—Jimin, deja de mover la pierna...— El pelimenta gruñó por séptima vez.
—¡Estoy nervioso! M-me quiero ir Yoongi... este lugar luce como una morgue, ¡lo odio! ¡Vámonos!— Y antes de que se pusiera de pie, Yoongi lo detuvo con un jalón en su antebrazo, por onceava vez. Jimin resopló en total refunfuño.
Un par de miradas curiosas se posaron en ambos, ellos, no, solamente Jimin, estaba siendo molestamente ruidoso y se encontraban a la espera de que sean atendidos. Si, Min cumplió con sus palabras del día anterior, él no dejaría a Jimin salirse con la suya por más berrinche de niño de cinco años que hiciera. El pálido chico había podido conseguir otro turno con el mismo médico luego una extensa y explayada explicación del porqué de su falta anterior. Increible era la suerte de Yoongi, pues él al conocer al médico que atendería al menor consiguió ese segundo turno y de manera rápida.
Kim Heechul era el nombre del médico, Yoongi lo conoció un día que llegaba tarde a la universidad...
Yoongi estaba yendo a toda prisa por el simple hecho de que se había quedado pegado a su almohada, como siempre, y ahora mismo deberia estar frente a su pupitre respondiendo las difíciles preguntas del examen. Un choque en seco ocurrió. De un momento a otro Yoongi se vio en el piso siendo atendido por aquel desconocido, y para cuando se dio cuenta él ya tenía una bandita blanca en su frente.
—Siempre hay que estar preparado— el hombre mostró caja de banditas —Soy medico, y lo de tu frente solo fue un pequeño raspon—
—Y yo seré un estudiante reprobado si no me doy prisa— Se puso de pie y volvió a correr.
Fin. Yoongi simplemente lo recordó y bueno, aprovecho que lo "conocía".
—Todo estará bien, en un cerrar de ojos estaremos de vuelta en casa mirando televisión— Tranquilizo Yoongi mientras acariciaba el muslo contrario. Jimin detuvo los movimientos sobre su muslo cuando apretó con fuerza la muñeca del pelimenta, pues un hombre de bata blanca de les aproximaba en sonrisa.
—¿Quien de ustedes es, Park?— Preguntó l de bata.
Jimin solo mantuvo su vista fija en el hombre y no soltó palabra, Yoongi fue el que habló:—Es él—
—Muy bien, por favor jovencito sígame—
El jovencito negó —N-no, Yo-yoongi.. t-tú también—. Min sintió la fuerza que podía tener Jimin al estar en pánico, el enano era todo un koala.
—¿Y no puedo acompañarlo?—
—Solo a la muestra de sangre y orina—
—Sangre.. orina...— Balbuceó Jimin por lo escuchado, parecía estar en medio de un trance, Volvió su vista al pálido. —¡Yoongi!— Se abrazó completamente al pálido de su amigo.
Yoongi señaló al enano que lo envolvía —¿Lo ve? está un poco asustado, odia los hospitales, a los 9 años su madre se lo olvidó en una morgue, pasó un día entero en ese lugar. Sea comprensible, doc— Explicó Yoongi con la verdad, Jimin le dio un golpe por contar su trauma de niñez. Pero la intención de Yoongi había sido buena, digamos que se sentía mucho más seguro si él acompañaba al menor, además también quería que el médico le dejase ir con ellos.
—Aun así, lo siento, no puedo permitir a nadie, aparte del paciente, ingresar—
Yoongi no quiso, pero hizo, separó a Jimin de su cuerpo —Entiendo— e hizo que su amigo lo mirase —Jimin, no pasara nada, saldrás con vida y yo estaré esperándote— Sus palabras no fueron de mucha ayuda que digamos.
El médico Kim HeeChul era un fanático del drama, y esos dos chico estaban siendo el lo absoluto.
—Doctor HeeChul, todo está listo— Informó un enfermero.
