Los CEOs enamorados

4. Elián. Todo se descrontrola

Estuve hablando con Adara, sobre que me iré a Europa a estudiar, ella se pone triste, pero le comento que jamás dejaré de perder el contacto con ella. Venga es mi mejor amiga, el tiempo no cambiará eso.

Me ha comentado, mientras me ayuda a arreglarme, qué están aquí los hermanos de ensueño, qué ella quisiera que la mirasen, pero que los chicos tienen gustos más exuberantes. No le presto mucha atención a eso, es que no tengo cabeza para pensar en un hombre, tengo un novio, bueno tenía hasta esta mañana, cuando le dije que me iría a otro continente decidimos terminar, porque además no quise acostarme con el como despedida. Y es que no me siento lista para el sexo. Y más si me iré lejos de todo.

Platicamos y para mi sorpresa nos interrumpe el chico de hace unas horas. Parece nervioso. Otro chico llega lo saluda y se lleva a mi amiga a bailar, qué parece que flota en una nube.

—¿Quieres bailar?—Pregunta el, yo me cruzó de brazos, al pareces no se acuerda de que me intentó correr hace unas 2 horas.

—¿Lo dices enserio?

—... ¿Si?...

—Eres un idiota—Le digo y parece que en ese momento entiende quien soy. Yo sonrío de medio lado de la satisfacción de que me recuerde.

—No sabía... Yo... Lo siento...

—¿Qué sientes? ¿Haberme corrido? O ¿Hacerme menos por que tienes dinero?

El respira profundo antes de contestar se compone en su actitud anterior. Entrecierra los ojos antes de contestar.

—No me hables como si tu fueras un maldito santo

—No lo soy, pero trato a las personas con respeto

—Y por eso me insultaste ¿No? —Me dice molesto y realmente cerca.

—Te trate de la misma manera que tu a mi.

—Ya... Y tu educación y respeto...

Dice más como burla.

—Lejos de ti.

Me doy la vuelta y me marcho. No pienso discutir con este pedazo de imbécil. Pero cuando veo que Daniil se acerca a mi. Yo retrocedo, tratando de huir de el.

Chocó de espaldas con alguien me giro y es el mismo chico de hace un rato.

—Otra vez tu—Dice y yo finjo una sonrisa antes de contestar.

—Sabes. Pensé mejor tu propuesta y vamos a bailar—Lo tomo fuerte de la mano y lo obligó a ir conmigo a la pista.

Me mira confundido y claramente molesto, veo a las chicas que estaban con el, fulminandome con la mirada. Mientras Daniil continua acercándose, no le importa que este bailando con el

—¿QUIEN demonios te crees para hacer...

—Agh callate—Le digo mientras me pongo de puntas y lo beso, a lo lejos veo a Daniil parándose de golpe al verme besar a este chico. El está sorprendido, pero no me aleja. Daniil se sigue acercando, hasta que me toma de la cintura y me atrae hacia el, por un momento, pequeño, muy pequeño, me dejo llevar su sabor suave y su calidez cuando me pega a su cuerpo siento la dureza qué ya tiene. Me alejo cuando veo que Daniil se va del salón. Nos separamos y el me mira confundido.

Me doy la vuelta y me largo a buscar a mis amigos.

La velada continua normal, pero conforme van quedando menos personas, se empieza a salir de tono, chicos incluso yéndose a los rincones a consumir alguna especie de droga o simplemente a coger con alguien. En un pequeño espacio hay los más sensatos, me acerco y están jugando y burlándose entre ellos.

—¿Porque me besaste? —Una voz en mi oído me hace brincar

Me encojo de hombros

—Quería ver si sabias divertite

—Claro que se divertirme

—Lo dudo—Me burlo, ya que él parece el tipo de chico que siempre sigue las reglas.

—Puedo divertirme más que tu—Me dice. Y yo me rio, porque dudo que sea cierto —Vamos probemos— dice en reto

—Te reto a que te metas a la fuente del vestibulo

—¿Porque lo harías?

—¿Porque no hacerlo? —Le digo—O te da miedo

Si expresión cambia y va directo a la fuente se mete con todo y ropa, haciendo un relajo. Hasta que un guardia nos ve y tenemos que salir corriendo, yo me rio a carcajadas, y el también

Se acerca a mi un poco

—Mi turno, te a interpretar un baile sobre el escenario

Y señala con su cabeza un evento en el salón de a lado donde hay un evento cristiano, y mentiría si dijera que no me brillaron los ojos de emoción.

Me subo al escenario cuando están orando, el conecta su celular a la bocina y pone algo de música. Comienzo a moverme y bailar. Los presentes, los hombres están fascinados y las mujeres me miran con desaprobación, muevo mi cadera al ritmo de la música, hasta que el mismo guardia no grita y salimos corriendo.

Por algún extraño motivo seguimos con esto de los retos en la velada. Nos aburrimos de estar aquí, y salimos a la calle, el me reta a conseguir unas cervezas en una tienda y lo hago porque es un hombre el que atiende. Lo reto a besar a una desconocida, qué resulta ser una chica gordita qué queda feliz con el beso.

—Te reto a tatuarte—Le digo y el sonríe

—Pero tu conmigo—Asiento y si el reto consiste en que yo elija su tatuaje y el lugar, la cara queda prohibida, ambos elegimos el antebrazo, y el trato es una palabra.

Ninguno puede ver hasta que termine.

El eligió ponerme Loca, y yo elegí ponerle raro

Nos ponen los parches y nos vamos a tomar cervezas en la playa hay algunos retos más.

Nos tomamos un six entre los dos reímos un poco de las locuras que hemos hecho.

—Nunca me había divertido tanto—Dice el

—Ni yo—Le digo dándole un trago a la cerveza, el vestido ya es un asco. Pero estoy a gusto—¿Y ahora?