[Ximena Carbajal] —Señorita Ximena, buenas tardes, pase, enseguida le aviso al joven León que está aquí —me dice la ama de llaves de la casa del tío Eugenio. Sonrío. —No te preocupes María, en realidad he venido a visitar a Samuel —le respondo con una sonrisa pícara. Apenas pasa un instante y él aparece frente a nosotras. —¡Güerita de fuego! Perdón Ximena, pensé que no vendrías —exclama Samuel con emoción al mismo tiempo que me da un beso en la mejilla mientras María se retira hacía el interior de la casa. —¿Por qué no vendría a cenar aquí a esta casa? —le pregunto con un toque de inocencia. —Bueno ya vez como es la mamá de León, pero estoy seguro de que cuando le platique que gracias a ti me han contratado como el mecánico oficial del mismito Pascal Ferretti, la señora Hortensia, ve