ALEXANDRO
En la madrugada nos dieron la ubicación del lugar, ya estábamos preparados a lo que salimos, en cuanto llegamos rodeamos la mansión, ya nos esperaban armados sabía que llegaríamos.
Pero eso ya no importaba, lo resolvimos rápido, era extraño muy pocos hombres custodiando la mansión.
-”Este maldito viejo, huyó mucho antes con valentina”- dijo dimitri arrojando al suelo el arma.
-”Cómo es que sabían que vendríamos “-
-”Pues alguien le informo, tenemos un traidor entre nuestros hombres “-
-”Eso lo veremos después, hay que buscar donde la tenía, tal vez encontremos algo “-
No perdimos más el tiempo y buscamos en cada rincón, hasta llegar a una habitación.
-”Esta era su habitación, tiene su olor “- dijo dimitri recorriendo la habitación.
-”Si, incluso cuando acomoda sus cosas en el tocado “-
Revisamos todo lo que era de ella, en la esquina había un baúl, que al abrirlo había hilos y agujas de tejer, incluso la ropita del bebé que valentina estaba tejiendo, gorritos, calcetitas y guantes, dimitri se arrodilló y con manos temblorosas tomaba cada uno, observando los pequeños trajecitos.
-”Mira müller, son preciosos verdad, mira estas pequeñas calcetines “-
Se estaba riendo pero a la vez llorando.
-”Si…. son preciosos, sería buena idea llevarlos con nosotros “-
-”Puta madre, no llegamos a tiempo “-
Dijo entre dientes y con molestia.
-”Señor, quiere que les diga que lleven el baúl “- dijo Sergio atrás de nosotros.
-”Si, por favor Sergio “-
Al igual que Sergio nos quedamos sorprendidos al escuchar a dimitri al decir por favor.
-”Si, señor “-
Sergio sonrió e hizo una seña la cual captaron, rápido se movieron y bajaron el baúl.
Con tristeza y decepcionados , regresamos nuevamente, dimitri por el momento se encerró en su habitación junto con las ropa del bebé.