Lorenzo en ese momento sabía que tenía poco tiempo para salir del lugar antes que las llamas llegarán hasta donde ellos estaban. Maribel los nervios la consumieron, se quedó estática, Lorenzo comenzó a gritarle para que lo desatará, pasaron varios segundos para que cayera en cuenta lo que debía hacer.
Nerviosa corrió hasta donde estaba Lorenzo y aún con lágrimas en los ojos y las manos temblando empezó a desamarrarlo, mientras lo hacía le pedía perdón por haberlo traído hasta ese lugar bajo engaño. —el me apunto con un arma y hizo que te convenciera de venir hasta aquí —expreso Maribel mientras lo ayudaba.
—¡rápido! ¡rápido! después hablamos de eso.
Lorenzo una vez logro ponerse de pie, tomo un tubo que estaba recostado junto a unas pinturas, corrieron rápidamente hasta una ventana, dá
