Literalmente huyendo a el señor Semir, o como carajos se llamara ese hijo de puta acosador, decidí aventurarme e iniciar una que otra amistad ocasional con los chicos que creí más fiesteros y no me equivoqué: Era un grupo grande y animado. Terminé siendo invitada a una after que realizarían dentro de una de las habitaciones de alguien. La idea le sentó de maravilla a Aslan quien encontró una chica con la que tener sexo y ahora fornicaban como conejos, no me extrañaría que lo hicieran en mi cama y aunque suene asqueroso sé que será esa forma. Usaba una falda plisada negra, una blusa de hombros campesinos del mismo color con estampado de figuras en color blanco y mis típicas botas. Peiné mi cabello en dos trenzas no por gusto sino porque la humedad le sentaba terrible. -¡Acid Baby!- sonri