Los CEOs enamorados

5. Claus. Todo se descontrola

Debo reconocer, qué la loca esta tenía razón, no suelo divertirme mucho, de hecho solo hago lo que debo hacer. Pero hoy ha sido realmente divertido, y si tal vez en un futuro me arrepienta del tatuaje, pero al menos hoy, valió la pena.

—Te reto a meterte desnuda al mar

—No, paso—Dice muy seria y yo levanto las cejas divertido—Ey aquí solo tu estarías feliz.

Me levanto y me quito la ropa, me quedo con el bóxer, ella me mira todo el cuerpo y se pone roja.

—¿Vienes?—Le extiendo la mano, y para mi sorpresa ella la toma para levantarse y se quita el vestido, dejamos la ropa con la cervezas. Y nos metemos al mar, qué está a una temperatura rica.

Jugamos un rato en el mar, realmente en todo el tiempo que llevamos con este juego, no se su nombre, ni nada de ella, solo he disfrutado, y además tampoco la he tocado ni mucho menos. Me comienza a echar agua y yo me sumerjo hasta y la jalo bajo el agua, jugamos y demás hasta que termino abrazándola y ella me rodea con los brazos el cuello. No se porque pero ahora me siento nervioso, este contacto con ella me pone muy nervioso. Es ella quien me besa, sabe a alcohol y algo dulce, soy yo quien le pide acceso a su boca y lo acepta, nuestras lenguas se encuentran y venga tengo 16 años, de inmediato reacciono, al sentirme así, ella sonríe de forma traviesa sobre mis labios. Nos hundimos un poco por que esta profundo el mar y no coordinamos nadar y tocarnos así. Se acerca a mi oído.

—Te reto a irnos de aqui—Me dice y yo asiento, salimos del mar en silencio, la tomo de la mano después de vestirnos

—¿A donde vamos? —Pregunto de menea inocente, ella me abraza y señala el hotel de lujo qué se ve desde donde estamos, sonrío ante su propuesta, pero nos guió hacia allá, vamos en silencio, creo que ambos tenemos miedo de cortar esta magia. Afortunadamente en un hotel donde conocen a mi familia así que rento una suit con vista al mar, si necesidad de identificación. Y lo cargan a la cuenta de Nikos, prefiero que el me cuestione y no mi padre.

Ya en la habitación, ella va al balcón y contempla la vista. Se recarga en el balcón. Y yo la rodeo por atrás. Dándole pequeños besos en el hombro. Todo el contacto fisico con ella me pone nervioso.

—eh... Nunca he estado con nadie—La miro sorprendido, con la confianza que desprende para seducir, besar y hablar, pensaría que tiene experiencia.

—Ni yo—Ella también se sorprende y sonrió de medio lado, me pongo rojo—No tenemos que hacer nada, sino quieres

Se gira quedando frente a mi, me rodea con sus brazos el cuello

—Ni si quiera se tu nombre

—Ni yo el tuyo—Le digo robándole un pequeño beso en los labios—¿Quieres saberlo?

—No realmente—Me dice ella y es extraño porque yo quiero saberlo, pero siento que si nos decimos eso. Esto tomará otro rumbo. Será algo personal, algo íntimo, y en este momento solo es algo... No lo se... Me atrae a su boca y la beso, son de forma tierna, y van subiendo de tono, más y más. Hasta fundirnos en un abrazo delicioso, lleno de caricias. La meto a la habitación y la gui hasta la cama, qué está realmente suave. La acuesto poniéndome sobre ella, los besos no paran. Mis manos con nervios la empiezan a recorrer, todo sobre la ropa, pero entonces ella me quita de encima, se levanta y para mi sorpresa se desnuda completamente, me deja verla desnuda y tiene un cuerpo increíble, su piel suave y blanca, solo dos cicatrices le recorren una pierna, pero fuera de eso es hermosa, me muerdo el labio inferior, y de inmediato me desnudo, ella me mira, su mirada se posa un poco más en mi pene, y se pone roja, abriendo los ojos.

Ambos de pie, la atraigo a mi y sin esperar más la beso, hasta llevarla de nuevo a la cama. Me pongo el condon con nervios, y ella es paciente, me pongo de nuevo sobre ella. Guió mi m*****o a su entrada, antes de hacer nada la miro a los ojos, esos enormes ojos que me encantan.

