4

2746 Words
Las próximas horas pueden ocupar la palabra extraña e incómoda, no creí poder verle el culo a alguien desde una retrospectiva tan cerca a decir verdad y menos crear excusas para evitar un regaño por lo ocurrido, ya que Megan también tuvo la misma vista que yo—gracias a Dios—no esperaba más. -¿Te seguirás desnudando frente a nosotros?—Mis ojos parecen recibir de nuevo una carga porque se vuelven a abrir en medio de la cena, en la cual estamos presentes Darién, Megan y yo. Y Erin pasa de un lado a otro trayendo los platillos. Darién me da una mirada inquietud y asombro pero yo solo introduzco el pedazo de carne a mi boca seguido de un sorbo de agua para evitar atragantarme. Una cena bastante larga, desde las miradas intimidantes de Darién hasta las preguntas de Megan sobre por qué Toulouse tenía una cola blanca y larga y ella no. Alguien sálveme. ** Regreso gustosa a mi cueva, porque es un lugar seguro, mi espacio donde guardo mis secretos y permanezco en mi comodidad, que obviamente dura poco. Erin entra a mi habitación para dejarme un vaso de agua, ya que sufro de insomnio—no es raro—y por alguna razón las pesadillas sobre abundan en la noche y me levanto sedienta.  Logro poner la música a un volumen considerable y me es inevitable no tomar mi cepillo para el cabello y recorrer la habitación cantando “How Long” de Charlie Puth. She said, "Boy, tell me honestly Was it real or just for show?", yeah She said, "Save your apologies Baby, I just gotta know" Cuando menos espero al dar la vuelta me encuentro con unos ojos azules que destellan, me observa enseguida de pies a cabeza tratando de contener la risa, y entra tranquilamente dando unos leves aplausos. -Ahora entiendo qué es lo que haces todo el tiempo aquí metida—Juega con su lengua sobre sus labios y si, es inevitable no observar mientras hace esto y juega con el piercing en su labio inferior. -Mejor lárgate—Entro en la delicadeza echándolo, porque él entra como patrón por su casa—que por cierto prácticamente lo es—pero es mi habitación. Me deslizo como un gusano por la habitación hasta llegar a un pequeño espejo—podría considerarse un tocador—y dejo mi cepillo dispuesta a ignorarlo, pero esto se hace cada vez más difícil porque siento sus manos deslizarse tranquilamente por mis brazos que están desnudos. Llevo mi pijama puesta, hace calor y contando que nadie entraría me puse un short gris acompañado por una camisa de tirantes blanca. ¿Hace de repente calor aquí? Quita unos mechones de mi cabello dejando a la vista mi cuello ¿Ahora es vampiro o algo? Debo huir, ahora Elaine, corre. Sin decir nada más y aguantando la respiración se aleja dejando su peso en la silla de mi escritorio. -Supongo que eres ya conocida por todos—Levanto las cejas por su repentina conversación--¿Cuánto llevas aquí?—Ladeo mi cabeza tratando de entender su repentino interés del cual no se había dignado a demostrar en lo que llevamos de conocernos—o las horas incomodas. -Fuera de mi habitación—Hago que retroceda un poco con las manos en su pecho pero mi respiración se hace inestable y él lo nota ya que no permite que nos movamos, ninguno de los dos. Vuelvo a intentar que se mueva pero es evidente, no puedo, y la cercanía que presenta hace que mis piernas no encuentren estabilidad. –Algunos meses—Respondo finalmente soltando un suspiro y alejándome de él. Eso es zona de peligro. -Ya veo—Asiente viendo algunos artefactos  de la habitación—Y eres querida por todos—Afirma pero yo no inmuto una sola palabra, no me permito solo me dirijo al borde de la cama para tener mejor visibilidad de su trasero. --¿Cuánto tiempo te quedarás?