CHRISTOPHER Y YO

LA PRIMER CITA DE LO QUE LLAMAREMOS AMOR

Al llegar a la fiesta, es imposible evitar

que todas las miradas estén sobre la peculiar pareja, algunos reconocen a Astrid, otros ingenuamente no saben de quién se trata y al enterarse de que aquella bella chica no es nadie más que la insípida y desaliñada Astrid Hutson, una mueca de desprecio se refleja en sus rostros y los murmullos y miradas, algunos halagando a la hermosa chica, otros especulando y criticando. Astrid no puede evitar sentirse incomoda pues es evidente que se ha convertido en el centro de atención, instintivamente aprieta la mano de su atractivo acompañante.

- tranquila!!- le susurra al oído para internar relajar su ansiedad.

- no soporto a la gente, odio que me vean de ese modo.

- ¿ sabes que eres la más bella de este lugar? no hagas caso a los hombres idiotas y las mujeres patéticas que te envidan por como te vez .... sabes lo que más les molesta? que estás a mi lado ... muchas desearían estar en tu lugar en este momento.

- yo odio ser el centro de atención

- ¿pero, te gusta estar conmigo?- ella lo mira fijamente y se da cuenta que en realidad si le gusta estar a su lado, le gusta como Christopher toma su mano, como camina engreído y arrogante entre la multitud, presumiendo de ella con la cabeza en alto, le gusta saber que el chico más sexi de toda la universidad, inclusive de la cuidad, la ha elegido a ella, no sabe si es que solo está jugando con ella, quizá mañana se olvide de esto, quizá sea solo un reto que él tomo.... Miles de ideas pasan por su mente mientras Christopher la mira fijamente, esperando una respuesta ..... - claro!!- dice al fin, él levanta su mano y muerde suavemente la punta de sus dedos - Auch!!

- Me encantas Astrid..... y quiero entrar en ti está misma noche - las palabras de Christopher hacen que su piel se erice - yo .. eee ¿ no crees que es muy pronto para pedir eso? - pregunta nerviosa -¿ no me digas que eres virgen Astrid?

- no lo soy - dice molesta -pero apenas te conozco- Christopher deja escapar una risa escándalos -claro que no, todos me conocen, sabes que existio desde que entraste a la universidad!!-

- claro que sí pero no me refiero a eso!!!

- sabes que me gustas, sabes que te gustó, no veo cuál sea el problema!!

- eres demasiado seguro de tí mismo.

- y tú demasiado insegura- Christopher se acerca a Astrid para besarla, su beso ahora es lento, parece que él quiere disfrutar, un beso suave, inclusive dulce!!

- ven!! vamos!- la toma de la mano para llevarla hasta las bebidas.

- yo no bebo!!

- solo un trago! hará que te relajes un poco- Christopher sirve dos vasos de cerveza y pone uno en la mano de Astrid - vamos, bebe .... no seas mojigata

- no lo soy

- entonces bebe!!

Astrid bebe del vaso pero el sabor de la cerveza le es intolerante

- toma un poco más, te acostumbras a su sabor- sin reprochar más, Astrid continua bebiendo la cerveza.

Después de una hora, Astrid ya había bebido diez vasos de cerveza.

- pensé que no te gustaba!!

- tenías razón, despues del segundo vaso, le he tomado el gusto

- ¿y como te sientes?

- ecxelente!!..- y es verdad pues se ha olvidado por completo de la gente que sigue sin despegar su vista de ella, criticando cada movimiento que realiza

- ven, quiero bailar contigo!- le pide Christopher

- pero yo no sé bailar

- tu solo sigueme- Christopher se lleva a Astrid y juntos entran en la multitud, escondiéndose en la oscura habitación, Christopher aprovecha para poner sus salvajes labios sobre el cuello de Astrid - espera!! pide en tono de súplica pero él solo piensa en lo bien que huele y lo exquisito que se siente el contacto con su piel -¿no te gusta? - pregunta sin detenerse - si, pero nos pueden ver!

