Mi vida de casada no es lo que imaginaba

929 Words
Olivia  había estado todo el día en el jardín disfrutando de la suave brisa que corría entre los árboles, había entrado a la casa a la hora de la comida  y volvió a comer sola ya que el duque había tenido mucho trabajo y luego había salido.  Por la tarde como no tenía nada más que hacer le pidió a una de las sirvientas que le mostrará la mansión. Era un lugar sin duda alguna increíble, pero se sentía de alguna manera vacío y frío.  Olivia se tardo toda la tarde en poder recorrerla y cuando llegó la hora de la cena se estaba muriendo del hambre, creí que iba a cenar sola, pero en esta ocasión el duque le estaba esperando para cenar, cuando entro al comedor el duque fijó su mirada en ella, cosa que hizo que se sintiera sumamente nerviosa.  Ahora porque me mira así. Su mirada era tan intensa que quiso salir corriendo pero tenía mucho miedo de lo que él haría si se escapaba.  Las sirvientas sirvieron la cena y luego se marcharon dejándolos a los dos en un silencio incómodo. Olivia empezó a comer pero estaba tan nerviosa que no pude disfrutar de la comida.  ¡....!  __ Mañana vendrá un maestro que te enseñará etiqueta  __ Ah… Muchas gracias  __ Pueda que pronto tenga que marchar al norte, si hay algo que necesites se lo puedes pedir a Alfred.  __ Estarás mucho tiempo fuera. __ Aún no estoy seguro. Puedes hacer lo que quieras con tu tiempo libre siempre y cuando no salgas de la mansión.  __ Si..  __ Si recibes invitaciones de los nobles debes rechazarlas todas, también he dado la orden de que si algún noble viene a verte que digan que tu salud no es muy buena y no puedes recibirles.  _ sí, mi señor  Hasta que no hayas aprendido cómo  debe comportarse correctamente una dama no harás tu debut en la sociedad.  Después de cenar el duque se levantó de la mesa y se encerró en su estudio, antes de retirarse a su habitación el mayordomo se  acercó a Olivia y le dijo que el duque tampoco iría esa noche a su habitación.  Lo cual hizo qué Olivia se sintiera   agradecida ya que estaba muy cansada por haber recorrido la mansión en la tarde, así que se fue a su habitación, Dos sirvienta le estaban esperando en su habitación y la  ayudaron a bañarse y a ponerse el camisón.  Ellas habían hecho lo mismo que el día anterior y luego se fueron y la dejaron  sola. Olivia estaba tan cansada esa noche, que rápidamente me quedo dormida.  Al día siguiente las sirvientas le fueron a levantar y prepararon un vestido rosado el cual era aún más voluminoso que el anterior y sumamente incómodo.  Esa mañana Olivia desayuno sola ya que el duque estaba muy ocupado, después del desayuno el mayordomo le llevó a la biblioteca que había en la casa donde el profesor ya le estaba esperando con una pila de libros para que los empezará a memorizar.  Tener que aprender todo aquello era una verdadera tortura Olivia estaba sumamente aburrida, ese día no había podido ni siquiera disfrutar de su comida por que el profesor se la había pasado todo el rato quejándose de su mal uso de los cubiertos y su falta de modales.  Para qué demonios cree que le mandaron a llamar, si no para enseñarme modales. Eso fue algo que penso pero no se atrevió a decirle al profesor y simplemente escuchó en silencio.  La tarde no había sido mucho mejor que su mañana, ya que el profesor Wilson se había empezado a impacientar debido  a su falta de interés, pero Olivia estaba tan aburrida que hubo un momento en el que incluso se había quedado dormida.  Cuando por fin llegó el mayordomo y anunció que el duque la esperaba en el comedor para cenar, Olivia se  sintió sumamente feliz porque por ese día ya habían acabado  por fin esas tediosas clases.  Cuando llegó al comedor el duque ya estaba sentado esperándola y las sirvientas ya habían empezado a poner la comida sobre la mesa.  __ ¿Cómo han ido tus clases? __ Muy bien gracias por su preocupación  mi lord… __ Mientras seas mi esposa no te faltará nada, podrás disponer de la casa y de todos los sirvientes como gustes. Si necesitas ropa, zapatos, joyas o cualquier cosa puedes pedirle a Alfred que mande a llamar a alguien de la ciudad.  __ Muchas gracias mi señor.  __ Mañana por la mañana marcharé al norte y es probable que esté fuera por un largo tiempo, procura no dar problemas en mi ausencia.  __ si le aseguro que no tendrá ninguna queja sobre mi. __ Eso espero. Después de terminar de cenar Leonard se fue a encerrar rápidamente a su despacho como hacía siempre.  Antes de retirarse Olivia  le pidió al mayordomo si podía mandar a llamar a algún diseñador ya que deseaba algo de ropa la cual no fuera  tan voluminosa e incómoda de llevar, y como el duque había dicho que podía pedir lo que necesitará ella pensaba tomar su palabra.  Al día siguiente Olivia se levantó más pronto para así poder despedir al duque antes de que  marchara, pero cuando bajó el mayordomo le dijo que el duque había marchado hacía un rato.  La verdad no era como si Olivia quisiera despedirse de él ya que cada vez que estaba cerca de él se sentía como un pequeño conejo ante las garras de un lobo, sin embargo ella era su esposa y debía comportarme como tal.  Ese día había estado estudiando todo el día como la había hecho el día anterior, fue un día sumamente aburrido y cuando llegó la noche Olivia se sintió sumamente agradecida de por fin poder descansar tranquila. 
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