—Me observa por encima del hombro mientras huele mi perfume. ¿Qué carajos hace? -No lo sé—Respondo entre un suspiro porque en verdad no lo sé, el General Arthur me acogió y prácticamente adoptó en tiempo record. -¿Cuánto tiempo crees, o puedes?—Se gira de talones para verme a los ojos, como si clavara pequeñas astillas dentro de mí y estuviera en alguna clase de interrogación descifrando todo de mí con una mirada, como si sus ojos fueran un polígrafo. Pero es suficiente--¡Ya basta!—Me levanto de repente de la cama obteniendo su atención—Esto no es un interrogatorio ¡Demonios!—Y si, cuando me exalto, lo hago de verdad. --¡Sal de aquí! –Ordeno señalando la puerta, y por primera vez siento algo de consideración de su parte cuando sale de la habitación. ** Darién. Mis manos sudan y no entiendo el porqué, ¿acaso fui muy tosco? Pero me es imposible no serlo, después de haber encontrado y vivido con tanta gente interesada no se me hace raro que alguien esté por esa razón en esta casa, y es que no logro confiar en nadie. Tantas veces me he mudado y creí en tanta gente que lo único que logró fue la decepción de mí parte, hasta mi propia madre siéndole infiel a mi padre. Un recuerdo que trato siempre borrar. Entro a mi habitación cuestionándome a mí mismo por el interés, la manera en la que Elaine me atrae no es normal y en verdad no lo es. No solo al verla en mi casa, pero el puñetazo que le dio a mi amigo me dejó sorprendido ya que nunca en mi vida había visto cosa igual, mujer como ella no  había estado a mi vista hasta ese día. Pero las dudas me invadían, jamás había oído de ella y nunca en mi vida la había visto—juro que lo recordaría—pero nada, pensé por unos minutos y en realidad apenas la conocía, pero mis padres, parecía que la conocían de toda una vida dejándola vagar por todos lados y haciéndose cargo de ella, y sin duda el misterio en ella y su manera de expresarse me dejaba inquieto y curioso. Toco un par de veces la puerta del despacho hasta que finalmente la voz de mi padre se hace presente dejándome pasar. Hay varios papeles en su escritorio y lleva puesto su uniforme por lo que supongo que ha llegado hace poco ya que la corbata está mal puesta y su camisa medio desabotonada. -¿Qué sucede?—Pregunta ya después de unos segundos ya que me he mantenido inerte viendo la lamparita amarilla a su lado ¿en qué bicho raro me he convertido?--¿A qué amerito tu visita hijo? -Señor, yo…--Me pongo firme ya que sin duda debo dirigirme educadamente hacia mi padre, soy hijo de un militar, claro está. –Quería preguntarle sobre Elaine—Este niega enseguida—Solo quiero saber…hay algo extraño en ella, y sin duda me esconden algo. Bufa finalmente mirándome mientras reposo en el brazo del asiento de cuero—Darién, los padres de Elaine, están muertos—He aquí un misterio resuelto—Su padre, era como mi hermano, un amigo, compañero de trabajo, la adoptamos como sus tíos, cuando ella cumpla 19 recibirá su herencia y decidirá si desea irse. -Yo…--No logro inmutar otra palabra, porque he sido un desgraciado, me he portado de una manera desagradable con ella y mi corazón se ha agitado con solo verla y sentido destrozado al saber lo sola que está. – ¿No tiene a nadie más?