—En serio Yoongi, no estoy paralítico, estoy embarazado, ¡maldición!— Espetó nuevamente el menor.
—No maldigas... y no, no saldremos. ¿No podemos simplemente quedarnos viendo una maratón de series?, si quieres pueden ser películas, de esas cursis y de heppie endig—. Y si Jimin no estuviera irritado, ahora mismo hubiera reído por esa mala pronunciación, como siempre. Yoongi simplemente debería rendirse con el inglés.
El menor se cruzó de brazos e infló sus no muy regordetas mejillas. Lo miró entrecerrando los ojos —¡Solo no quieres moverte de tu cómoda posición!. Levanta tu debilucho cuerpo y llévame a la feria— dejó su postura de brazos cruzados y agarró a su amigo de un brazo, tironeándolo. Y ahora el pelimenta simplemente se había transformado en un saco de papas que estaba siendo arrastrado por todo el piso hasta la entrada.
—Jimin, el día no está en nuestro favor— El nombrado desvió su mirada hacia la ventana y.. y entrecerró sus párpados al ver claramente como el sol brillaba en todo su esplendor, y es más, también el cálido celeste que mostraba el cielo daba a entender que se trataba del clima perfecto, además...
[Pronostico: Día soleado y temperatura templada]-- Se le escuchó decir del hombre del tiempo en las noticias de las 3.
—Ellos nunca aciertan— comentó Yoongi aun en el piso y sin ganas que mover algún musculo.
—Bien— lo soltó —Le dire a Minho si quiere llevarme—
Y todo sucedio muy rapido, pues en un cerrar y abrir de ojos Min Yoongi ya se encontraba de pie y acomodándose las zapatillas, listo para dejar el departamento y mover su debilucho cuerpo hacia la tonta feria a la que su amigo quería ir a perder el tiempo. Tomando las llaves dijo:—Cambie de parecer, tal vez pueda comprarme algo de ropa— Dio la espalda para abrir la puerta.
Una sonrisa brillante fue lo que Jimin mostro "Sí, claro" fue lo que pensó al saber perfectamente que su mentolado amigo es de las personas que usan los mismos trapos (ropa) por años. Pero bueno, tal vez Jimin tome esta oportunidad para que Yoongi si comprara algo ropa nueva.
Fuera del edificio, caminaron hacia la parada del colectivo y para su suerte, más de Jin que de Yoongi, el transporte no tardó en aparecerse. Y esta vez la suerte fue para ambos pues el interior del colectivo se encontraba, casi, totalmente vacío. Se ubicaron en la parte trasera, siendo Jimin el que tomara el lado de la ventana.
—Yoongi, tus piernas de pollo están a la vista de todos, ¿por qué no te cambiaste ante de salir?—
Y bien, con el apuro de detener a Jimin, Yoongi no tuvo tiempo para pequeñeces, así que solo se había puesto calzado y no cambió sus pantalones cortos deportivos.
—Piernas de pollo... enano, ¿estas ciego o qué?, estas piernas son de deportistas— modeló un poco sus piernas a ceño levemente fruncido, pero en vez de verse molesto o algo, había más diversión que otra cosa. Jimin rió en alto y unas cuantas personas giraron a verlo, —Shh, llamas la atención—
—Tus piernas de pollo deportista lo hacen— volvió a reír y Yoongi bufó con acompañamiento de una mueca.
—Yoongi— Jimin llamó luego de unos segundos, "¿Ehm?"- Min balbuceó. —Olvide mi celular, préstame el tuyo— El pelimenta rebuscó en los bolsillos de su deportivo, lo encontró y se lo entregó a Jimin.
—¿Qué haces?— preguntó después de unos minutos al verlo entretenido.
Tarareando Jimin respondió:—Revisó tu galería... ¿en serio? ¿solo Kumamons?.. ¡oh! ¿y esto?— Yoongi dejó que haga lo que quiera, después de todo no tenía nada que ocultar, y sobre todo, él no se acordaba de lo que tenía en su celular. —¿Por qué tienes tantas fotos mías?, y la mayoría es de cuando estoy dormido—
El mayor hizo memoria, ah si —Duermes gracioso— explicó en tranquilidad. ¿Había que alarmarse?, no, ¿Por qué?. —Esa es la que más me gusta, estas en ese pijama de Hulk— apuntó.
Park silenció por un segundo, luego informó con algo de vergüenza—¡Las voy a borrar!—
—¿Qué? no, es mi preciada colección— Una parte suya bromeaba y otra no, realmente les gustaba esas fotografías. El forcejeo duró muy poco cuando el celular salio por los aires y cayó en las piernas de una mujer muy atractiva. Yoongi con pocos ánimos fue en busca de su pertenencia y cuando estuvo frente a la mujer, ella fue algo así como coqueta, pues esa sonrisa y mirada daban a entenderlo así. Yoongi no prestó su entera atención, solo se ocupó de disculparse y de pedir el celular. Pero antes de que aquel móvil regresará a las manos de su dueño, la chica se tomó el atrevimiento de dejarle una nota.
