Jetro no quería regresar a su casa, pero no tenía opción si quería hablar con Mackenzie, debía ir.
–Gracias por traerme –dijo muy entusiasmada Maddie y entró en la casa, sabía exactamente dónde estarían las chicas por lo que Jetro se vio obligado a seguirla disimuladamente y para su sorpresa, la gran despedida de soltera de su hermana era en su habitación, misma que sabía que dejaría definitivamente ahora que sería una esposa, puesto que ahora cuando terminara su internado, o su carrera tendría que regresar a su casa de casada, no a la casa de sus padres y era una especie de despedida incluso de su habitación donde había pasado toda su niñez, su vida entera.
Esto fue algo que fue más que todo fortuito para Jetro, ya que su habitación estaba junto a la de su hermana, y ahora solo debería esperar la oportunidad perfecta para hablar con Mackenzie.
En cuanto Maddie abre la puerta de la habitación de Alaia, fugazmente él pudo ver a Mackenzie, quién rápidamente evadió su mirada y continuó decorando un vestido de novia con papel higiénico en el cuerpo de Alaia quien no paraba de reír al sentir que le hacía mucha cosquillas en constante toqueteo de su prima.
–Esto es un fastidio. –renegó para sí mismo Jetro al entrar en su habitación, ahora tenía que esperar el momento preciso en el que Mackenzie saliera de la habitación para hablar con ella y preguntarle por fin qué mismo pasaba con Lucas.
Él podía escuchar las carcajadas y broma de las chicas en la habitación, era bastante claro ya que la mansión entera estaba en silencio y el único caos fiestero que había era la habitación de Alaia, que estaba lleno de chicas de toda la familia y un par de amigas de ella, ya que todo querían que fuese privado.
De pronto el caos, el ruido y el alborotos cesó sólo se escuchaban a las chicas murmurar hasta que escuchó a Mackenzie.
–sí, ¿hola? –dijo con una voz muy dulce, algo que tampoco era muy común en Mackenzie ya que ella desde la adolescencia empezó a ser fría y ruda. –claro que sí, salgo en un momento –dijo y todas empezaron a bromear sobre que la próxima en casarse sería ella, aunque él ya no pudo escuchar nada más de Mackenzie hasta que escuchó la puerta de la habitación de su hermana abrirse. –no tardo. –dijo y cerró la puerta.
Jetro salió enseguida para hablar con ella, pero al hacerlo tan deprisa golpeó su rodilla contra uno de los muebles por lo que se tomó un par de minutos para procesar el dolor antes de salir, y para cuando lo hizo Mackenzie ya estaba casi terminando de salir del pasillo, por lo que tenía que seguirla para hablar con ella, ya que si la llamaba por su nombre o hacía cualquier tipo de ruido las chicas escucharían y saldrían a ver qué sucedía y él no quería eso.
Apresuró su paso ya que quería alcanzarla antes de que ella se fuese o hiciera algo más, pero entonces se encontró con su madre.
–Creí que estabas con Enzo –dijo Evelyn sorprendido de una manera grata ya que realmente creía que su hijo se había ido.
–sí, de hecho voy para allá, es sólo que tengo algo que hacer y es todo... –negó con la cabeza nervioso, mirando por encima del hombro de su madre, esperaba a ver hacia dónde se había ido Mackenzie ya que rápidamente la pérdida de vista en cuanto lo encontró a su madre.
–Ah. Me alegra mucho... –asintió más animada, pero al notar la manera insistente y algo desesperada en la que su hijo veía por encima de su hombro, pensó que él buscaba su padre y evitaban enfrentamientos. –tu padre fue con tus tíos, él no está en casa –dijo y entonces llamó nuevamente la atención de su hijo con esto. –y tu hermano está con Enzo, así que esta casa están solo con chicas. –dijo intentando dar con la mirada de su hijo que no le prestaba para nada atención. –a excepción de Lucas –señaló hacia atrás. –lo acabo de ver llegar por Mackenzie, trae un hermoso ramo de petunias –dijo y entonces notó como enseguida obtuvo la atención de su hijo.
