Había recreado este momento miles de veces en mi mente mucho tiempo atrás, había pensado que si lo volvía a ver le enseñaría mi dedo de en medio y saldría del lugar o si tenía una bebida a la mano se la tiraría en la cara, pero en este preciso momento no puedo hacer ninguna de esas cosas.
Andrew y yo no nos dejábamos de morir, él estaba igual de sorprendido que yo.
¡¿Por qué entre todos los malditos directores de cine él tuvo que ser el mejor?! ¡¿Es que acaso la vida me odiaba tanto?!
Tenía unas enormes ganas de gritarle en la cara: Púdrete Andrew.
Pero en vez de eso solo dije:
-Mucho gusto señor Borrow – con la mejor sonrisa que pude, porque en realidad mi mandíbula estaba tan tensa que ni siquiera pude dar una sonrisa autentica.
- Mucho gusto – me dijo con una expresión entre miedo y sorpresa.
- Por favor siéntense – nos dijo la asistente de Andrew y eso hicimos, nos sentamos viéndonos frente a frente Andrew y yo, aunque realmente evitaba verlo a los ojos.
¿Era la sala correcta? Por supuesto, Andrea jamás se equivocaría en algo tan importante.
-Antes de que entremos en detalles sobre el proyecto, debo de confesarle que soy una gran admiradora de todos sus trabajos, cada uno de sus trabajos han sido excelentes, pero debo confesar que Nuestro rojo amor de otoño es casi como una obra de arte, es simplemente… Perfecto – hizo un gran énfasis en la palabra, no pude evitar sonreír un poco emocionada, entonces era casi seguro que el imbécil de Andrew había leído mi libro con mayor éxito… ¡Ja! Leyó mi libro…
¡Mierda! ¡Leyó el libro en donde explico como rompió mi corazón!
- Gracias…- me dio mucha pena no saber su nombre.
- Por favor dígame, Adriana – respondió con un poco de emoción.
- Gracias Adriana.
- Nos sentimos muy honradas de que haya elegido la historia Nuestro rojo amor de otoño como su siguiente gran proyecto para llevarlo a la gran pantalla – le dijo Andrea a Andrew, podía sentir su intensa mirada mientras que yo solamente bebía un poco de agua deseando ahogarme allí mismo para no tener que seguir en la misma habitación con él.
- Si, creo que es una gran historia y… - fue en ese momento que lo vi, ambos nos miramos directamente a los ojos - ¿Adriana me dejarías el contrato a mí? Creo que tengo todo bajo control… si no le importa… ¿Podríamos hablar a solas… Dorothea? – me dijo viéndome con sus estúpidos ojos avellanas.
- Claro, tal vez quieran arreglar todo esto ustedes solos… ¿Dorothea que piensas? – me preguntó Andrea viéndome con una sonrisa que sospechaba que decía entre líneas “¿Esta todo bien?”
- Sí, está bien – le dije a Andrea.
- Bien, entonces los dejaremos a solas… - dijo Adriana levantándose de su asiento – Tal vez deberíamos de buscar una mesa para nosotras – le dijo a Andrea, en ese momento ambas salieron de la sala y cerraron la puerta después de que salieron.
Siento que ahora todo el proyecto de la película se irá al carajo.
La sala se quedó en un gran silencio, quizás la sala se hubiera mantenido así por unos veinte minutos más de no haber sido porque entró el camarero a preguntarnos si estábamos listos para ordenar, ambos ordenamos diferentes cosas y el camarero se fue con nuestras órdenes.
-No tenemos que actuar como si no nos conociéramos ¿Cierto? – fui yo la que rompió el silencio por primera vez – Puedes empezar a hablar del proyecto cuando quieras.
- Claro… ¿Debería de llamarte Dorothea o Melissa? – me preguntó mientras abría la carpeta en donde supongo que estaba el contrato.
- Dorothea está bien – afirmé y él sonrió de lado.
- Dorothea – pronunció el nombre en sus labios – Te queda bien, creo que combina con tu espíritu tan aventurero… - sonrió y se quedó en silencio un momento, como si estuviera pensando en algo ¿En qué está pensando ese mentiroso? - ¿Por qué decidiste mantener tu identidad en el anonimato? – me preguntó viéndome a los ojos.
- Hubo varias razones, pero creo que la principal fue porque no quería lidiar con paparazis – le respondí y él asintió con la cabeza – De cierta forma no quería convertirme en una persona diferente, quería seguir siendo la misma… ¿Y tú? ¿Por qué lo hiciste? – le pregunté y él me sonrió.
- Si nadie sabe quien soy puedo escapar de este lugar cuando quiera y con quien quiera – me respondió mirándome a los ojos.
