Llegó a ser tal mi obsesión por mojar que me planteé el mantener con una fulana mi primer contacto s****l con penetración pero, aparte de que mi situación económica era bastante precaria y no me podía permitir ese tipo de gastos, varios de mis compañeros me lo desaconsejaron puesto que, acostándome con una puta, no iba a solucionar mi desasosiego s****l y que, aunque me desfondara con ella, en cuanto acabara de follármela me volvería a encontrar de lo más deseoso y salido. Mi situación no mejoró hasta que decidí exponer mis inquietudes a un compañero de la facultad que se encontraba realizando las prácticas lo que indicaba que le quedaba poco para finalizar sus estudios. Apenas le había tratado y aunque me daba mucha confianza, me sentí muy cohibido a lo largo de nuestra charla. Me comentó