-Señorita Natalia. - Antuan, el me ve toda triste. -Me ayudas. - La cremallera aún está abajo. -Don Cassiari, la está esperando. - Me dice, ya después que me ayuda. -Vamos. - Salgo de la oficina bajo las escaleras, siento muchas miradas encima, me voy directo a la mesa, Alessandro estaba en su celular, en eso nos traen la comida, ya él había pedido un salmón para los dos, empiezo a comer estoy completamente en silencio ya él había dejado de hablar, sé que en cada momento me mira ya que no subo la mirada, ni hablo. - ¿Querrá postre, señorita? - Me dice un chico que es nuevo. -No, Gracias. - Le digo muy educada, Alessandro me mira extraño, si hay algo que no pelo es un postre de cada restaurante que hemos comido. -¿Necesitamos un espacio en la barra? - Le ordena Alessandro, el