Hacía tiempo, mucho tiempo que no salían juntas madre e hija de compras. Por lo que cuando se bajaron del bus para desayunar en una cafetería les resultaba algo extraño. El centro estaba como siempre, atestado de turistas y gente que iba en su quehacer diario de aquí para allá. Mientras madre e hija tomaban tostadas y café en una concurrida calle. –Bueno mamá, ¿qué hacemos primero? ¿Vamos a comprar “eso”? –le dijo Natalia sin poder pronunciar la palabra. –Si quieres vamos primero al s*x shop y luego ya nos compramos algo. –Pues sí, porque así ya nos lo quitamos de en medio. Te confieso que me pone un poco nerviosa ir y pedir uno –rio la hija ante la madre. –No pasa nada Natalia es de lo más natural. –Si no te importa, ¿se lo puedes pedir tu? –añadió Natalia. –Está bien yo te lo pedi