Se trata de las doce del mediodía de un día miércoles y el primero en abrir los ojos fue Jimin, él no tardó en sonreír al ver a la persona dormida a su lado, pues Yoongi lucía bastante gracioso al estar con la boca entreabierta. Dejando de observar enderezó su cuerpo fuera de la cama y caminó hacia la cocina, preparó un tardío desayuno y volvió a la habitación con bandeja en manos. —Yoongi... despierta, hice café y tostadas—. El pelimenta se removió en la cama y estiró sus extremidades, fueron bostezos tras bostezos los que se escucharon hasta que su espalda se apoyó contra la cabecera. —Buenos días— Dedicó Jimin una vez que el pálido pareció despertar casi en su totalidad.
Yoongi le sonrió débilmente —Buenos días, enano— saludo habitual. El menor se sentó a su lado y apoyó la bandeja en sobre sus piernas, haciendo uso de su muslo derecho y el izquierdo de Min. El mentolado olfateó el agradable olor a café y sonrió aún más. Despertando aún más —Delicioso— le dio un sorbo.
Jimin fue rápido en untar una tostada con mermelada de cerezas y en dejarla al frente de la boca de Yoongi, diciéndole: —Di "Aaa"— . Claro Min se negó, y claro Jimin hizo puchero siendo insistente —Yoongi, di "Aaa"— volvió a repetir y Yoongi de igual manera, volvió a negar mientras le daba otro largo sorbo a su taza de café amargo —¡Que digas"AAA"— gritó un poquito mucho ya sin paciencia, y bien, el mentolado rápidamente se vio abriendo la boca, —¿Rico?— Preguntó tranquilamente el menor, obteniendo en respuesta un asentir a ceño fruncido.
—Enano del demonio— Se escuchó por lo bajo cuando Jimin se alejaba en busca de más jugo.
—¿Umh, quí dijiste?—
—No, nada— De un trago se bebió toda su taza de café, evadiendo la mirada ajena.—Ah~— cerró los ojos por unos segundos y los abrió para luego observar por la ventana abierta; El clima era cálido y el sol no era molesto. Un buen día, uno bueno para ir a la primera cita con el ginecólogo. Luego de una gran sonrisa los nervios lograron colarse en su interior casi por arte de magia, entonces se vio centrado en un punto fijo con la mente en blanco.
—¿Yoongi?—. Una voz muy conocida a lo lejos se escuchó, Min aun estaba ido. Jimin ladeó su cabeza, le dio otro sorbo a su jugo frutal rosa y volvió a llamar a su amigo —Tierra a Yoongi—. El mentolado giró su cabeza y observó a su pequeño amigo sorbiendo de su taza con mirada curiosa en él.
—Iremos al ginecólogo— Anunció como si de algo sorprendente se tratara, de cierto modo lo era, al parecer.
—Ehm.. ¿si, lo sé?— Sonrió un poquito —¿Algún problema?—
Yoongi negó volviendo un poco en sí y robo la tostada a medio comer de la mano del menor. Este se quejó, pero de todas formas no hizo el esfuerzo por volver a retomarla, simplemente busco otra.
...
Yoongi tragó duro, estaba muy nervioso y le ponía aún más nervioso que Jimin no lo esté. ¿Por qué Jimin no lo estaba y él sí?.
—Estoy ansioso Yoongi, ¿tú no?— preguntó en sonrisita Jimin mientras se aferraba al brazo del mayor. Estaba siendo toda una ardilla hiperactiva ahora.
—Ahora mismo puedo morir de los nervios— confesó sincero. Jimin se aferró aún más y sonrió cuando apoyó su cabeza en el hombro contrario —¿No estás nervioso también?—
Asintió —Sí, un poco. ¿pero, por qué estás tan nervioso Yoongi?—
—No lo sé— Se encogió de hombros, ahora era su pierna la que se movía nerviosamente.