Por último y dándose por vencido, Jimin dijo:—Y-yoongi.. si me pasa algo, quiero que sepas que... ¡Todo fue tu maldita culpa! ¡Vámonos!— Se giró y fue él el que se llevó consigo al médico.
Yoongi suspiró en sonrisa, ahora solo le restaba esperar.
Una hora después...
Yoongi y Jimin se encontraban frente al escritorio del médico —¿Y doc?, ¿cuándo tendremos los resultados?— Preguntó Yoongi, tratando de no prestarle atención a un malhumorado Jimin.
—En tres días— respondió el hombre ocupado con algunos documentos.
—Entonces, hora de irnos— Yoongi dijo y ahora si le brindó de su atención al enano —¿Por cuánto tiempo seguirás así?, Estás sano y salvo—
—Tú no lo estarás cuando lleguemos al departamento— lo miró fulminante —¡Dolio cuando me sacaron sangre!— se puso de pie y caminó hacia la puerta —¡Nos vemos, doc!— El portazo se escuchó. Yoongi solo negó y suspiro, ya todo había pasado, o.. no, todavía faltan los resultados.
—Oiga doc, no tiene nada grave, ¿verdad?—
—Con ser llamado con mi nombre me conformaria—. Vio al chico encogerse de hombros, totalmente aquello no le importaba. —Hay que esperar los resultados, pero por lo que pude ver, puedo concluir de que no se trata de nada grave, así que no hay porque preocuparse de más—
Yoongi asintió, pero de todas formas aún no estaba satisfecho, él necesitaba que esas palabras se reflejarán en los resultados.
—Muchas gracias doc, nos vemos en tres días— Dicha la despedida dejó el lugar, y rápidamente dio con Jimin, extrañándose un poco al pensar que el menor ya estaría lo más lejos posible del hospital. Todo lo contrario, aun estaba ahí y esperándolo.
—¿Dónde quieres ir?— Ofreció el pelimenta una vez estuvo a su lado, digamos que estaba tratando de premiar a Jimin por salir huyendo nuevamente. —¿Por un helado? ¿un café? ¿pollo con papas? ¿un sandwich?— Cualquier cosa para borrarle esa mala cara al menor.
—Nada de eso, quiero cerezas e ir a casa— Aun estaba reacio.
—Puedo perfectamente cumplir con eso—
Yoongi si podía y pudo, consiguió que le taxista frenará frente a una tienda de frutas, consiguiendo en ese lugar los tres kilos de cereza que ahora Jimin llevaba consigo en brazos.
Unas miradas por el retrovisor y su voz se hizo escuchar, llamando la atención de sus pasajeros, —Ustedes chicos me recuerdan a mi hijo y a su novio, puedo ver que se aman— Les regalo una sonrisa y por unos segundos se soltó del volante, solo para ir en busca de su álbum familiar. No estaba demás decir que Yoongi y Jimin quedaron con las palabras en la boca, un -"No somos pareja"- habían querido responder. El susto los frenó totalmente.. —Miren, tengo un álbum de fotos familiar, el cabellos negros en mi hijo KyungSoo y el rubio que lo abraza es su novio, Kai, bueno así se hace llamar el muy... bueno, bueno, solo vean las fotos— rió un poco.
Las miradas de ambos chicos tuvieron se posaron en diferentes puntos; Se miraron, luego al taxista, después al álbum en medio de sus piernas, y luego nuevamente a ellos. En fin, Jimin se animó a sonreír. ¡Ya que!. volvió su vista a las fotos —¿Y esta chica?, ¿no está muy abrazada a su hijo?, parecen...-
—Oh.. ella murió— Tonos de tristeza.
—¡Y-yo, lo siento!—
El taxista rió a lo grande —Es broma, es broma, solo es su ex— no paro de reir.
Y mientras Jimin trataba de recuperarse, Min y el conductor simplemente unieron sus puños en medio de risas. De ahí en más el viaje se tornó entretenido, el hombre era un bromista de primera y hablaba hasta por los codos de su familia e hijo gay. Así que prácticamente tanto Yoongi como Jimin tenían entero conocimiento de una familia que no era la suya propia.