—Mi padre niega enseguida ¿cómo es posible? -No tiene a nadie más, solo quedaba yo—Alza sus brazos—Así que cualquier cosa que hayas dicho o hecho será mejor que te disculpes. La he cagado, pero bastante. ** Elaine. El sonido más horroroso que puede existir me despierta, si, hablo de mi despertador. ¿Podré seguir viviendo de ésta manera? Logro ver la hora y finalmente si es hora de ir a la universidad. Pero me siento agotada y toda la culpa seguramente es de Darién, no por la discusión, sino porque estoy segura que él fue el que cambió la hora de mi alarma haciéndome despertar a las 3am. ¿Quién en su sano juicio hace eso? Debo ponerle una contraseña a mi celular, quién sabe qué más vio. Me levanto mi propio reflejo logra espantarme, mi cabello parece un nido de pájaros, y tengo unas terribles ojeras por las que puedo pasar siendo un panda. ¿En qué me he convertido? Niego un par de veces después de mí transe para ir al baño e intentar arreglar esto. Después de un intento de cubrir mi cansado rostro por culpa de Darién bajo a la cocina para tener un buen desayuno y aprovecharme de la cafeína. -Mi niña ¿qué te pasó?--¿Enserio, tan mal luzco? –Pareces un mapache—Pasa una mano por su boca sorprendida junto a la caja de galletas de chispas de chocolate que tanto me gustan. -Espero que no sea de los rabiosos—Habla Megan con la cuchara en mano. –O sino, debemos llevarla al doctor ¿verdad Erin? Y ponerle una inyección anti rabia—Asiente orgullosa por su idea pero yo solo siento temblar mis piernas queriendo ahogarme en el cereal. -¿Dónde está Darién?—Erin alza las cejas curiosa por mi pregunta, y no lo dudo, porqué preguntaría por el infeliz ese, y es que en verdad no tengo ganas de verlo ni en pintura, pero merecería un buen castigo por hacerme desvelar. -Se fue temprano, comienza entrenamiento—Informa Erin dejando a un lado el jugo de naranja—Imagino que vas tarde querida, será mejor que te apresures—Me fijo en el reloj redondo que está encima de un mesón, y en efecto voy tarde. Salgo corriendo de la casa, me subo en la camioneta y trato de encenderla, pero esta suena como un viejito con un catarro ¿por qué a mí? Golpeo una y otra vez mi cabeza en el manubrio—Pedazo de chatarra—Grito antes de cerrar la puerta y encaminarme a la parada de autobuses. Finalmente llegaría tarde ¿no? Me salté dos horas ¿qué más da? -Se puede saber dónde estabas, me has dejado sola todo este tiempo—Bridget se me acerca con un café en mano el cual no tardo en arrebatarle, ¿cómo es que me ha causado tanto daño el no dormir bien? No suelo hacerlo… -Apenas tenemos algunas clases juntas, no exageres. Todo es culpa de Darién—Paso las manos por mi frente cayendo en una de las bancas debajo de uno de los árboles que rodean la universidad. -Espera, espera, ¿qué tiene que ver que no hayas dormido con Darién?—Abre los ojos sorprendidas dando saltos en si misma--¡Oh Santa virgen y el café!—Me arrebata el vaso enseguida para darle un sorbo--¿Cómo es en la cama, es tan bueno como dicen? No puedo creerlo, pero si has golpeado a su amigo, y ¿cómo has conseguido encontrártelo?—Mi cabeza está en un vaivén de cosas que no logro entender, en definitiva Bridget logra ser peor que Megan muchas veces. En cuanto me permito coloco mi dedo índice en su boca impidiendo que hable más y que siga formulando preguntas—No tuve sexo con Darién por Dios—Hago una cara de asco—Vivimos juntos—Y aquí viene la cara de qué estás hablando—Es Miller, ¿no se te viene a la cabeza, unión familiar? El Sr. Arthur Miller. Abre la boca en forma de O como si todo ahora tuviera sentido, y pues sí, lo tiene, no entiendo cómo es que antes no me di cuenta. –El súper sexy de nuestra universidad vive contigo—He aquí de nuevo los saltitos de niña—No puede ser, es como…tu hermano, vives con él, ¿lo has visto en la ducha o algo? -Primero que todo, ¡No es mi hermano! ¿Ok?—Asiente asustada por mi repentina actitud, pero es la verdad, nosotros no tenemos ningún parentesco familiar aunque me hayan prácticamente adoptado los Miller. —Y supongo que una vista de su…--Me compongo enseguida. Calma Elaine, no pienses en sus brazos…sus abdominales ¡Despierta!