No podía entender cómo la ducha había quedado en ese estado; pero sí sabía que su novio tenía que ver con esto. Intentó llamarlo por teléfono varias veces y no obtuvo respuesta. Se bañó como pudo, con la ducha estrangulada en una posición extraña y con agua saltando por todas partes. Incluso una de las llaves junto a la canilla de abajo estaba suelta casi por completo y el chorro de agua le saltaba en el medio de las tetas. Ofuscada salió del baño y comenzó a secarse con una toalla. Le mandó un mensaje a Gabriel, pidiéndole que por favor la ayudara a solucionar ese inconveniente. Le pagaría bien. Era sábado, no tenía que ir a trabajar, y no quería que el día de descanso se le arruinara porque el pelotudo de su novio no sabía usar una ducha. «¿Cómo mierda hizo para romperla así?» «No t