La ternura en los ojos de Jimin era visible —Yoongi, acércate— el pelimenta obedeció. Jimin dejó de estar con la cabeza apoyada en el hombro contrario y sonrió también siendo tierno, para luego cortar distancia entre sus labios y la mejilla pálida. Dejó un muy corto beso en aquella zona y —No estés nervioso, todo irá bien— confortó.
Luego de que algo cálido se instalará en su pecho, Min preguntó —¿Cuándo fue que se cambiaron los roles?—, Una risita de parte del menor y Yoongi pudo notar un pequeño sonrojo en sus mejillas —No creo que con un solo beso mis nervios se vayan— su vista volvió al frente y volvió a sonreír cuando nuevamente sintió los labios de su amigo sobre su mejilla izquierda —Aun siento mis nervios, todavía no es suficiente— aprovechado, totalmente.
Unas mejillas se inflaron de manera divertida —Pues te quedas con los nervios entonces—
Yoongi estuvo por reclamarle siendo nada serio, pero la voz de una mujer se escuchó y ella estaba nombrando a la persona a su lado. Nervios. Era su turno ahora. Ambos chicos caminaron hacia la mujer. Luego del saludo ella le dio pase libre al consultorio y para que tomaran asiento frente a su escritorio.
—Muy bien, empecemos— Regaló una sonrisa para los jóvenes nerviosos y ansiosos frente a sus ojos —¿Padres primerizos?—
Los chicos se dedicaron mirada, habían mensajes silenciosos en sus ojos o al menos intentaban que lo hubieran. Una discusión silenciosa empezó y la Dr. Hye observaba entretenida, pero tuvo que detener lo que fuera que estaban haciendo —¿Ocurre algo?, ¿lo tomó como un sí?— era claro para ella.
—Sí— Afirmó Yoongi.
—No— Negó Jimin.
—Eh, ¿si o no?— La Dr. queria reir un poco ahora.
—Loqueocurreesquenosecomoquedeembarazadoytampocosequieneselpadreyélesmiamigoquienseharacargodemihijo,eselmejordelosmejoresamigos— "Explicó" Jimin con tal velocidad que la mujer no comprendió o capto alguna palabra.
Yoongi respiro antes de hablar —Somos amigos, no novios— rascó su nuca nervioso, prosiguió:—Y.. bueno, mi amigo quedó embarazado técnicamente del aire, así, de la nada. Así que no sabemos quién es el padre, nada. Y yo tomé la responsabilidad como el amigo que soy—
La Dr. Hye asintió —Complicado, eh. Y tú eres un buen amigo—
Luego de eso la doctora hizo aún más preguntas, las cuales Jimin no tuvo problema en contestar y Yoongi tampoco ya que lo difícil había sido dicho y explicado.
—Jimin, quiero pesarte— el menor asintió y siguió a la mujer hacia una balanza —60kg— anotó ella. Jimin abrió los ojos exageradamente, había bajado 1kg y en tan poco tiempo, además de que comía a montones. —Es normal, los vómitos son los responsables— le dijo ella —Cuando terminemos les daré un folleto alimenticio para que tengas una idea de la dieta que deberías seguir—
El rubio asintió frunciendo los labios y caminó hasta Yoongi, quien revolvió sus cabellos.
-¿Eso es todo?- preguntó el mentolado y la mujer negó. -Tengo que hacer un ultrasonido-
—Oh, escuche sobre eso, le ponen algo gelatinoso en el estómago y luego con una máquina rara te revisan el interior— comentó Yoongi medio serio medio divertido, y la Dr. Hye no pudo no reír un poco y Jimin preguntó a dónde se habían ido todos los nervios de su hyung, porque ahora el nervioso era él.
—¿Dolerá?—
—Para nada, es algo así como digo tu amigo. Usaré un gel y lo esparciré en tu abdomen, y apoyaré el transductor y con eso escucharemos los latidos del bebé—
La Dr. preparó a Jimin y este ya estaba con el transductor apoyado en su abdomen. De la máquina se escuchaba pequeños latidos.