Al estar ya en el departamento Yoongi no tardó en consentir al menor, pues fue él el que se encargó del lavado de las cerezas y en dejarlas dentro de un tazón de plástico. Jimin lo esperaba en el sillón con una gran sonrisa.
—Todos tuyos— Yoongi entrego, y Jimin frunció su ceño.
—¿Y qué es esto?— preguntó el menor al tener el tazón de cerezas en manos.
—¿Cerezas lavadas a la perfección?—
—¿Y esperas que me los coma así? ¿con todo y semilla?— Uh.. estaba siendo así como bobamente exigente.
La mirada risueña de Min desapareció —¿Y esperás que me los meta a la boca, les saque las semillas y te los de?— Si, sonaba realmente mal.
—No, porque con un cuchillo podrías hacerlo— Aquello sonaba mejor.
—Solo come y saca tu las semillas— hizo un gran esfuerzo por no tomar el tazón y dejar las cerezas caer sobre Jimin. —Tomaré una ducha— informó.
Jimin con indignación lo miró irse, pero sintiendo como lentamente su ridículo pedido le hacía sentir así, ridículo. Solo decidió por no decir más, quejandose ahora en soledad:—Tan molesto.. una fruta tan pequeña no debería tener semilla...— un gruñido bajo y siguió:—Maldito, primero el hospital y ahora esto, me vengaré, pero primero...— Fue en busca de la crema en aerosol.
Luego de una corta ducha Yoongi se mostró por la sala de estar, ignorando por completo el como Jimin prácticamente tragaba las cerezas junto con aquella crema en aerosol, simplemente era un total desastre. Por supuesto rió de ello. Con toalla en mano y secando sus cabellos aún goteantes, su camino hacía la cocina se vio interrumpido al hacerse escuchar el timbre. Y ni bien abrió la puerta un chillido horrorizado casi llegaba a joderle los tímpanos:
—¡No, otra vez no!— Taehyung llevó ambas manos rápidamente delante de su ojos, cubriendolos en su totalidad y sintiéndose exageradamente una persona con mucha mala suerte. Hoseok perfectamente entendió el actuar dramático de su novio, solo miró entre cerradamente a Min, pero este solo les hizo una señal para que ingresaran de una buena vez.
Taehyun fue rápido en pasar, tropezó, claro, pues sus manos aún cubrían su campo de visión. Jimin rió un poco de ello, —¡Jiminnie!— Chilló una vez Tae al ponerse de pie —¿Cómo estuvo la visita al hospital?— Sentándose al lado del pequeño no dudó en tomar una cereza del tazón, tambien se hizo propietario del al crema en aerosol. Jimin aún más su ceño por el poco sutil robo. —¿No fue la gran cosa, verdad?— Tomó muchas más cerezas del tazón.
—Zhi.. ¡Tahun¡, ¡hegas geregas shon miash!— Porque si, él estaba hambriento y su amigo estaba así como, metiendo toda su mano en el tazón de cerezas y sacar de a montones. ¡No podía solo permitirlo!.
Taehyung igualó la expresión contraria, ceño fruncido y la inexistencia de sonrisa alguna —¡Son demasiadas cerezas para una sola persona!, ¡mal amigo!—
—¡Nho, ho hon!—
Una pequeña discusión se formó en la sala, cerezas rodando por el piso y crema encastrando sus rostros... En fin, Yoongi y Hoseok los dejaron hacer lo que sea que estuvieran haciendo y caminaron hacia al balcón, tal vez para tener una seria conversación como los adultos que son..
—Taehyung me dijo que te vio en pelotas—
Yoongi se encogió de hombros, después de todo había sido un accidente —Si, algo así— un sorbo a su bebida y sonrió ladino —Se traumo el pobre—
—¡Hey!, no quiero decir lo obvio, pero el único que puede dejarlo así de traumado soy yo—
Una risa en grande y ruidosa por parte de ambos y la conversación adulta llegó a su fin, pues Min estaba literalmente congelándose por el frío viento sobre su desnuda piel de la parte superior. Y ni bien estos volvieron a adentrarse, rápidamente sus ojos viajaron al pequeño bebé en brazos de Taehyung, para luego Yoongi llevar su entera atención en ya agotado Jimin.