El pelimenta regresó a su asiento y miró confundido su celular, sonrió al ver de qué se trataba, un número telefónico. A Jimin no le agrado, y luego de su expresión malhumorada tomó el celular en manos y se encargó de eliminar la dichosa nota.
—Debe de estar ciega, o tal vez esta mañana se golpeó la cabeza, pero también puede que sea una...- La mano de Yoongi impidió que de la boca de su enano amigo salieran esas desagradables palabras. —¡Mmhmhn!—
—Lo que pasa es que nadie se resiste a mí y, no era necesario que fueras tu el que borrara el número, yo lo iba a hacer. Ella no es mi tipo— se encogió de hombros.
Alivio recorrió cuerpo entero a Jimin —¿En serio lo ibas a borrar?— lo miró directo a los ojos, Yoongi asintió con un -"Sí". —Mh.. ¿y cuál es tu tipo?— jugó nervioso con sus pequeños dedos a la espera de la respuesta; observo a su amigo pensarlo y mientras lo hacía acomodó su cabeza en el hombro de Yoongi.
Yoongi comenzó a enumerar —Que sepan cocinar— Jimin asintió —Que me dejen ver televisión— Jimin frunció su ceño —Que ame a Kumamon— Jimin sonrió —Que sea adorable— El ceño del menor se volvió a fruncir —Y por último, y los más patético que diré.. que me ame, supongo—. Oh, Jimin acaba de escuchar una gran confesión.
[Clic]
El flash de la cámara cegó por unos momentos a Jimin. Yoongi sonrió culposo —Ups, pensé le había sacado el flash— Fue empujado lejos, optando Jimin por recargarse sobre la ventana a su izquierda. Pero no duró mucho ya que Yoongi lo rodeó por los hombros y nuevamente lo acercó a él, y bien, Min era mucho más cómodo que una plana y vibrante superficie, así que con gusto se dejó y descansó hasta que llegaron a destino.
Y apenas pisaron el lugar, la expresión de Min se transformó y él simplemente podría lograr opacar el animado lugar, pero era algo imposible ya que todo mundo parecía estar envuelto en alguna aura de entera felicidad. "Demasiadas personas" pensó. —Esto es un caos, vámonos Jimin, tal vez haya un café cerca por...- no obtuvo respuesta —¿Jimin?— miró a sus costados, nada, okey, no iba actuar como el lunático que era cuando Jimin desaparecía. Yoongi buscaría tranquilamente a su amigo.
—¡Jimin!— llamó en tonos "normales" llevando su mirada a todo su alrededor. Sus ojos iban para todos lados y no lograba dar con el enano rubio —Lo encuentro y... ¡Jimin!—
"Tranquilo Yoongi, debe de estar cerca, esa garrapata no puede haberse ido muy lejos..." se dijo en mente. Luego su vista recayó en una cabellera de igual de rubia que de su amigo, se acercó a pasos apresurados y cuando lo tuvo a corta distancia, lo giró por los hombros —Jim...- no era él.
—¡Mamá!— gritó el niño rubio —¡Mamá!—
—No mocoso, no— trató de calmarlo —Fue una confusión, deja de gritar—
—¡Oiga! ¡suelte a mi hijo!— la equivocada mujer alzó su cartera de falso cuero y el pelimeta solo accionó a cubrirse tras los golpes certeros.
—Señora, deténgase, solo me confundí de persona, ¡pensé que era un amigo!— su explicación no estaba siendo escuchada, porque al parecer aquella mujer pasó a ser sorda. Por lo tanto a Yoongi no le quedó de otra que salir corriendo para evitar seguir recibiendo los injusto golpes. Y por más que quisiera sentirse enfadado, su preocupación estaba por encima de las otras emociones.
—¡Yoongi!— la voz aguda que bien conocían los oídos de Min se escuchó detrás suyo —¿A dónde fuiste?— ¿En serio el enano era el que pregunta aquello?. Yoongi suspiró y lo tomó de la mano, él no lo volvería a perder de vista.
—Enano tonto, fuiste tú el único que se fue—
Y mientras Yoongi soltaba alguna que otra queja, la mirada del menor se translado y permaneció sobre los dedos entrelazados, en sonrisa tímida apretó un poco más el apretón y ahí estaba nuevamente, aquella cálida sensación que lo había sorprendido la tarde ayer. Estaba presente de nuevo, haciéndole sentir raro en su pecho. —Yoongi— nombró con cierta inseguridad, y mostró lo que sostenía en mano —Lo vi y supe que te gustaría— el tan famosa mascota japonesa se le fue entregado a Min. Jimin miró curioso, a la espera de alguna emoción contenta —¿Te gusta?, porque a mí me gustó mucho, así como, mucho mucho— No evitó que sus nervios le tocasen un poco y el morder de sus labios así lo demostró.
