- Sí, claro. Con un matamoscas gigante.- Repliqué irónicamente.- ¿Eres tonto? ¿Tú te crees que yo quiero estar más sola que una concha en la playa en invierno?.- Puse los ojos en blanco y presioné su mejilla con el dedo índice.- Me pregunto si no serás tú el obtuso de esta sala. - ¿Nadie te ha dicho que hasta que tú no te quieras nadie lo va a hacer?.- Su mirada esta vez era seria. Tragué y pensé en sus palabras. No me sonaban lo más mínimo. - No. Creo que eso te lo has sacado de una serie de chicas. ¿Lo has sacado de Glee?.- Entrecerré los ojos. Estaba robando frases cursis de series. ¿Cuan bajo se puede caer? - ¿Qué? No, no, no. Eso es cultura popular.- Escusa de mierda.- Te lo prometo, no la he robado. Sacudí la cabeza y apoyé mi mejilla en su hombro. Este hombre era calentito. Le s