Narra Gael Si antes pensaba que Valeska me distraía, ahora es una amenaza. Dice algo encantadoramente peculiar y luego me guiña el ojo como si fuera una broma privada. Sé que es falso, pero esa mirada traviesa en sus ojos me saca de quicio. Me dan ganas de acercarme y sacarle todos y cada uno de sus secretos. —Si analizamos la situación desde el punto de vista económico, resulta evidente que la regulación propuesta es una idea terrible— afirma Hank—.Todos mis amigos están de acuerdo conmigo. —Es interesante —digo, molesto por su comentario tonto, por la belleza de Valeska y por toda la maldita noche—. Las únicas personas que he visto argumentando en contra de esa regulación son las que podrían ser condenadas por corrupción si se convirtiera en ley. Hank parece ofendido. —¿Qué estás i