Desde que Dalmara llamó a Boltimor, ellos se pusieron manos a la obra y fueron a contactar directamente al señor Strong, quien gustosamente siempre estaba disponible para esa mujer, que al igual que él era una prospera empresaria de la ciudad de Carcomel.
— Entonces tendremos todo listo para la próxima semana, ¿Verdad que sí, Boltimor? — Preguntó Dalmara de manera coqueta.
.— Sí, mi ama… — Contestó el hombre cabizbajo.
.— Que no te dé pena hablar conmigo, Bolti, aunque me digas ama me hace pensar en muchas cosas deliciosas. ¡Ay, picarón! Por eso bajaste la cabeza.
Aquel hombre mantuvo su cabeza, mientras que su jefe, con la cual mantenía cierta relación amorosa, se lo llevó a sus habitaciones para interactuar íntimamente.
Dos semanas después de la petición de Jake a su amiga Dalmara, justamente en la provincia fronteriza entre Frenchiel y Kindra, Sladia, se celebraba un congreso de empresarios jóvenes quienes debían presentar sus nuevos proyectos, donde los desarrollaban, y en que consistían.
Obviamente, personas de la talla del hotelero Jake Masters y Clide Hams les tocaba asistir y hacer sus presentaciones. Lo mismo pasaba con el hotelero Albert Reeves, el cirujano plástico Edgar Birtove, el mismo que estuvo con Thianya en la ocasión que por primera vez experimentó lo que se sentía ser envestida por la insensibilidad de su supuesto compañero de vida, el tecnólogo Benjamín Conroid, y por supuesto, la relacionista pública y creadora de eventos, Dalmara Uziel.
Sin embargo, lo más sorprendente de aquel acontecimiento social era que el señor Liam Strong se daría cita allí, ya que él no solía salir a la luz pública. Eso fue suficiente para que todo el que conocía aquel nombre quisiera ir a ese evento a como diera lugar. No había duda que en el mundo de los negocios este hombre era muy conocido.
Clide estaba intrigado en gran medida, ya que él daba la mitad de su persona en querer demostrar que ese tal señor Strong no era más que una faceta cobarde de Jake Masters para invalidarle los movimientos a Thianya, aunque no comprendía por qué una actuación tan cobarde e insensible de su parte, si se supone que el hecho de que ella estuviera haciendo y deshaciendo estando marcada por su compañera de vida le perjudicaba también.
No óbstate, sólo le quedaba esperar a ver cómo se daban los acontecimientos el día del evento, ya que entre otras cosas él también era un invitado especial, y no podía darse el lujo de buscar a uno de sus hombres con los que contaba para hacer ciertos trabajaos sucios y quitar de en medio al tal Strong, en caso que él estuviera equivocado y sí fuera real la existencia de ese otro, por lo que tuvo que apostar a la paciencia.
Una que estaba intrigada por darse cita a aquel evento era Thianya Sparks, lo mismo que la propia Renata Pierce, puesto que esta otra chica ni siquiera le había visto con el rostro cubierto como alegaba su amiga, aunque ellas no eran unas empresarias de renombre, por lo que tendrían que esperar a verlo por transmisión en vivo, aunque así tampoco les llamaba mucho la atención ver el evento.
.— ¡Thia! ¿Esperas algún paquete o algo? Según la cámara, hay alguien que está tocando nuestro timbre que parece traer un paquete para nosotras. — Alertó Renata a su compañera de apartamento.
— No estoy esperando ningún paquete, pero si ese hombre insiste, por favor, Orestes, ¿Podrías ir a verificar que ese tipo haya venido por nosotras, querido? Te lo voy a agradecer. — Pidió Thianya.
Orestes fue a cumplir con el mandado, que al bajar a la puerta, el muchacho que había llevado el recado se asustó bastante, ya que ese otro hombre era bastante robusto e intimidante, que sin mucho esperar le entregó el paquete que se le había encomendado llevar.
— Gracias por firmar, señor.
— Sí… — Dijo Orestes y se fue cerrándole la puerta en la cara al mensajero.
— ¿De qué se trata, Orestes? — Preguntaron las chicas al unísono sin siquiera dejar que aquel hombre entrara.
— Parece una invitación, Thianya. — Contestó Orestes.
— ¿Una invitación para qué o para donde, Orestes? — Esta vez intervenía Esteban.
Thianya había ido a arrancarle las invitaciones de las manos a Orestes, quien la derribó en el acto, pero como se distrajo, Renata lo logró hacer con éxito.
— Muchachos, ¡Vamos al evento empresarial ese a conocer al tal señor Strong! — Vociferó Renata, pero su sonrisa prontamente se desvaneció.
— ¿Qué sucede ahora, tarada? — Preguntó Thianya al ver el cambio repentino de la expresión facial de su amiga, mientras se sobaba la zona en la que se golpeó al ser derribada por el guardaespaldas que lo hizo.
— El señor Josh Porter envió las invitaciones, y al parecer tendremos que ser las parejas de él y del señor Liam Strong durante el evento. — Farfullaba Renata sumamente molesta.
— Ustedes estaban ansiosas por asistir a ese evento, damas. ¿Ahora de qué se quejan? Estoy seguro que si entráramos con ustedes, nos negarían la entrada automáticamente, ya que no somos invitados, de lo contrario, sería un honor acompañarlas, chicas, y lo saben. — Refirió Esteban.
— Lo sé, Esteban, y sé que tienes razón en lo que acabas de decir, por lo que tendremos que ir hasta allá con ustedes como siempre, las chicas que andamos con nuestros guardaespaldas, porque me siento igual que Renata, no quiero acompañar a esos ridículos.
Ambas mujeres estaban emocionadas por asistir a ese magno evento empresarial, pero la idea de andar con esos hombres no era lo que ellas estaban pensando, por lo que realmente estaban con la disyuntiva de si aceptaban o declinaban la invitación. Sin embargo, Thianya lo pensó mejor.
— Reni… ¡Voy a aceptar la invitación! Quiero ver de primera mano si ese tipo fue el que verdaderamente me pegó su rabia.
Los tres que estaban con Thianya en la sala de estar de su apartemente la miraron con extrañeza.
— ¿A qué se debe ese comentario, Thianya? — Preguntó Esteban sin rodeos.
— Nunca he podido verlo de cerca sin que esté cubriéndose, o me he podido dar el lujo de observarlo con detenimiento, ahora que va a estar entre gente de sociedad, estará distraído, por lo que podré verificar quien es realmente ese tipo que fue lo suficientemente pendejo para hacer eso que dijo que no haría de volvernos a ver, y no conforme con eso, me marca, el muy cobarde. — Alegó ella mostrando su cuello, que por cierto le punzaba la zona de la mordida.
Las chicas se prepararon emocional y físicamente para lo que sería ser las parejas de la noche del evento en el que estaría presente el señor Liam Strong. Por supuesto, Thianya le envió un mensaje ese mismo día a Clide haciéndole saber que iría gracias a la invitación que le había enviado aquel tipo.
>> Típico de ese tipo…<< Resabió Clide, habiendo mostrado sus ojos en un dorado encendido y gruñendo por lo bajo, ya que una vez más perdía la oportunidad de estar con aquella dama que le gustaba cada vez más.