-Por favor!!! todo está en completa oscuridad y lo hacen para eso!! para intentar esconder las perversiones que la gente quiere hacer - Christopher hace que Astrid de media vuelta, se acerca y retira el cabello que cubre su cuello, se acerca tanto por detrás que Astrid puede sentir el rose de su abultado pantalón sobre su predominante trasero haciendo que el cosquilleo aparezca nuevamente recorriendo su cuerpo de punta a punta y más aún cuando Christopher comienza a deslizar su mano desde el medio de sus senos hasta su vientre provocando que ella nuevamente de la vuelta para estar frente a frente con él, buscando desesperadamente sus labios lo cual él no rechaza - sabía que te gustaría!- dice muy seguro de si mismo............. - anda!! vámonos de aquí......¿a caso quieres que te suplique? - Astrid lo pienza por un instante antes de acceder a la propuesta de Christopher, pienza que si lo rechaza, él no vuelva a buscarla, o quizá pase lo contrario, si accede a estar con el está noche, al siguiente día él se olvidará de ella pues ha tenido lo que buscaba..... después de pensarlo detenidamente, Astrid concluye que se irá con Christopher, ella no quiere conquistarlo o pienza en tener un futuro a lado de él, lo único que sabe es que Christopher ha despertado en ella la sensación de deseo que hace mucho tiempo había mantenido reprimida y que ahora parece desbordarse con un solo rose de sus manos

- está bien !! - dice al fin, Christopher la toma de la mano y la saca de aquel lugar. Entran en el auto y el comienza a conducir, después de varios minutos llegan a una enorme mansión, Astrid sabía que Christopher era rico, todos hablaban de ello pero nunca se imagino que sería tan rico..., ella no puede evitar maravillarse al ver la hermosa casa, él la toma de la mano y entran en la casa, suben las enormes escaleras para después entrar en un pasillo y dirigirse a la última habitación. Al entrar en ella, todo está en completa oscuridad, Christopher cierra la puerta. En medio de la oscuridad encuentra los labios de Astrid y la arrastra hasta una enorme cama, le saca el vestido y la ropa interior. Astrid está completamente exitada y más aún cuando Christopher comienza a jugar entre sus piernas, al inicio tiene miedo, resistiéndose a abrir bien las piernas pero en cuanto siente el primer beso de Christopher sobre sus muslos, el cosquilleo vuelve de nuevo a su cuerpo, haciendo que poco a poco sus piernas se relajen, permitiendo a Christopher explorar más allá , Astrid se sujeta con fuerza de las sábanas mientras su cuerpo se retuerce de placer al sentir la lengua de Christopher explorando partes que ni siquiera ella había explorado antes..

Él se da cuenta de como ella ahoga sus gritos, inclusive el más mínimo quejido.

- vamos !! grita si quieres gritar - pero ella no hace caso, siente placer pero a la misma vez vergüenza y más aún cuando siente como un líquido sale de su parte íntima lo que provoca que se asusté y aleje a Christopher de ella

- ESPERA!! - grita mientras lo empuja lejos de ella

- ¿qué te ocurre?- pregunta Cristofer confundido pero Astrid no se atreve a decir lo que sintió, ni siquiera ella sabe que fue.

-¿no me digas que nunca habías tenido un orgasmo?- pregunta curioso mientras ella intenta cubrir su cuerpo con las sábanas

- creí que no eras virgen

- y no lo soy - responde molesta mientras se levanta de cama cubriendo su cuerpo con la sábana

- entonces me pregunto con que clase de idiotas te has metido que ni siquiera te pudieron provocar un orgasmo- Astrid molesta, comienza a vestirse - no te molestes!- le dice Christopher junto con una risita sarcástica. Ella termina y sale a toda prisa de aquella habitación, sale de la casa y el frío provoca que sus huesos duelan, pero ella no quiere permanecer más tiempo en aquella casa. Está molesta por el hecho de que Christopher provoque todas esas sensaciones en ella y está aún más molesta por dejarse arrastrar hasta esta situacion pues siempre se ha considerado una chica sensata, que piensa siempre antes de actuar y el que ahora llegue un tipo que por el solo hecho de ser atractivo y hablarle de una forma tan atrevida, haga que cometa este tipo de tonterías, como ir sola a la casa de un chico con el que apenas y a cruzado un par de palabras, peor aún, dejar que este le hiciera s**o oral en lo que se podría llamar, la primera "cita" , pero ¿que podría esperar Astrid de un chico como Christopher Expósito?..... nada, absolutamente nada