Capítulo 2: “La gran oportunidad”

2185 Words
- ¿Enserio vendrás hija? – me preguntó mi mamá muy emocionada por el celular. - Por supuesto mamá, no me perdería tu cumpleaños por nada del mundo, estoy a 40 minutos más o menos – le dije mientras seguía conduciendo por la gran carretera de cuatro carriles. - No puedo creerlo, les diré a todos los invitados que vendrás – me dijo emocionada y yo hice una pequeña mueca. - ¿Invitados? – pregunté confundida – Creí que habías dicho que solamente querías algo más íntimo. - Así es, solo son pocos invitados – me respondió, al fondo de su voz alcanzaba a escuchar la música y gente hablando, sin duda alguna esto era todo menos una simple reunión familiar o como mi mamá lo llamaba “Algo más íntimo” - Mamá…- me interrumpió. - ¡No puede ser! Acaba de llegar el pastel… ¡Ven rápido, te quiero mucho hija! – me dijo y yo solo reí un poco. - Te amo mamá – le dije antes de colgar. Suerte, ese es mi segundo nombre. Llevaba mucho tiempo escribiendo historias, escribí infinidad de historias, la primera historia que escribí fue una llamada “La puerta oscura” era una historia de terror, la escribí cuando tenía 13 años, en su tiempo me sentí muy orgullosa por ese logro, pero al recordarla lo único que siento es vergüenza, aunque gracias al cielo esa historia se perdió en mi pobre computadora que me compraron mis padres por primera vez. Me tomó casi diez historias para finalmente llegar a escribir la historia con la que pude tener éxito y reconocimiento. Después de que Andrew y yo termináramos mi mente y mi corazón cayeron en un gran vacío de soledad, no se cuanto tiempo exactamente paso hasta que me levantara de mi cama y convirtiera toda esa tristeza en rabia y venganza, o tal vez si lo recuerdo. Recuerdo que unos meses después de nuestra ruptura, la madre de Andrew le contó a mi mamá que su hijo se había mudado finalmente a Estados Unidos para cumplir su gran sueño de ser un director y productor de cine, le contó grandes maravillas de su hijo, en resumen: Me había superado y le estaba yendo bien en su trabajo. Me sentí estancada, no me había movido del mismo lugar en el que él me dejó, mientras que él había logrado mudarse a Estados Unidos yo seguía en el mismo pueblo de Bristol. Había dejado de escribir historias por meses y cuando la rabia y sed de venganza invadió todo mi cuerpo empecé a escribir una historia de desamor, podría decir que gran parte de los sucesos estaban basados en mi relación con Andrew, había sido bastante obvia con algunas escenas de la historia porque en algunas de esas escenas había cambiado pocas cosas, me había propuesto que quedaran tal cual sucedieron en la vida real. En un principio mi libro inició como un diario que de no haber sido por mi mejor amiga Nayeli jamás me hubiera animado en convertirlo en una novela real. Al final mi obra estaba terminada, todo mi odio y tristeza se vieron contrastadas en el libro que lo terminé llamando: “Nuestro rojo amor de otoño” En primer momento solamente había publicado mi novela en sss, realmente no esperaba obtener nada con esa historia, solo lo había hecho casi como un pasatiempo y para sacar todas las palabras que nunca le pude decir a Andrew, después de la publicación en sss no volví a ingresar a la plataforma hasta que mi amiga muy emocionada me aviso un día que mi libro estaba entre los más vendidos de la plataforma, ni siquiera yo me creía los números de compras de mi libro, muchas personas habían amado mi historia y se sentían muy identificados con la historia. En casi seis meses mi libro se había vuelto tan popular que una editorial en Nueva York me contactó porque estaban interesados en ser parte de la publicación en físico del libro, la editorial me dio la opción de elegir la fecha de publicación del libro y elegí el 28 de septiembre, ¿Coincidencia? No lo creo. Cinco años después de la publicación de “Mi rojo amor de otoño” ha vendido más de 150 millones