He estado pensando que tal vez hay personas que nacimos para estar solas, esa es la señal que me ha dado el universo, desde niña pensé siempre que algún día conocería a un hombre que me dejará encantada con su porte y caballerosidad, que fuera lindo y me consintiera como a una princesa. Me obsesioné cuando pensé que ese hombre era Tadeo, pero mi decepción fue mayor cuando todo ese sueño se vino abajo el día de nuestra boda. Con León no tenía tantas expectativas, pero llegué a sentir como nunca lo había hecho con alguien a pesar de que sólo fueron unos cuantos besos. Besos que llevo tatuados en mi ser. Escuchó como alguien toca a la puerta y la abre. —¿Hoy tampoco irás al trabajo Ximena? —es mi madre, me pongo las sábanas hasta la cabeza y me acurruco en mi cama, niego desde dentro de mi