría hasta poder confirmar al día siguiente que su pequeño amigo ya se encontraba que bien, y que no se había tratado de nada realmente. En el caso de Hoseok, él se quedaría a  dormir en casa de los jóvenes padres. Y esa noche también, Yoongi no pego un ojo al estar pendiente de Jimin, este se había despertado unas dos veces más con náuseas. Definitivamente Jimin tendría que ver a un médico, eso fue lo que pensó Yoongi.
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