de copias en todo el mundo convirtiéndome así en una de las escritoras más jóvenes en llegar a los 100 millones de dólares como patrimonio. Me había convertido en una de las escritoras más famosas de la década, sin embargo, la fama no me gustaba, desde el principio decidí escribir todos mis libros bajo un seudónimo y siempre he mantenido mi identidad en el anonimato, así que puedo ir al supermercado o a cualquier lugar y ver como otras personas compran mis libros a la par mía sin saber que la escritora está detrás de ellos. Los únicos que sabían que soy la escritora de esos libros es mi equipo legal, mis familiares más cercanos y algunos amigos. Todos estos años mi mamá ha sentido una gran tentación con decirle a la mamá de Andrew de que realmente soy una gran escritora famosa, porque ella no para de hablar maravillas de su hijo, dice que él en Estados Unidos ha ganado millones y que es un gran director famoso, aunque en internet no hay rastros de un tal Andrew Kingsley. Tal y como le había prometido a mi mamá, casi 40 minutos después de mi llamada con ella me estaba estacionando frente a la casa de vacaciones. Me bajé de mi carro y ni siquiera tuve que llamar a la puerta porque habían dejado la puerta abierta, la cerré y después caminé hasta el patio de donde provenía la música. Al entrar al patio me encontré con varias personas hablando, busqué con la vista a mi mamá y la vi a lo lejos hablando con algunas de sus amigas, escondí el regalo que traía para ella detrás de mi espalda y empecé a acercarme a ella. - ¡Melissa! - me llamó mi mamá emocionada al verme. - ¡Mami! – corrí a abrazarla. - No mentiste cuando dijiste que estabas cerca, ¿Qué tal tu viaje a Canadá? – me miraba muy conmovida como si quisiera llorar. Tenía meses de no ver a mi mamá y por eso estaba muy emocionada de verme de nuevo. -Bien, finalmente terminé la firma de libros – le dije y ella me sonrió. - Estoy muy orgullosa de ti cariño – se acercó a mi y me abrazó - ¿Pero que tienes aquí? – dijo refiriéndose al regalo que había traído para ella. - Pensaba sorprenderte, pero lo has visto antes…- puse el regalo frente a ella – Feliz cumpleaños – ella me miró con una gran sonrisa. - Gracias cariño, será el primero que abra. - ¿Quieres que lo deje en la mesa de regalos? – le pregunté señalando una mesa que estaba repleta de regalos para mi mamá. - Sí cariño, te lo agradezco – me dio un beso en la mejilla – Después regresa con nosotras las señoras – dijo refiriéndose a ella y todas sus amigas, saludé con la mano a sus amigas y después fui a la mesa de regalos. Antes de llegar tuve que pasar saludando a varios familiares lejanos que quizás no me veían en años, la mayoría tenía una gran curiosidad por saber a que me dedicaba, todos en mi familia sabían que ganaba mucho dinero, aunque no muchos sabían a que se debía, mis papás se habían encargado de hacerles creer que trabajaba en una editorial muy famosa en Nueva York, aunque quien sabe si me creían. Después de dejar el regalo regresé a donde estaba mi mamá con todas sus amigas. -Melissa, que gusto verte – me dijo Janne una de las mejores amigas de mi mamá. - También me alegro mucho de verlas de nuevo – les sonreí a todas. Las amigas de mi mamá y yo nos quedamos hablando por un largo tiempo, siempre me habían agradado ellas, sentía una gran admiración de la amistad que tenían, en especial la amistad de Janne, Pamela y mi mamá, ellas se conocen desde la escuela y han sido grandes amigas desde ese entonces. Pamela es la mamá de Andrew y de hecho pensé que después de nuestra ruptura su amistad se iba a arruinar por nuestra culpa, pero no fue así, de hecho, Pamela me quiere como si fuera su propia hija, me dice que soy como la hija que nunca tuvo. Y tan pronto como mis pensamientos me llevaron a ella, apareció. - ¡Melissa cariño, que alegría verte aquí! – apareció Pamela con una gran sonrisa al verme. - Pensé que no estaba en la fiesta – me levanté