—¡Parece que pensaste en todo!— comentó el Duque, furioso—. Y qué me dices de mí? —Usted tiene... una esposa, que es lo que... la Reina le exigió— dijo Areta en un tono práctico. —¿Cómo diablos sabes tú eso? —Oí a mi tío decir que él... adivinaba la razón por la... que usted quería casarse con tanta rapidez..., y fue confirmado por... su hermana, cuya... doncella está enterada de todo lo que sucede en el Castillo de Windsor. El Duque se puso de pie. Caminó hacia la chimenea y se quedó mirando el fuego antes de decir: —Esto es absurdo. No puedo creer que me esté sucediendo a mí. —Pero... ¡así es! Y a menos que usted... desee provocar un gran... escándalo, que sería publicado en todos los... periódicos... sólo puedo sugerirle que acepte la situación. —¡Eso es lo que tú quieres!— dijo