Después de tomar una ducha y secarse el cabello, tomo una revista y se apoyó contra la cabecera de la cama para hojearla casualmente.
De hecho, Máximo no hizo nada en el estudio, solo se sentó frente a su escritorio y miro estúpidamente su computadora, pero su mente se llenaba de imágenes de ella saliendo del auto, bailando con él, su fragancia… toda ella lo hacía soñar despierto.
Después de haber consumado su matrimonio, de probar su sabor, parecía haberse vuelto adicto, constantemente se decía que tenía que controlarse, ni en sus años más jóvenes se había comportado de esa manera. Era como un adolescente cachondo.
Tomo un puro y fue al balcón tratando de aligerar sus pensamientos, pero no funciono.
Media hora después, salió del estudio y fue al dormitorio. Con suerte ya debería estar