—Estoy lleno— comentó Jimin sobando su panza algo hinchada; él si había comido muchas cerezas. —Satisfecho y cansado— Jimin término de anunciar.
Yoongi no caminó hacia la habitación en busca de alguna prenda, no, él caminó hacia Jimin, ofreciéndole su mano para guiarlo hacia su habitación. Pues el menor había tenido un día bastante movido, y por ellos se refería a agotador.
—Aún no te vuelvas una larva— Min hizo referencia a Jimin envolviendose enteramente entre sus sábanas —Ve a lavar tus dientes primero—. Park obedeció.
En enano busco, pero.. —¡Yoongi!, ¿¡dónde dejaste mi cepillo de dientes!?—
El pelimenta mostró mueca divertida —Estoy al lado tuyo, no levantes la voz. Y..- busco con la mirada —No lo se, solo usa el mio— Realmente no le importaba, se trataba de Jimin después de todo.
Jimin negó, su amigo era un raro, frunció su nariz y chilló:—¡Lo encontré!— mostró en victoria el objeto dental —Ahora fuera que tengo que ocupar el inodoro—. Yoongi fue empujado lejos.
...✿✿✿...
En el transcurso de los tres días que tuvieron que esperar o rlo resultados, Jimin cada mañana amanecía con leves náuseas que lo llevaban a terminar con rostro sobre el inodoro, si, totalmente odiaba el vomitar. Yoongi estuvo a su lado. Jimin también había adquirido extraños antojos, digamos que el totalmente podía tomarse una sopa de verduras con cerezas dentro, o consumir algun otro alimento, no necesariamente dulce, que contenga dicho fruto rojo. Yoongi habia estado ahi para el antojo del enano. Yoongi siempre estaba ahí, a su lado, cumpliendo los más tontos o ridículos caprichos de su enano amigo enfermo.
Yoongi nuevamente se encontraba deteniendo los involuntarios movimientos de la pierna contraria. Jimin mordía su labio en nerviosismo mientras mantenía su mirada clavada en el piso de uno de los pasillos del hospital. Ahora mismo ambos se encontraban a la espera de ser atendidos para recibir los resultados. Y había que decir que no sólo Park se encontraba con los nervios a flor de piel, el quería salir corriendo lejos del lugar; A su lado se encontraba Yoongi, tenso al igual que un alfiler, pues una parte suya quería ya tener aquellos papeles sobre sus manos y ver los resultados, por otro lado no quería que aquello llegara, al menos no aun, no cuando todavía no se sentía preparado para saber el resultado. ¿Qué tal si Jimin tenía algo realmente grave?, ¿Qué haría él en ese caso?. Diablos, la espera lo estaban enloqueciendo.
—¿Joven Park?—. Ugh.. el nombrado había sido Jimin, pero el que miro hacia el enfermero fue Min. —Serán atendidos, por favor sig- Se vio interrumpido en su habla y caminata, pues al girarse dio torpemente con un cansado hombre de bata, el médico Kim.
El médico Kim HeeChul vio los papeles salir por los aires para luego caer de manera letárgica sobre el piso. No tardó en ir por ellos, tampoco en ser ayudado por el enfermero amigo. —Park— leyó el documento que pertenecía al joven detrás suyo.
—Lo siento Heechul, no te vi— el enfermero se disculpó, echándose la total culpa del pequeño accidente.
El hombre de bata negó —Esta bien DongHae, soy yo el que no está en sus cinco sentidos— Él lucía cansado y muy agotado, ¿y como no estarlo si tan solo había podido dormir por unas cuantas horas en los últimos tres días?, su profesión podia ser así de agotadora y renunciaría si quisiera, pues no lo haría porque amaba lo que hacía.
