Lucas se encontraba más tranquilo al fin, de cualquier modo ya había llevado a cabo su desahogo con aquella carta que jamás vería la luz del día, ya venía siendo hora de que tomara el control de sus emociones una vez más, y aunque él no le había llamado para verla semanas después de su cumpleaños, y del mismo modo ella tampoco había tenido la intención de saber sobre él, esta vez no le afectaba del mismo modo, o procuraba no demostrarlo demasiado.
Cuando pasaba cerca del restaurante inevitablemente sus puños se cerraban imaginando que posiblemente Elia se encontraba ahí dentro, simplemente viviendo su vida aparte de él, no debía importar pero lo hacía, y no porque estuviera realmente interesado o enamorado, era la simple idea de ya no tenerla enamorada, a él le agradaba de algún modo que
