Narra Gael Mi mamá chasquea los dedos frente a mi cara. —Tierra a Gael. Han pasado dieciséis horas desde que llevé a Valeska a la gala y estamos sentados en su oficina teniendo nuestra reunión semanal. Y me han pillado distraído. —Lo siento —me enderezo—. Estabas hablando de la adquisición de Robertson. —No, terminé hace cinco minutos. Ahora estoy en el acuerdo con Swiberg Telecom. Siento que me arde la nuca. Odio decepcionar a mi madre. No porque sea un idiota al respecto, sino porque ha trabajado muy duro para que llegáramos a donde estamos. Cuando murió mi padre, la empresa acababa de lanzar algunos proyectos importantes. Sin mi padre al frente de Industrias Craw todo el mundo pensó que iba a fracasar o, al menos, que se vendería a un precio vergonzosamente bajo. Fue entonces