—¿Cómo está mi yerna favorita? —Me abrazó y yo solo di unos pequeños golpes en su espalda pero en mi cabeza resonaba eso de yerna. Oliver le había contado lo que había sucedido entre nosotros… Y peor aún cuando mencionó: —Supongo que me va a preguntar por su amorcito, no tardará en llegar es que trae la moto muy cargada y viene despacio. ¡Me alegra tanto verla hija! Y estoy orgulloso de que ustedes se hayan dado esa oportunidad. —¿Qué que cua? En que momento había pasado todo eso que yo no me había percatado, lo de nosotros solo fue sexo bruto. Ahí no habían sentimientos ni emociones inmersas. Mi papá me miraba asombrado y dijo: —Pues amigo Francisco aquí la niña no había dicho nada. No sabía que estábamos emparentados. Pero eso hay que celebrarlo, venga y brindamos con un whisky. —¡Ay