Su respuesta me hizo recordar algunas noticias que había escuchado sobre Lukas Borrow, lo poco que se sabe de él es que es un hombre bastante mujeriego y que sale con chicas mucho más jóvenes que él, después de todo tal vez era verdad todo lo que decían de él.
-Entonces… Ahora eres un gran director y productor de cine – levanté un poco las cejas sorprendida – Felicidades, lo lograste.
- Yo también tengo que decir felicidades, siempre soñaste con ser una gran escritora y mírate ahora… finalmente lo lograste – en su rostro se dibujo una media sonrisa.
Mi mente empezó a reproducir los recuerdos de cuando terminamos, lo recuerdo todo muy bien, fue la primer nevada de noviembre, en vez de la lluvia, solamente caían copos de nieve a nuestro alrededor, ese día nos dijimos muchas cosas, pero una de las cosas que siempre paso reproduciéndose en mi mente durante muchos meses después de la ruptura fueron sus palabras diciéndome: “Solo te enfocas en un sueño vacío, sueñas tan alto pero tus pasos son tan diminutos que a penas te mueves”
-Tal vez deberíamos de empezar a hablar del proyecto – dije en el momento que salí de mis pensamientos, llevábamos ya un tiempo aquí y ni siquiera habíamos empezado a hablar de lo más importante.
- Oh si – en ese momento abrió la carpeta con el contrato detallado y la deslizó delicadamente por la mesa y yo la tomé – Hay muchos puntos los cuales tal vez tengas que leer con tranquilidad… Estaba pensando que tal vez podríamos hacer las grabaciones en España…-lo interrumpí.
- Me gustaría que fueran en Canadá – le respondí, él apretó sus labios y asintió con la cabeza.
- No hay problema, pueden ser en Canadá… Entonces si nos apresuramos con las grabaciones tal vez podríamos iniciar en agosto para terminar en octubre – lo miré con el ceño fruncido.
- En el final de la historia debe haber nieve – le dije.
- No te preocupes, hay algunas escenas especificas que las podemos grabar en un estudio, no hace falta esperar por el invierno – me dijo y yo asentí con la cabeza.
- Sé que durante las grabaciones a veces ocurren algunas modificaciones en las historias… Me gustaría que el cambio fuera mínimo, no quiero decepcionar a mis lectores.
- No te preocupes, mi equipo y yo haremos todo lo posible por no cambiar tu gran historia, debo admitir que no esperaba un inicio tan fluido, la pareja rápidamente se enamoró – con cada palabra que él decía yo lo miraba más sorprendida, literalmente leyó la historia de nuestra relación - … Y ese final feliz debió haber cautivado a muchos de tus lectores.
Esperen… ¿Qué?
Mi historia no tiene ningún final feliz, al contrario, ambos protagonistas se alejan y jamás vuelven a estar juntos… ¿De que final feliz me estas hablando Andrew si tu mismo rompiste el corazón de la protagonista?
-La escena favorita por defecto de mis lectores es una de las más románticas en todo el libro y me encantaría grabarla en el mismo lugar ¿Recuerdas la escena en donde los protagonistas corren por la noche en las calles de Sidney? – le pregunté fingiendo emoción, él inmediatamente me sonrió.
- Claro, corrían tomados de la mano – me respondió e inmediatamente borré mi sonrisa y lo miré seria.
- No hay ninguna escena en donde corren por las calles de Sidney Andrew – lo miré seria y él inmediatamente se dio cuenta que me había dado cuenta de que me estaba mintiendo - ¿Realmente leíste mi libro Andrew? – le pregunté y él se quedó callado por unos segundos – Claro… ni siquiera te gustaba leer novelas románticas – dije lo ultimo en voz baja, me levanté de mi asiento.
- ¿Qué haces? – me preguntó y yo solo le sonreí falsamente.
- Es un gusto haberlo conocido y haber podido hablar con usted señor Borrow, pero si un director está interesado en hacer una película de mi libro al menos esperaría que leyera mi libro y no fingiera haberlo hecho… Buenas noches, señor Borrow – dije a punto de salir de la sala.
- Espera…- en ese momento él me tomó de la mano y yo me paré y lo miré con el ceño fruncido – Lo siento – me soltó – Acabo de salir de un proyecto de ciencia ficción, no había tenido mucho tiempo de leer por completo tu historia, pero no me queda duda que es una muy buena historia, todos están hablando de tu historia, ¡Hasta mi propia secretaria no para de hablar de lo imbécil que fue el protagonista! ¿Puedes creerlo? – rio un poco, pero yo no me reí – En fin… Realmente estoy interesada en tu historia – di un suspiro y después lo miré a los ojos.
- Volveré a tomar en cuenta su oferta cuando ya haya leído el libro o al menos sepa de que se trata la historia… Adiós señor Borrow.