—¿Estas segura de esto?—mordiendo mi labio inferior igual que lo hace ella.

—Si, ¿Y tu? ¿Quieres perder tu virginidad con una completa loca desconocida?

—Si—Contesto sin siquiera pensarlo, ella sonríe y entonces entro en ella de golpe, una grito sale de su boca y me quedo quieto mirándola, y noto una lagrima salir de sus ojos. — lo siento, de verdad lo siento... ¿Quieres que pare? —

—No, solo espera un poco ¿Si?

Yo asiento, pero me muero por seguir moviéndome, se siente caliente y delicioso. Me gusta, y quiero seguir con lo demás. Pero debo de ser paciente, ella me esta regalando este momento importante para ella.

—Listo—Dice ella y comienzo a salir y entrar de forma lenta, suave, al principio se que aun le duele, pero con forme pasa el tiempo noto como se va el dolor de sus ojos, hasta que mueve su cadera pidiendo más, y con gusto se lo concedo, la embisto una y otra vez, no duró, pero si rápido, sus manos me entierran en mi espalda y algo extraño se siente, cuando comienza a contraer sus músculos vaginales. Esta contracción de ella me lleva a terminar, con un suspiro en su oído, mientras ella da los últimos temblores de placer, me quedo sobre ella. Hasta que decido salirme, deteniendo el condon. Lo amarro y lo tiro a la basura. Regreso a acostarme con ella

—¿Estas bien? —Le pregunto abrazándola, pero ella se recarga en mi pecho y asiente, la siento pasar saliva y la obligó a mirarme, veo que sus ojos brillan—Ey, se que no somos super amigos y ni nos conocemos, pero dime ¿Qué te pasa? ¿Puedo hacer algo para que no te sientas mal?

Ella niega pero la sigo observando, no me gusta verla así. Soy un imbecil creo que arruine el momento tan lindo que teníamos.

—¿Estuvo bien? —Dice con voz ronca y quebrada, yo me rio ante esto.

—Pues no tengo experiencia, pero te puedo decir que en lo personal me encantó, eres maravillosa, no solo en el sexo, tu como persona lo eres, y hacerlo contigo fue maravilloso, y jamás jamás lo olvidaré.

—¿Lo prometes? Prometes que no seré una chica más...

—Te lo prometo loca. Ufff me encantas.

Ella vuelve a sonreir. Comienza a acariciarme el pecho y de inmediato mi cuerpo reacciona y me odio por no tener más condones.

Ella mira mi ereccion y me besa, de una forma tan seductora qué no me puedo resistir y se los regreso. Su mano va a mi m*****o, ahora con más confianza y yo suspiro ante esto. La atraigo a mi, y sin más ella se pone arriba de mi, sin pensarlo toma mi pene y lo introduce, en ella, sentándose completamente en el, y yo gimo de placer, con solo sentirla así a pelo. Si antes fue delicioso, sentirla así ahora es un verdadero extasis. Puedo sentirla toda, su humedad, su calor, el condon es un maldito asco. Y se que debería usarlo pero carajo ella se siente increíble. Entonces comienza a moverse en un a y ven delicioso, carajo creo que no durare nada pero siento honestos creo que ella tampoco, porque su respiración se vuelve agitada y lo hace en mi oído cuando me incorporo para besarle sus pechos. Le masajeo las nalgas, y la Comienzo y no se, mis manos la guían a ir hacia arriba y abajo, ella obedece a las ordenes no dichas y demonios se siente el maldito paraiso

—Ay nena, me vuelves loco. Sigue

—¿Te gusta? Porque ya casi termino raro.

—Me fascina me matas, quiero más de ti. Eres hermosa

Le suelto una nalgada, y ella gime, parece disfrutarlo así que le doy otra, es un maldito regalo estar así con esta chica.

Hasta que con un Aaahh aprieta mi pene, logrando hacer qué me corra dentro de ella, mientras la aprieto más abajo para no salirme. Me derramó todo, cada maldito milímetro de semen esta dentro de ella. Se recarga en mi pecho sobre mi. Le acarició la espalda y en algún momento nos quedamos dormidos.