Durante la mañana Olivia desayuno sola, y al estar en aquel gran comedor repentinamente se sintió sumamente solitaria, así que le había pedido al mayordomo que la dejara comer en la cocina con los empleados durante el tiempo que el duque estaría fuera.
Bueno prácticamente le había rogado e hizo ojitos de cordero degollado para aceptará su petición.
Después de tanto insistir él había accedido.
Esa mañana el mayordomo se había informado que la diseñadora que había solicitado la estaría visitando durante la tarde.
Durante toda la mañana Olivia tuvo que estar con el profesor Wilson en una aburrida clase de modales, le había estado enseñando cómo debía saludar a los nobles según su rango, como ahora ella era la duquesa de la casa Forest habían muy pocas personas que estuvieran por encima de ella.
Después de la comida dio un pequeño paseo en el jardín y regresó a la mansión para su cita con la diseñadora, ella le estaba esperando en una amplia sala con grandes ventanales donde la luz entraba a raudales.
Olivia estaba muy nerviosa y emocionada, ya que sería la primera vez que compraría ropa nueva para ella, como su padre estaba en ruina el comprar ropa era un lujo que no se podían permitir.
Al abrir la puerta y entrar a la habitación Olivia se quedó con la boca abierta al ver todos los hermosos vestidos que estaban expuestos en la habitación.
Y se presente ante la diseñadora y su ayudante.
__ Hola... Soy Olivia.
Al verla entrar la diseñadora se había quedado muy sorprendida, pero rápidamente reacciono y ambas mujeres hicieron una reverencia y se presentaron.
__ Es un honor conocerla. Soy la diseñadora Margaret Borja
__ Yo soy su ayudante Sofía.
__ Les agradezco mucho sus esfuerzos por poder venir el día de hoy.
__ No tiene nada que agradecer duquesa, para mi es un honor poder ofrecerle mis diseños.
Siento ser grosero duquesa pero me dejaría tomar sus medidas por favor
__ Claro..
Con una cinta la diseñadora empezó a tomar las medidas, las cuales apuntó en una pequeña libreta que llevaba con ella.
Olivia le dió una mirada a todos los vestidos que Madam Margaret había traído y sin duda alguno eran algo con lo que antes solo había podido soñar y mientras los veía Madam Margaret empezó a explicar sus vestidos.
__ Estos vestidos son la nueva tendencia durante la primavera, todos están bordados con hilo de oro y varios diamantes especialmente procesados.
Todos los vestidos eran muy hermosos pero demasiado extravagantes para el gusto de Olivia.
__ Realmente son hermosos, pero este estilo no es de mi gusto.
Al escuchar sus palabras Madam Margaret se había quedado muy sorprendida, así que le explicó la razón de porqué no le gustaban sus diseños.
__ No me gusta usar prendas demasiado extravagantes y tampoco me gustan esos grandes y hermosos volantes, las gemas excesivas en las ropas para mi es algo completamente innecesario, solo necesitas decorarla en algunos lugares
__ Ah...! Fui negligente y no investigué lo suficiente por favor perdóneme.
__ No pasa nada, es mi preferencia personal.
__ Entonces pueda que los nuevos diseños en los que estoy trabajando sean de su agrado.
Cuando le mostró sus diseños dejó a Olivia muy sorprendida ya que eran pantalones y túnicas de hermosos colores y con bellos bordados, sin embargo no era muy común que una noble usará pantalones en vez de vestidos, pero aquella ropa parecía ser muy cómoda y ligera y eso fue algo que a Olivia le encantó.
__ Estos diseños son muy hermosos y fuera de lo común, me gustaría pedir varios conjuntos.
__ Me alegro que le gusten duquesa.
__ Trabajaré en ellos lo más rápido que pueda para entregarlos duquesa.
__ Se lo agradecería mucho Madam Margaret.
Después de que la diseñadora recogiera todas sus pertenencias se marchó rápidamente para trabajar en ellos.
Olivia sabía que ese tipo de ropa no era algo que una dama debía de usar, pero a ella nunca le habían gustado los vestidos voluminoso y apretados que solían usar las nobles, por eso cuando vivía con su padre solía usar los vestidos que eran para las sirvientas porque le parecían mucho más cómodos.
Una semana después de que madam Margaret la hubiera visitado, había enviado varios conjuntos de ropa la cual era aún más hermosa que los bocetos que le había mostrado.
Pero el mayordomo al ver que no había pedido vestidos si no pantalones, por poco y se desmaya de la impresión y le había obligado a comprar unos cuantos vestidos para usarlos cuando el duque estuviera de regreso.
Olivia tenía varios días desde que había empezado a comer en la cocina junto a los empleados, al principio ellos se mostraban un tanto incómodos pero poco a poco se había acostumbrado a su presencia y ahora lucían mucho más relajados
Al pasar de las semanas Olivia empezó a sentirme mucho más cómoda de estar viviendo en la mansión, he incluso se acostumbró a las tediosas clases de etiqueta y modales del profesor Wilson.
El duque no había enviado ninguna carta de cuándo regresaría ni de cómo le estaba yendo en la frontera norte, algunos nobles habían intentado acercarse a Olivia aprovechando la ausencia del duque pero no tuvieron suerte en ello, ya que cada que venían les decían que su salud era muy mala y que no podía atenderles y al final terminaban marchando sin logrará su cometido.
La verdad tampoco es como que Olivia deseara recibirles, así que se sentía agradecida de no tener que lidiar con ellos.
El tiempo pasó rápidamente y cuando menos acordó ya habían pasado unos cuantos meses desde que el duque había marchado y del cual no habíamos recibido noticias.
Olivia estaba empezando a preocuparse de que le hubiese pasado algo y cuando le expresó su preocupación al mayordomo, le dijo que no tenía de qué preocuparse que el duque solía estar largas temporadas fuera debido a su trabajo.
Con el pasar de los meses los estudios habían dejado de ocupar la mayor parte del tiempo de Olivia y podía hacer más cosas, así que le había insistido a Layner el chef de la mansión que le enseñará a preparar los deliciosos platillos que él preparaba.
Olivia siempre había querido aprender a cocinar y pensó que esa sería una buena manera de pasar el tiempo.
Al principio el mayordomo hacía un escándalo por casi todo lo que hacía, pero al final se había acostumbrado a las excentricidades de Olivia y había dejado de preocuparse por cada cosa que hacía.
Olivia estaba tan a gusto en la mansión que al final terminó olvidándose del duque, pero una mañana un sirviente del palacio trajo una carta del duque informando que dentro de poco terminaría su trabajo y regresaría a la mansión.
Olivia había estaba tan cómoda que se había olvidado por completo del duque, el saber que estaba bien le alegraba pero eso significaba que tendría que sus días tranquilos pronto se acabarían.