Capítulo 3: “La reunión”

1594 Words
Pase dos semanas enteras con mis papás en Bristol, realmente habría deseado quedarme más tiempo con ellos, pero tenía que ir a Estados Unidos para reunirme con Lukas, mis papás comprendieron mis motivos por los cuales no podía quedarme más tiempo con ellos, de hecho, ellos también estaban emocionados por este nuevo proyecto y me animaron a que no me diera por vencida. Como escritora, era de las pocas cosas que me faltaban en lograr, después de “Mi rojo amor de otoño” los demás libros habían tenido un excelente recibimiento por mis lectores y en ventas, se podría decir que he mejorado con cada libro, aunque como cada escritor siempre hay un libro que destaca por encima de todos y ese fue mi primer libro oficial que publique “Mi rojo amor de otoño” - ¿Emocionada? – me preguntó Andrea mientras nos subíamos al avión privado. - Uf, te mentiría si te digo que no… ¡Estamos a punto de conocer al gran Lukas Borrow! – ella empezó a sonreírme por toda mi emoción – Dicen que es un señor muy respetado y querido en el cine. - Así dicen – afirmó Andrea. - ¿Dónde nos reuniremos? – le pregunté. Andrea estaba a punto de responderme cuando el capitán del avión nos dijo que estábamos a punto de despegar, nos abrochamos nuestros respectivos cinturones y unos pocos minutos después ya estábamos en los aires de camino a Los Ángeles. -Tuvimos algunos inconvenientes con la agenda del señor Borrow, hice todo lo posible para que pudieran reunirse hoy, él estará cerca de Santa Mónica así que decidí que lo mejor sería reunirnos para un cena en un restaurante famoso de esos alrededores llamado Catch American Seafood – me dijo Andrea viendo todos los detalles en su IPad, allí guardaba toda mi agenda - ¿No hay ningún problema? – me preguntó – Al parecer el señor Borrow también ama los mariscos al igual que tú, tal vez se lleven bien. - ¿Acaso ya estábamos destinados a conocernos para terminar trabajar juntos? – le dije mientras Andrea servía vino en dos copas. - Creo que las cosas están saliendo a la perfección, al iniciar el año dijiste que querías que una de tus historias llegara hasta la pantalla grande y estas a un paso de lograrlo – me entregó una copa con vino. - Todo gracias a ti – le sonreí. - Y a tu dedicación por supuesto – levantó su copa para hacer un brindis – Brindemos porque la película también será un éxito taquillero – ambas chocamos nuestras copas y seguimos bebiendo vino. […] Unas horas después finalmente aterrizamos en Los Ángeles, no tenía ninguna propiedad aquí en California así que tuvimos que hospedarnos en un hotel, amaba la sensación de tranquilidad al bajarme del avión y que no hubiera ningún paparazzi tratando de sacarme fotos, nadie sabía que yo la mujer detrás del seudónimo de “Dorothea Singht” así es, ese es mi famoso seudónimo, el famoso nombre por el que muchas personas están dispuestas a dar más de $50 dólares por conseguir un libro firmado por mí. Tenía muchas ventajas al esconder mi identidad, la más obvia es que puedo seguir disfrutando de una vida normal sin ser acosada por los paparazis, literalmente puedo comprar cualquier propiedad en cualquier lugar sin que algún fan quiera entrar a mi propiedad para grabarse que entró a mi casa y subirlo a internet. Pero entre las desventajas es que diariamente hay muchas personas que se hacen pasar por Dorothea Singht y falsifican firmas o venden una falsa imagen de mí, hace unos años sucedió una gran polémica por una mujer que se hizo pasar por mí y vendió muchas copias de libros por el doble del precio normal, obviamente estafo a todas las personas porque todas estaban ilusionadas de yo era esa mujer, después de ese inconveniente mi equipo demando a esa mujer y le devolví todo el dinero que mis fans habían gastado y les dimos libros auténticos y firmados por mí, debido a eso mi equipo decidió que debía tener r************* oficiales en donde solamente por eso medio le comunicara a mis fans cuando se haría un evento oficial en donde se estuvieran vendiendo o firmando libros por mí. La firma de libros es todo un espectáculo, tengo que esconderme detrás de un cubilo en el cual mis fans solamente puedan ver mis manos y escuchar mi voz real, aunque igual por si alguien intenta pasarse de listo y decide agacharse para ver mi rostro también utilizo mascarilla quirúrgica para que no reconozcan mi rostro, al menos no por completo. Hay muchas páginas en donde han subido toda la