—¡Ahí está!— Ese había sido Yoongi, quien interrumpiendo el silencio del momento —Eso, ¡ese es mi mocoso!— apuntó lo que fuera que estaban viendo sus ojos. La mujer negó.
Jimin no hizo nada, no habló ni interrumpió a un emocionado Yoongi apuntado la pantalla mientras decía:—"¿Y ese?"—, —"Seguro es ese"—, y la doctora negaba una y otra vez. Jimin simplemente ahora era todo oídos, concentrado en escuchar los latidos de su bebé.
Unos minutos más pasaron y la Dr. Hye terminó con el ultrasonido, finalizando luego de cuantas palabras más. —Nos vemos en tres semanas— le entregó a Yoongi un folleto y despidió a los padres primerizos.
Ambos chicos salieron del hospital y esta vez se dispusieron a caminar en vez de tomar algún medio de transporte. —Resultó más fácil de lo que pensé— comentó Yoongi mirando a los lados de la calle para luego cruzar con el koala que estaba siendo ahora su amigo al tenerlo aferrado a su brazo derecho. Agregó una vez cruzaron —Sabes, creo que debemos ir pensando en el nombre—
—Todavía es pronto, además ya te dije que no sabemos si es niña o niño—
Yoongi pareció meditarlo —¿Y cuál es tu opinión?, así como en las películas, "Será una niña, soy su madre, lo sé"—. Jimin rió por la mala imitación y luego pensó, bueno, en su opinión sería un —Dime— pidió el palido al no poder evitar sentir algo de emoción.
—¿Qué cosa?—
—Niño o niña—
A todo esto, ambos seguían caminando.
Jimin quiso ser un tanto malvado, así que le dijo —No te lo diré—
—¡Hey! seria como mi hijo, así que estás negándole un dato importante al padre de ese bebé—
Ahí estaba otra vez, la cálida sensación en su pecho y el deseo que así fuera. Él, él no negaría que se sentiría malditamente feliz si el padre de su hijo fuera esa tonta persona ante sus ojos. —No te dire nada— le saco la lengua
Y —Entonces yo te negaré mi brazo— Yoongi hizo que lo soltara. ¿Lo ven?, era un tonto. Jimin frunció su nariz de manera divertida, tontamente feliz. Él también era un tonto.
—¡No!, ¡Yoongi!—
Estuvieron así por una cuadra entera hasta que la vista de Yoongi recayó en el cartel de un restaurante. Sus ojos brillaron. ~50% de Descuento para parejas~
Algo así no pasa todos los días, y Min Yoongi lo sabía a la perfección. Hizo que Jimin prestara atención al anunciado y ya eran dos los que se morían por entrar y le brillaban los ojos, aun así Jimin no sabían cómo iban a reclamar el descuento, pues ellos no son pareja, y ese anuncio perfectamente decía qu-
—Por hoy lo seremos— habló Yoongi —Solo entraremos y diremos que somos pareja— Nada complicado.
Jimin no estaba seguro del plan de su amigo, pero además de que se moría por probar aquel plato de ramen, algo en su interior volvió a activarse. Se estaba cansando de sentirse así. Una vez aceptó a seguir el tan pensando plan ingresaron al que era un restaurante muy colorido, se asemejaba más a una pastelería. La recien anunciada pareja se acercó hacia el mostrador y se encontraron con una linda chica de baja estatura y de grandes anteojos rojos.
El menor codeó a Yoongi y lo hizo hablar —Auch... Queremos el descuento de pareja— Pidió siendo todo un actor de primera, hasta se animó a tomarle la mano a Jimin, uh.. no, aquello no era nada nuevo entre ellos, pero de todas formas Jimin sintió el agarre diferente. Él se petrificó por completo. —¿Y bien?— Min apresuró, pues no había obtenido una respuesta automática de la chica.
—Déjenme llamar a mi jefe...—
La vieron desaparecer tras las puertas. Rayos. ¿Habían sido descubiertos?. Yoongi entrecerró los párpados al sospechar que no.
