A Silvio le bailó la chota dentro del pantalón; pero sus cuerdas vocales no funcionaron, no supo qué responder.
—Silvio no se porta tan bien como para darle semejante premio —dijo Andrea—. Quizás si hace buena letra, sí se lo permita. Me imagino que João aceptó.
—No, el muy boludo se puso celoso al verme con otra chica. Y yo le dije: Pero tarado, ¿acaso no te calienta ver a tu novia cogiendo con otra mujer? Es lo más sexy que hay… en especial si vos podés sumarte.
—Por supuesto… vení, mostrale a Silvio lo que se está perdiendo por ser tan celoso.
Andrea se apoyó en el respaldo de un sillón y Sara se acercó para besarla. Se comieron la boca apasionadamente. Después Sara bajó para chuparle las tetas y siguió rumbo hasta la concha. Empezó a chuparla sin remordimientos, ante la mirada atón