para abrazarla. - Sí lo siento, tuve que levantarme para recibir una llamada, de haber sabido que vendrías me habría quedado aquí para que ambos se saludaran – me dijo y yo solo le sonreí incomoda. Ese alguien de quien hablaba era Andrew. A pesar de que nuestra ruptura fue hace cinco años ella sigue teniendo la esperanza de que tarde o temprano regresaremos, de seguro su hijo me debe odiar mucho porque su mamá le ha de recordar mucho mi nombre. -Deja de mencionarle a ese muchacho, siempre haces lo mismo – le dijo Janne reprochándole, sin que Pamela me viera le dije gracias haciendo que Janne riera un poco – Mejor cásate de una vez Melissa para que esta mujer deje de meterte a su hijo cada vez que te ve. En ese momento todas empezamos a reír. -Esta bien, no lo volveré a mencionar – dijo Pamela levantando las manos inocente. Pasé otro rato más hablando con ellas hasta que a lo lejos vi a mi papá con su grupo de amigos, me acerqué a él para saludarlo a él y sus amigos. Mientras escuchaba hablar a los amigos de mi papá sobre algunas anécdotas de pesca mi celular empezó a sonar, me levanté y me alejé de la fiesta para no escuchar el ruido de la música, vi que era Andrea mi representante legal que más que eso durante todos estos se había convertido como en una segunda madre para mí. -Hola Andrea. - Hola, ¿Has llegado ya a la casa de tu mamá? – me preguntó, en ese momento me di cuenta de que había olvidado avisarle que ya había llegado, era casi como un ritual para mi avisarle a que lugar iba siempre, cuando salía y cuando entraba a ese lugar. - Si, lo siento, había olvidado avisarte. - Bien, estaba esperando a que me llamaras para decirte algo importante, pero estaba tan emocionada que no pude esperar más. - ¿Sí? - El equipo de Lukas Borrow se comunico conmigo porque él esta interesado en hacer una película de Nuestro rojo amor de otoño – abrí mis ojos con sorpresa y me tapé la boca para no gritar de la emoción – ¡Felicidades! Lukas Borrow es uno de los mejores directores de cine de la actualidad, él siempre saca dos películas al año, la primera película que saco este año fue parte de una saga de ciencia ficción en la que lleva trabajando desde hace dos años y ahora ha elegido mi historia como su segunda historia, la mayoría de sus películas están en la lista de películas más taquilleras de cada año y nunca ha tenido una mala película, es casi como si siempre fuera muy cuidadoso con sus elecciones de historias es por eso que estoy muy emocionada que haya elegido mi libro. - ¿Es enserio? – pregunté emocionada. - Por supuesto, su equipo me dijo que quiere reunirse contigo lo más antes posible, creo que esta es la oportunidad que hemos estado esperando – ella también se notaba bastante emocionada. En los últimos meses había estado recibiendo bastantes ofertas de diferentes directores para hacer una película de mi libro, pero no he aceptado porque la mayoría de los directores vienen de proyectos no tan exitosos que me daría miedo que mi historia termine en las manos equivocadas y después los fans terminen odiando la película. Lukas Borrow tiene una característica muy particular que quizás es la clave de su éxito, nadie sabe su identidad, todas las personas que trabajan con él siempre firman un contrato de confidencialidad para que no revelen su identidad, tal y como yo lo hago. Había visto en algunos blogs que una vez nos habían comparado por esa característica porque nadie sabe nuestras identidades, de hecho, hay blogs de fans que se encargan de sacar un poco de información sobre ambos, de Lukas se dice que es un hombre de unos 50 años que vive en una mansión en Beverly Hills, mientras que de mi lo poco que se sabe es que quizás soy una mujer de unos 40 años que vive en Inglaterra o España y que ama los gatos. - ¿Entonces que le digo a su equipo? ¿Estas interesada? – me preguntó y yo sonreí. - Por supuesto.    
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