Dejando los papeles sobre su escritorio les dedico mirada a su paciente Park, y a su ¿amigo? ¿novio?, no le era de su importancia así que solo volvió su vista al documento. —Veamos que tiene, Park— El hombre realmente estaba luchando para que sus párpados no se cerrasen —alergia al maní— finalizó —Vómitos, dolores abdominales— si, perfectamente aquellos síntomas eran los que su paciente había dicho padecer en los últimos días. No se le hizo necesario leer más, además de que sus cansados ojos estaban a nada se cerrarse. Puede que sea irresponsable de su parte, pero por lo que pudo leer todo estaba bien y solo se trataba de aquello, una alergia que perfectamente se podía evitar al mantenerse alejado de aquel fruto seco.
Jimin sonrió hacia su tonto amigo, su expresión mostraba victoria —¡Lo ves, no era nada grave!—. Min se ganó un golpe de su parte.
El doctor negó, diciéndole que había tenido suerte ya que no se había mostrado agresiva y solo se presentó con síntomas leves.
Y no se sabía muy bien quien era el más contento/aliviado ahora por el resultado, Jimin si se encontraba emocionado, pero Min, él simplemente dejó escuchar un gran suspiro de alivio y su sonrisa era encantadora —¿Solo es alergia al maní?— preguntó queriendo escuchar de nuevo aquel diagnóstico. Confirmar lo ya sabido.
—Solo alergia al maní, nada más— El médico confirmó.
Pero Jimin cayó en cuenta, sintiéndose confuso, a él no le gustaba el maní y por esa razón lo evitaba, ¿cómo es que pudo pasar?; él era cuidadoso con lo que comía.. o tal vez no. El hombre les entregó los papeles a Yoongi, pues él parecía un adulto responsable a cargo de aquel niño. Que equivocado estaba. Una despedida y una recordatorio dejó oír el médico:—Hasta luego a ambos, y recuerde Park, manténgase alejado del maní—.
—Nunca creí que fueras alérgico a algo—Yoongi habló una vez dejaron el consultorio —Mucho menos al maní—. Jimin asintió, a él también lo tomó por total sorpresa. Min siguió diciendo:—Pero bien, ahora es solo cuestión de evitarlo y ya, problema solucionado— Le sonrió —Y.. acabo de caer en cuenta que no asistimos a la universidad en toda una semana— Aun así no borró su sonrisa, la felicidad y el que aquella larga inasistencia haya ocurrido lograba aquello.
Oh.. Park también lo acaba de tomar en cuanta —Crees que..-
—Totalmente, tendremos que recuperarlos—. Ambos dejaron salir un largo suspiro.
Un taxi se detuvo al Yoongi alzar el brazo en seña, luego una voz casi familiar se escuchó —Ustedes otra vez, ¿Yoongi y Jimin, verdad?—. Ambos chicos asintieron, era el taxista agradable de la vez pasada.
—Este tipo de coincidencias solo ocurren por algun motivo— El hombre arrancó el taxi —Y el motivo es para que asistan a la boda de mi hijo, si, los estoy invitando.. esperen, creo que por aquí..- Se interrumpió al ir en busca de algo, soltándose por segundo el volante. Dio con lo que buscaba no tan rápidamente. —Para ustedes, una invitación para la boda—. Luego de que Yoongi recuperase el aliento, estiró su brazo y tomó aquella invitación. y Jimin con mano en pecho fijó su vista también en el cartón.
—Iríamos si los conociéramos— Dijo el pelimenta en risa leve.
El taxist negó sin problema alguno —No se preocupen, habrá tanta gente que nadie se dará cuenta de su presencia, o solo digan ser familia lejana de algún invitado—
Vaya hombre agradable, pero definitivamente Yoongi decidió el que no irían.
Jimin sonrió ampliamente, esa sonrisa ocultaba algo, —Muchas gracias señor, seremos puntuales— Se trataba de un entusiasmo molesto, él logró lo que quería, fastidiar totalmente a Yoongi, pues.. ¡La venganza era dulce, Min Tonto Yoongi!.