A pesar de que para ella era humillante someter su culo a esta clase de juegos, tomó el dildo anal y empezó a empujarlo hacia adentro otra vez. En esta ocasión se pudo ayudar con la mano, lo que le permitió meterlo y sacarlo repetidas veces. Una técnica ya estudiada que le facilitaba la dilatación anal. Meter el primer segmento fue sencillo, el segundo le hizo doler, como indicándole que aún no estaba lista para algo tan ancho… pero debería estarlo. Sara conoce bien su cuerpo y las reacciones del mismo. Durante la cuarentena aprendió que para meter un dildo en su culo debe acompañarlo con cierta excitación s****l, de lo contrario le resulta imposible. Se sintió humillada al tener que masturbarse en el baño de su vecina mientras se castigaba el culo con un dildo; pero la situación la habí