–¡Oh claro hija, por un momento pensé que ya habrías experimentado con algún chico! –rio la madre. –¡Oh mamá, creo que esto me pone muy malita! –le confesó Natalia–. Voy a volver a ponerme el plug anal estoy muy excitada y me apetece sentirlo dentro. –¡Estupendo hija, es excitante pensar que las dos vamos por ahí con cosas metidas! De forma que salieron del probador con todos sus aparatos puestos y caminaron por el centro comercial dando un suave y más largo paseo. Finalmente se fueron a sentar en un banco y al hacerlo sintieron como los plugs anales que llevaban les oprimían sus ojales y esta sensación les gustaba. –¿Oh mamá tú sientes lo mismo que yo? –Si, con eso metido en el culo una se sienta y es como, ¡uf! Se removieron en sus asientos suavemente sin que nadie lo notase e inte