—Él tiene su espacio y yo el mío. -Ya veo—Asiente con los ojos achinados—Tendré que visitarte más seguido—Ríe de repente dándome unos golpecitos. Y logro escuchar a unos chicos murmurar al lado de otras bancas donde están reunidos algunos ¿qué ocurre ahí? Bastantes universitarios se encuentran escuchando atentos, y logro adivinar de quién proviene la voz, Nick, el chico que recibió un leve golpecito en la nariz, y efectivamente está ahí con sus codos posicionados en la baranda de atrás sonriéndole a las chicas y a su lado está Darién, con una camisa negra que se le pega al cuerpo junto unos jeans desgastados conteniendo una carcajada. -Y antes de que pudiéramos darle su paliza salió corriendo al ver a mi querido amigo—Señala a Darién quien lo mira entre carcajadas-- Mientras yo me reponía, cualquiera que se meta con nosotros lo sabe—Suelto un bufido notorio ante todos y logro su atención. -Gran historia sin duda—Aplaudo levemente acercándome y al tiempo escucho la voz de mi amiga susurrándome: ¿Qué diablos haces? Pues eso mismo me pregunto yo ¿Qué mierda estoy haciendo? Pero es muy tarde, tengo todas las miradas posadas en mí y mi mirada se conecta por segundos con la de Darién pero rápidamente la ¿esquiva? –Tan sorprendente que parece mentira—Nick alza las cejas presionando sus labios, porque puedo soltar todo en este momento y dejarlo caer en su propia mentira. Darién vuelve a mirarme de reojo y sonrío pero me vuelve a esquivar ¿y a este qué le pasa? Primero se me acerca, coquetea, luego me trata de mierda, me interroga, pone una alarma a la madrugada impidiéndome dormir como se debe y ahora me ¿ignora? Creo que yo debería ser la que lo ignore y esté molesta. -Pero nuestros buenos jugadores pueden contra todo claro—Le guiño el ojo viendo como sus hombros dejan de tensarse y de repente me toma del brazo acercándome a él y haciéndome sentar a su lado. Hace una señal y todos los presentes se alejan excepto Bridget que se encuentra estupefacta ante lo ocurrido, y seguro, yo también lo estoy. -Entonces ¿no dirás nada?—Me suelta de repente observándome detalladamente, diviso a Darién pero nada, ni una sola mirada, permanece inerte observando al más allá ¿quién se cree? ¿Estará filosofando o qué? -Y dañarte la atención de las chicas y admiración de otros—Bufo haciendo un ademan con la mano—Para nada—Suelto una risita que al parecer nadie entiende menos yo. —Deja así Nick, después de todo me deberás un favor--¿Debo recibir algo a cambio no? Darién suelta una sonrisa ladina e intenta decir algo pero se retracta ahora revisando su celular. ¿Bipolar? Hello… -Sabes mi nombre—Sonríe Nick, oh no amigo, te equivocas, conozco esa mirada pero lo que sea que intente, no funciona conmigo. —Así que quiere que te devuelva el favor, ¿cómo y dónde lo quieres?—Enseguida posiciono la palma de mi mano en su rostro evitando más contacto visual. -Alto ahí—Hablo llamando la atención al tiempo de Darién quien se ve igual de sorprendido a  su amigo—No hablo de ese tipo de favores, no me atraes de esa manera—Enseguida en su rostro veo ¿decepción? Se nota que no están acostumbrados al rechazo estos chicos. –Cuando menos te los esperes necesitaré tu ayuda, después de todo creo que ahora somos amigos—Le doy mi mano formalmente en un saludo que responde confundido. Y así, me alejo, dejando la sorpresa en ambos chicos y preguntándome ¿Qué le ha ocurrido a Darién? Pero, ¿por qué me preocupa? Que se joda.          
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD