Raúl no conseguía sacarse de la cabeza a Marina con Enrique, le molestó verla tan tranquila y como él la miraba de esa forma tan especial, enamorado, se dijo, no le molestó Enrique, sino que si no hubiera actuado como un gilipollas hubiera sido él, pero poco a poco esa posibilidad se alejaba de ellos, de él. Se preguntó si después del cine se habían ido juntos o separados, si habrían... —¡Papi! ¿Puedo salir al jardín?—le preguntó Valentina queriendo inspeccionar ese maravilloso mundo enorme para ella y con tantas posibilidades para pasarlo bien. —Si, cariño, pero ten cuidado.—aceptó mientras seguía preparando la cena, ensalada y tortilla. Estaba cortando la zanahoria, cuando escuchó un grito de dolor procedente del jardín, salió muy asustado corriendo. —¡Valentina! La fue a socorrer,