–¿Qué cosa? –volteó a verla con el señor fruncido.
–está afuera, Lucas vino a verla, le trajo unas hermosas petunias. –volvió a repetir, y puedo notar cada segundo donde las acciones de su hijo lo delataban sobre lo que estaba pasando.
–ya debo irme. –dijo Jetro y con un beso fugaz en la mejilla de su madre salió de prisa, quería hablar con Mackenzie, aún si ella estaba con Lucas, quería demostrarse a sí mismo que realmente él le importaba a ella.
Pero para su sorpresa al salir, Mackenzie tenía la mirada en la entrada de la casa, por lo que al salir inmediatamente lo vio, pero disimuló muy bien sonriendo y bajando la mirada, como si hubiera dicho la mejor de las bromas lo que sorprendió a Lucas, pero asintió con la cabeza y una sonrisa.
–no pensé que te divirtiera tanto que te trajera flores –dijo Lucas un poco desconcertado viendo por primera vez a Mackenzie sonreír para él.
–quiero preguntarte algo, exactamente ¿porqué has venido? –preguntó poniendo sus manos sobre los hombros de Lucas, algo que lo sorprendió aún más, pero solamente sonrío.
–Quería verte aunque fuese un par de segundos antes de irme, he sido muy claro referente a mis sentimientos y tal vez los tuyos estén un poco a mi favor si hago un buen intento. –dijo con un tono suave, algo que a Mackenzie le parecía un poco empalagoso, ya que estaba acostumbrada al tono brusco y seco habitual en ella, pero solo asintió
–Entonces... –miró dentro disimuladamente y él seguía ahí, de pie como esperando algo y ella se lo daría. –viniste aquí en un día muy ocupado para ti, con petunias que escogiste tú de camino aquí, ¿solo para verme un momento? –dijo y Lucas volvió a asentir.
–¿Me dirás que tus sentimientos respecto a mí han cambiado, y ahora no quieres solo ser mi amiga? –preguntó algo tímido, todo ese comportamiento no era algo habitual en ella.
–Te diré que estás ganando un beso, ¿o no lo quieres? –sonrío coqueta, con la certeza de que aún Jetro la estaba observando.
Esta afirmación era todo lo que necesitaba Lucas, había pasado tres años detrás de Mackenzie con flores, cartas, poemas y siendo un caballero, y muchas, pero muchas invitaciones a cenar, de las cuales el 75% fueron rechazadas, pero él no se rendía y ahora que ella le había dado por fin una oportunidad no se echaría para atrás, pero al mismo tiempo se frenó abruptamente al pensar que tal vez, y solo tal vez este era una especie de prueba de Mackenzie para ver hasta donde era capaz de llegar con ella, por lo que sólo se limita a sonreír y asentir.
Esto es aún más difícil, el plan de Mackenzie que quería poner celoso a Jetro por haber dicho que tenía novia había funcionado, así que soltó los hombros de Lucas y tomó su rostro con ambas manos y los sorprendió descabelladamente besándolo con desenfreno, aunque en su mente solo podía imaginar que realmente ahí frente a ella a quien estaba avisando era Jetro.
Evelyn puedo ver con tristeza como el corazón de su hijo se rompía, al ver y cómo le cambió la cara a Jetro viéndome a Mackenzie besar a Lucas, pero antes de que su hijo se diera cuenta, sin decir nadie, en absoluto silencio regresó a la habitación del Alaia, lo último que él hubiese querido era que lo viera así.
A Mackenzie le gustaba Jetro, eso era claro y creía que tenía algún tipo de oportunidad con él o eso lo pensó, antes de saber que tenía novia y ahora quería devolverle un poco de lo que ella había sentido, pero al detenerse por un momento y dejar de besar a Lucas, vio que Jetro caminaba al paso firme, con la frente en alto para llegar a su auto, se desbarató las manos mentalmente abofeteándose a sí misma internamente, no podía creer lo que había hecho, pero su orgullo latente la felicitaba y le otorgaba honores por lo que había hecho. Porque si su intención era lastimarlo lo había hecho y era claro que así fue.