información que han recolectado de mi apariencia a través de todos los años, entre las características que tienen: dicen que mis dedos son delgados y alargados y que siempre pinto mis uñas de color rojo, esa es una verdad a medias porque solamente pinto mis uñas rojas para la firma de libros. También se dice que mis ojos son verdes o café, mis ojos realmente son verdes, se dice que soy alta y de tez clara, en realidad soy de mediana estatura, pero si tengo tez clara, dicen que mi cabello es rojizo lo cual es cierto, lo que más varía es mi edad, la mayoría de las personas cree que Dorothea tiene entre 35 años a 40 años. Esa es la característica que por muchos años me ha dado ventaja, no se imaginan que soy un poco más joven. Cuando llegamos al hotel, Andrea ya se había encargado de que mi vestido de esta noche ya estuviera en la habitación, había encargado un vestido rojo con un escote en “V” al frente pero no tan pronunciado, no tenía mangas y me llegaba dos dedos arriba de las rodillas. -Robert hizo un trabajo impecable con mi vestido, le diré que me encantó – dije mientras veía el vestido. - Nos iremos a las 6:00 pm, todavía tienes dos horas libres antes de que vengan los estilistas para arreglarte – me dijo Andrea y yo entrecerré los ojos. - ¿Estilistas? - Se que no te gusta tanta formalidad, pero creo que esta vez la situación lo requiere – me dijo. - Esta bien. Ya que todavía tenía un tiempo libre aproveche para meterme a Twitter y responder algunos mensajes que me dejaban fans diariamente, me encantaba ver la emoción de ellos al saber que les había respondido sus menajes, casi inmediatamente que le respondía a alguien muchas más personas empezaban a etiquetarme en sus publicaciones para que les respondiera, a pesar de que quería responderles a todos era casi imposible porque eran demasiados. Finalmente, a las 4:00 pm llegaron mis estilistas y me peinaron y maquillaron para esta noche. Cuando finalmente estuve lista salimos a las 6:00 pm hacia el restaurante, teníamos una hora para llegar lo cual era más que suficiente para que llegáramos a tiempo. -La asistente de Lukas y yo llegamos ya enviamos los contratos de confidencialidad, recuerde que Lukas tampoco quiere que su identidad sea revelada entonces tendrá que firmar este documento – me entregó su iPad y yo firme el documento – También le envíe el documento a la asistente de él y ya me lo envío firmado así que no hay ningún problema, ambos están protegidos. -Perfecto, gracias, Andrea – le sonreí. - ¿Por qué crees que un director tan famoso como él quiera tener su identidad en el anonimato? – me preguntó Andrea. - Tal vez odia la fama – me encogí de hombros. - Debe ser un señor un poco mayor para que no le gusten esas cosas – dijo y ambas nos reímos, en ese momento su celular empezó a sonar – Es la asistente del señor Borrow – me dijo antes de contestar – Perfecto, estaremos allí en cinco minutos – dijo antes de colgar la llamada – Ya nos están esperando en un sala privada para que solo estemos nosotros. La camioneta se estaciono y salimos. Andrea se encargó de que nos dejaran entrar sin ningún problema. -Este lugar es hermoso, elegiste un buen lugar – le dije a Andrea mientras nos llevaban a la sala en donde no estaban esperando. -Espero que al señor Borrow le guste tanto como a ti… ¿Estas nerviosa? – me preguntó con una gran sonrisa. - Creo que ya no estoy tan nerviosa como antes… De seguro que es un señor bastante agradable. -Está es su sala – nos dijo el mesero y le agradecimos por habernos guiado. -Entraré yo primero – me dijo en voz baja y yo asentí. En cuanto abrió la puerta la asistente se levantó de su silla para saludarnos y recibirnos. Después de que Andrea entrara entre yo y la asistente del señor Borrow me sonrió muy emocionada al verme. -Es un gusto conocerla finalmente señorita Singht – dijo la asistente y yo le sonreí – Por favor déjeme presentarlos finalmente… - miré al otro hombre que estaba en la sala por primera vez y sentí como si por un momento todo el tiempo se hubiera detenido al verlo a él parado allí frente a mi – Lukas Borrow ella es la gran escritora de nuestra generación Dorothea Singht. Y finalmente el momento que pensé que jamás llegaría estaba aquí, la mismísima inspiración de mi mayor bestseller estaba parado frente a mí, el que me rompió el corazón, el imbécil que solía llamarme “Mi amor” … Andrew Kingsley.  
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