—¿Nos descubrieron?, pero si todo mundo dice que parecemos pareja— Soltó dudoso Min.
El pequeño rubio no estaba atento a Min, o si, bueno, a su mano y a su agarre; Sonrió y apretó con mucha más fuerza. El latido de su corazón le anunciaba un pronto infarto y el sudor en su cuerpo pronto lo pondría incómodo.
La chica baja volvió siendo acompañada por un hombre no tan mayor, pero mucho más alto que los tres de alrededor.
—¿Viene por el descuento?— preguntó el dueño a ceja alzada.
—Sí— afirmó Yoongi siendo retador con su mirada.
—Lo siento, pero en solo para parejas conformadas de hombre y mujer— Informó.
¿¡Qué rayos!?. La expresión del pelimenta en esos momentos simplemente se nubló por completo, su entrecejo se frunció de ira y el golpe que dio su puño sobre el mostrador se hizo escuchar.
—¿Qué fue lo que dijo?— Estar indignado era poco —¡Somos una pareja como cualquier otra!— Dio otro golpe sobre el mostrador. Vamos, ¿en qué siglo se encontraba el hombre?.
Jimin seguía en su no tan pequeña ensoñación, su mirada solo se concentraba en su mano entrelazada con la de Yoongi. Tan ido de lo que estaba sucediendo a su alrededor.
—¿Sabe que?, llamaré a mi amigo, él es abogado y lo dejara en la ruina— amenazó inteligentemente Yoongi, quien lo diría, el perder su tiempo -no era tiempo perdido en realidad- viendo películas con Jimin si que servían en algo. Con su mano libre rebuscó en su bolsillo y dio con su celular, estuvo por marcar a cualquiera (ya que su amigo abogado no existía), pero el dueño se arrepintió y se disculpó con la pareja, les dieron el descuento y fueron atendidos normalmente por la chica de lentes.
—Gracias por eso— dejó los platos de comida sobre la mesa y susurró —Se lo merecía— Les mostró sonrisa. —¡Que lo disfruten!—
Y cuando la mano pequeña de Jimin volvió a la libertad y el menor se vio confuso. ¿En qué momento tomaron asiento?.
—A comer Jimin, pero antes...— Yoongi volvió a sacar su celular y llamó a ciertas personas.
15 minutos después~
—Gyeomie, quieto bebé, mira, tu postre favorito, puré de manzana, además a mami y a papi no les costará nada— Y puede que Seokjin haya sido un poquito mucho más escandaloso que Yoongi. Ahora intentaba que su pequeño esté quieto en su silla alta, pero Gyeomie solo quería ir con Jimin y Jimin solo quería terminar de comer su delicioso postre helado.
—Gracias por la comida gratis, Yoongi— Agradeció Namjoon.
—De alguna forma tenía que desquitarme— Sonrió ladino, totalmente sintiéndose victorioso.
—Así que ahora son pareja, sabes, lo sabíamos todos, digo, ustedes son tan pegajosos. Como yo y Jinnie. Supongo que ¿Felicidades?— Namjoon palmeó la espalda del pálido.
Min no supo qué cara poner, solo dijo —No se si todo el mundo está jugando con nosotros, o simplemente les gusta escuchar que repita lo mismo mil veces. Por última vez, no somos novios— susurro esto último, Namjoon levantó una ceja pidiendo una explicación, la cual Yoongi no tardó en decirsela —Duh, descuento de parejas—. Namjoon rió a lo grande, luego su hijo le copió y Seokjin se vio enternecido.
—Par de estafadores— concluyó Namjoon.
La campanilla de la puerta se escuchó, nuevos clientes ingresaban.
—¡Ahí están!, ¡Jiminnie, Yoongi!— Se trataba de un feliz Taehyung, y luego de ello se dirigió con Hoseok al mostrador para reclamar el descuento de parejas.
Yoongi tenía que desquitarse.