—¿Bromeas?— Su rostro era iluminado. Yoongi estaba realmente feliz —Es una mochila Kumamon, por supuesto que me gusta—. Jimin asintió sonriente, lo próximo que sintió fue a su amigo abrazándolo como agradecimiento —¿Sabes que te amo, verdad?— Una sonrisa —Sigamos, este lugar empezó a agradarme, tal vez encontremos otras cosas de Kumamon—
A pasos hipnotizados el menor lo siguió, y puede que tal vez ahora tuviera alguna una idea del porqué de los remolinos en su interior.
Pero de alguna forma no se permitió seguir con aquellos raros pensamientos, llegando a que estaba haciendo mal en pensar de esa manera. Para su suerte su distracción apareció frente a ellos —Yoongi, entremos—. El pelimenta observo desconfiado la carpa roja y el letrero que tenía escrito "Adivina". Y bien, solo le daría el gusto a su amigo pues esas eran mierdas mentirosas.
Y solo les bastó darle un vistazo al interior para salir con la misma velocidad que habían ingresado, rápidamente. Ya que las calaveras de porcelana y la bola de cristal en el centro de la mesa era algo así como, malditamente ridículo, bastante.
—Vayamos a algún puesto de comida— Propuso Jimin al ver tantos.
Yoongi ladeó su boca en disconformidad, y negó —No, puede ser malo para el bebé—
—Eres muy atento Yoongi, ¿désde cuándo lo eres?— soltó una risita.
Min lo codeó débilmente —Por supuesto que lo soy, ese mocoso debe de salir fuerte, ¿quién más nos cuidaría cuando estemos viejos?— dejó reposar su brazo en los hombros del menor y siguió diciendo:—El debe de cuidar de sus viejos padres—
Se podría decir que el sol estaba haciendo excelentemente su trabajo al iluminar y otorgarle brillo a todo lo que tocase, pero los ahora brillosos ojos de Park Jimin estaban emanando brillo propio. ¿Es qué acaso el tonto de su mejor amigo quería ganar alguna medalla de oro por ser padre del año?, porque si él seguía así, entonces lo lograría.
—Hey, ¿seguimos?, tenemos que alimentarte y al mocoso también—
Jimin asintió con una amplia sonrisa, pero dijo:—Be-bé— corrigió por ya no sabe cuantas veces, aunque en algunas ocasiones simplemente se lo dejaba pasar.
...☾
Un sonoro suspiro de cansancio se escuchó en la habitación, Yoongi dejó caer su cansada existencia sobre el sillón. El ir de un lado a otro con un hiperactivo Jimin mientras chillaba emocionado:-"¡Allá!" "¡Vamos allá!" "¡Ahora allá!"-, lo había dejado agotado, y daba por seguro que sus supuestas piernas de pollo ahora si eran de un deportista.
—Descansa un poco y mira televisión. Yo prepararé algunos sándwiches—. Y antes de que el mayor hablara en protesta, Jimin lo interrumpió —No estaré cerca de fuego o algun otro peligro, también haré de los que te gustan—. Ahora si el pelimenta podría mantenerse relajado en el sillón mientras se distraía con cualquier programación en la televisión.
En medio de tarareos Jimin se encargaba de preparar los dichos sandwiches, sonrisas lo atrapaban de vez en cuando pues su amigo sí que tenía gustos algo extraños con respecto a sus sándwiches preferidos. Pero.. ¿Quién era para juzgarlo cuando él tenía el mismo gusto?. Culpen a Min quien terminó de convencerlo con esos sabores.
—Don't give up, I won't give up. Don't give up, no no no— sus tarareos fueron un poco más escuchables, a lo que un no muy concentrado Yoongi logró escucharlo —Enano, cantas bien— le comentó para la pena de Jimin.
Su tarde noche fue se basó en comer los sándwiches preparados y mirar por séptima vez la película de la momia. A la cual Jimin se había acostumbrado y por lo tanto le perdió completamente el miedo, y eso a Yoongi ya no le parecía gracioso. Pero de todas formas ahí estaba él, viendo la repetitiva película.
—En esta parte Rick le saca el escarabajo— Min murmuró, siendo molesto.
—Yoongi... ya lo sé, y tú sabes que lo yo sé— lo golpeó en el pecho, un ligero manotazo.
El silencio se mantuvo por unos minutos, así también la concentración en la película, y siguió así aunque el teléfono estuviera siendo molesto por el sonido que emitía ante el llamado.
—Jimin, ve— Yoongi dijo aun con la vista en el frente.
—No, ve tú— Él se mantenía con la misma concentración que el pálido.
—Está por terminar— gruñó Min.
Un ladeo de labios —Por eso mismo, ve tú—
En fin, ninguno se movió aun sabiendo cual sería el final de la película. Y cuando esta llegó a su fin fue Yoongi quien caminó hacia el aparato molesto y revisó el registro de llamadas, y aquel número se le hizo tremendamente familiar.. Uh, muy familiar de hecho.
—Jimin, es el número de la casa de tus padres— sus labios se fruncieron luego.
—Mis padres...— El menor repitió en voz baja al darse cuenta de una muy importante cosa, ellos aún no había hablado con sus padres de cierto asunto primerizo.