No Todo Sale como se Quiere

1216 Words
La risotada que soltó Thianya fue tan estridente que todos los que estaban en aquel bar miraron hacia ella y Jake de una manera sobresaltada. Él la haló por el antebrazo para que se sentara y así poder taparle la boca para callarla, pero ésta lo mordió. — ¡Maldita sea, Thianya! ¿Por qué contigo todo tiene que ser tan difícil? No tienes que llamar la atención de esa manera. — Reclamaba Jake. — Es que eres tan risible a veces, Jake Masters. Vi que enviaste un mensaje ahí que luego borraste, y como eso pasó, creí que era mentira. Otra cosa, no creo que seas de los que ruega por un poco de atención, y al juzgar por el hedor que emanas, has estado bebiendo desde temprano. — Dijo Thianya en tono burlesco. — No he estado bebiendo desde temprano. No quieras alegar disparates sólo para no irte conmigo, porque como dije, hoy serpas mi hembra, ¡Y punto! — Demandó Jake. — Lo siento, lobo feroz, pero yo contigo no voy a ninguna parte. Estoy cansada y me voy para mi camita. Así que si quieres estar conmigo, tendrás que esperar que a mí se me pegue la gana. Buenas noches… Se dispuso Thianya a subir a su habitación cuando Jake la dejó marcharse unos pasos para luego seguirla. — ¿Adónde crees que te diriges, perro Masters? — Te dije que voy a dormir contigo, te guste o no, preciosa. Aquella noche Jake estaba actuando muy arrogante y arrojado, algo que a Thianya le gustaba pero al mismo tiempo le aterraba, ya que ella no estaba siendo la que estaba comandando la situación. Sin embargo, las cosas dieron un giro un tanto diferente al que ella esperaba. — Esta noche voy a entrar a tu habitación y voy a compartir tu cama, sólo quiero dormir contigo. — ¿Dormir, de compartir mi cama como si fueras mi marido? — Preguntó Thianya con una ceja arqueada y un halo de incredulidad en su elocución. — Sí, a ese tipo de dormir me refiero, señorita Sparks. ¿O qué? ¿Preferirías que nos divirtiéramos durante toda la noche como acostumbras a hacer con tus amantes cual perra en calor? — Se burló Jake parándole la mano a Thianya cuando ella la había alzado para abofetearlo. — No me quiero poner violento contigo, mujer. Así compórtate como si fueras una buena esposa, al menos hasta que yo diga, ¿Entendido? Aquella mujer estaba con el deseo inmenso de arañarle el rostro a ese hombre hasta desfigurárselo, pero sólo se limitó a mirar sus orbes grises, los cuales la enfocaban profundamente, provocándole escalofríos a la hembra. Una vez que llegaron a la puerta de la habitación que Thianya había reservado para pasarse los días en aquel hotel en la ciudad de Leke, su invitado tomó la tarjeta para pasar allí, no sin antes poner sus fosas nasales en función para percibir que haya habido algún hombre allí anteriormente. — No pierdas tu tiempo, licán. Aquí nunca había entrado un hombre, es decir, en mi habitación no entra ningún macho. El que quiera estar conmigo deberá pagar el lugar donde quiera tenerme. Inmediatamente Jake escuchó las palabras de Thianya, entró a la aplicación de aquel hotel y en un pestañar tenía el nuevo número de su habitación. — Vienes conmigo, Sparks. — Dispuso Jake arrastrando a Thianya consigo. Ella tuvo que reprimir las ganas de comenzar a remilgar a voz en cuellos cuando vio a unos ancianos caminando justo después de haber salido del elevador. — Viejito, ¿Recuerdas cuando íbamos así tomados de la mano cuando éramos jóvenes? — Preguntó la señora con nostalgia. — De eso hace muchos años, viejita. No le eches la noche a perder a los jóvenes, no los observes tanto… Mira cómo van sonrojados de la vergüenza… — Dijo el caballero sonriéndole a Jake y a Thianya. Él había reservado una habitación muy cerca de la de ella; a una puerta de diferencia, así no tendría que estar tan lejos de la suya si se aburría. — Desvístete, mujer. Ve y date una ducha, la necesitas. A Thianya le dio vergüenza que Jake dijera algo como eso, porque ella se había aseado después de su sesión de intimidad de la tarde, pero al parecer su cuerpo la había traicionado. Como niña obediente que Thianya no era, fue e hizo lo que le impuso Jake, pero para su sorpresa, cuando ella salió del baño, éste se despojó de sus ropas y fue a hacer lo mismo que ella había hecho sin siquiera mirarla. Una vez Jake había terminado de ducharse, salió del baño, y sin decir nada se dirigió a la cama, haciendo que ella fuera con él después de indicarle a la chica donde debía ponerse, ya que ella se había sentado en el sofá de la habitación sin ningún cobertor encima. — Te dije que sólo quiero dormir contigo, Thianya. Ahora bien, si me place hacerte el amor durante el transcurso de la noche, voy a convencerte para que contribuyas con la causa. Aquella mujer se fue a la cama a regañadientes, pero terminó accediendo a la petición del hombre, quien se acomodó para que ella se pudiera posicionarse junto a su acompañante. A diferencia de lo que esperaba Thianya, Jake no la asaltó en medio de la noche, más bien éste durmió cerca de ella interponiendo unas almohadas entre ambos por si acaso algo pudiera levarse. Jake durmió como un bebé, mientras que Thianya se quedó en vela. Realmente ella esperaba que aquel hombre la buscara durante la madrugada, aunque hubo algo que le llamó la atención, y fue el hecho de que él le puso la mano cerca de la marca que el hombre misterioso, susurrando una palabra que fue imperceptible para ella. Entre otras cosas, Thianya intentó quitar la mano intrusa de su cuello, pero ésta volvía a la misma posición, por lo que ella tomó la decisión de irse de retirarse hasta el sofá. — ¿Por qué te estás mudando de lugar, Thianya? — Preguntó Jake con cierta precisión a pesar de estar adormilado. — Es que no dejas de tener las manos cerca de mi cuello, y tengo miedo de que quieras estrangularme. — Explicó ella sus razones. — ¿Y por qué habría de hacerlo, mujer? — Preguntó él mientras se acercaba sigiloso a la chica viendo la marca que tenía a un lado de la base izquierda de su cuello. Thianya se puso la mano sobre la marca con cierta pena para cubrirla; no quería que ningún hombre la viera con algo que ella consideraba una vergüenza. — Veo que ya tienes a tu macho, aun así no te quedas quieta. ¿Él es tan malo en la cama, señorita Sparks? — Preguntó Jake con saña. — N-no lo conozco realmente, señor Masters… — Contestó Thianya con profunda pena. — Te andas acostando con cada hombre, uno te marca y no lo conoces… Eres una zorra incorregible, Thianya Sparks. — En esta oportunidad Jake había recibido una bofetada de la aludida. Acto seguido Jake tomó a Thianya halándola por la cintura, para decirle algo al oído. — Lo siento por el idiota que te marcó creyendo que tenía a su hembra segura.
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