–¿Me quieres decir que vale mucho dinero?– preguntó el Marqués. –Si es auténtico, sí– afirmó el Conde, acentuando las palabras. –Muy bien– aceptó Lord Kynestone–, lo mantendremos en secreto. Sin embargo, en caso de adquirirlo, quiero pagarle a la muchacha un precio justo, ya que ella lo necesita para la operación de su tía. –Otras cosas que también debes investigar– dijo el Conde– es si la Baronesa realmente precisa la operación. Parece ser la socorrida historia del familiar que se muere, utilizada para conmover el corazón del coleccionista. –¡Eres muy escéptico!– exclamó el Marqués–, ella es una muchacha muy joven, que no podría engañar a nadie. Habló convencido, aunque una vez más se preguntó, porqué ella mostraba tanto miedo. De pronto, se escucharon voces en el vestíbulo y el Cond