Una intensa noche

1006 Words
Esa noche Lorenzo aprovecho para conversar con Rebeca de muchas situaciones que lo atormentaban así como la relación con su esposa y su socio quien últimamente no dejaba de hablar atropellos en contra de ella. —quiero preguntarte algo que me a estado dando muchas vueltas en mi cabeza... Me gustaría me dijeras la verdad. ¿conoces de alguna otra parte a Joel? la verdad no entiendo porque se a puesto así cuando tú no tienes nada que ver con el eres una empleada de esta casa y siento que eso a el le molesta. Esta pregunta le sorprendió a Rebeca, no sabía ni que contestarle, —¡lo conozco de aquí! —contesto mientras se puso de pie. —debo llevar a la niña a la cama ya se quedó dormida aquí — —ve, te voy a esperar aquí hasta que regreses, está conversación no a terminado. Rebeca fue a su habitación, acostó a su hija y se aseguró que está estuviese bien dormida y regreso nuevamente a la cocina donde aún estaba Lorenzo. —pensé ya no vendrías —dijo Lorenzo al verla. —pues lo pensé dos veces para regresar hasta aquí. —si has regresado con tantas dudas es porque quizás tú también estás sintiendo algo por mi al igual que yo por ti. Lorenzo se puso de pie, camino hasta donde estaba ella, acaricio su cabello y le pregunto "¿me equivoco Rebeca? yo sé que sientes algo por mi" Se puso nerviosa y sus palabras no salían de su boca, en ese preciso momento Lorenzo aprovecho para besarla, Rebeca se dejó llevar por ese beso profundo y apasionado. Ninguno de los dos querría darlo por terminado.—¡ven, vamos! —dijo Lorenzo mientras la agarro de la mano. Tomo la llave y abrió con mucho cuidado la puerta que está en la cocina y comunica con el jardín. —¿que haces? —pregunto Rebeca —no haré nada malo, no te preocupes. es algo que tengo tiempo sin hacer y de seguro tu también. —no me digas que... —expreso Rebeca mientras Lorenzo tapaba su boca con uno de sus dedos, de pronto la jaló de la mano y la llevo hasta la lluvia. —¡estás loco! —dijo Rebeca —ahora dime si es verdad que sientes algo por mi, de lo contrario nos quedaremos un rato más aquí —bromeo Lorenzo Pasaron un largo rato bajo la lluvia y la oscura noche, que les permitía vivir está experiencia sin ser vistos. Un beso más apasionado que el otro, caricias que con la lluvia se hacían más intensas. Hasta que por fin Lorenzo pudo escuchar lo que tanto deseaba, "para que seguirlo negando más, me encantas mucho Lorenzo" —eso es lo que quería escuchar. Para tener la fuerza de luchar por ti y por esto que siento, e tratado de evitarlo pero mi mente y mi corazón están unidos para ti. Por favor ya no digas nada más y disfrutemos de esta lluvia y este magnífico momento. Te prometo que mientras me quieras haré todo lo posible para estar juntos. Besos apasionados iban y venían entre correr por los árboles del jardín, para Rebeca esto que sentía era maravilloso aunque tenía miedo que algo sucediera y acabará con su felicidad. Pasaron un par de horas y regresaron a la cocina, su ropa estaba muy mojada, y por dónde quiera que pasaran iban mojando. De pronto se escucho el golpe de una puerta, asustada Rebeca pregunto a Lorenzo ¿que vamos hacer? nos van a descubrir aquí todos mojados. Lorenzo no le quedó otra que salir corriendo por la puerta donde abrían entrado. Rebeca camino rápido a su habitación pero esto no evito ser vista por Maribel, quien al verla así no dudo ni un segundo en reclamarle el estado en el que estaba. —¿dónde estabas y porque estás así? —sali un momento al jardín, recordé que había dejado una planta de rosas cerca de la caída de agua y salí a cambiarla de lugar. —mucho cuidado con estar mintiendome o ocultandome cosas. Yo no soy la señora Raquel y mucho menos el señor Lorenzo, ahora ve a tu habitación —expreso Maribel molesta, mientras la observaba sin bajarle la mirada. Rebeca asustada llegó hasta su habitación temiendo que Maribel descubriera a Lorenzo en las mismas condiciones que ella estaba, mojada. Rápidamente se baño y cambio de ropa, paso un buen rato pensando en los besos tan intensos que se había dado con Lorenzo, besos que no había tendido con ninguna otra persona y aunque sabía que estaba haciendo las cosas mal, pues era un hombre casado. También entendía que ella no quería darle el divorcio y por esto decidió mejor vivir el momento, pensando en si era verdad todo lo que acababa de vivir. Al otro día en la mañana Maribel fue al jardín a revisar si efectivamente Rebeca le había dicho la verdad, aunque más bien quería descubrir su mentira, estaba nerviosa y era evidente que algo estuviese sucediendo. Al llegar al lugar se dió cuenta que las plantas estaban en el mismo lugar de siempre y que lo que le había dicho Rebeca la noche anterior no era cierto tal y como lo pensaba. Al llegar a la cocina lo primero que hizo fue confrontarla y exigirle que le dijera la verdad, de lo contrario se lo diría a la señora Raquel, además estaba prohibido abrir las puertas de la casa en la noche. Rebeca la miro fijamente y Alondra quien no sabía nada de lo que estaba sucediendo volteo a mirarla. —¡ya Maribel, deja tranquila a Rebeca, es muy temprano para estar discutiendo! deberías buscarte un novio para ver si se te quita un poquito esa amargura que cargas —contesto Alondra —no estoy hablando contigo, hablo con esta tipa que no me da confianza y se que me está ocultando algo. —ni te estoy ocultando nada, y ya déjame tranquila.
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