Primera prueba

2175 Words
El padre ya tenía listo el primer trabajo de Esmeralda, había unos negocios pendientes con unos venezolanos que servían como puente para transportar la mercancía de Colombia a Europa, era un asunto muy importante y el padre no podía ir personalmente debido a sus múltiples pendientes. En estas ocasiones siempre se presentaba Ignacio, o en su defecto Ángel, pero creía que su hija podía hacerlo mejor. Esta era la oportunidad para verificar si su hija era o no apta para el negocio, ella mostró mucha disposición para hacerlo, además, podía conocer un nuevo país, pues la reunión estaba pactada en la zona selvática de Maracaibo. Le explicaron todo lo que tenía que hacer, su objetivo era que esas personas de la frontera aceptaran la droga que ellos les enviaban para comercializarla y transportarla en toda la zona europea donde tenía convenios, también quería exclusividad en cuanto a la producción, la joven tenía que presentar una oferta que fuera imposible de rechazar. El padre le dio un precio mínimo fijo del que no podía rebajar, si lograba vender el producto por más dinero ya sería ganancia para ella. En principio iba a ser un poco complicado llamar la atención de los hombres, ya que el machismo siempre ha predominado y más en ese tipo de trabajos, pero de ella y su carácter dependía que a partir de ese día la respetaran al menos por tener la misma sangre que el gran jefe. Recibió con agrado todos los consejos de su padre, el único requisito que puso sobre la mesa era poder contar con la compañía de Ángel, a ella no le bastaban muchos guardas espaldas si no había alguien de confianza. Norman mostraba un poco de resistencia con esa propuesta, pero aprovechó las circunstancias para dejar claro ese asunto. Les manifestó que no estaba de acuerdo con su relación de amor, pero como ya era tarde para evitarlo iba a aceptarlo, pero Ángel tenía que tener mucho cuidado con la manera en que iba a comportarse, si hacía sufrir a su hija, cada lágrima que ella derramara por él sería sustituida por una bala. Por su parte, el joven indicaba que no eran necesarias las amenazas, desde el día en que la conoció su única intención radicaba en verla feliz y le lejos de las humillaciones. A parte de eso, Norman le recalcó que eso no significaba que podía tomarse atribuciones que no le correspondían, él seguía teniendo el mismo papel en la organización y no iba a subir de rango hasta que tuviera un éxito rotundo, tampoco podía mudarse a vivir con ellos, estarían separados como lo venían haciendo. La única que estaba en contra del viaje de Esmeralda era la madre, además porque sabía que su hija salía del país de manera ilegal debido a la falta de pasaporte, pero ya sus palabras no importaban mucho para Esmeralda, quien tenía afán por conseguir todo lo que siempre había soñado. Alistaron todo y se dirigieron a una de las pistas clandestinas que pertenecían a Norma, desde allí partieron rumbo a Venezuela. Esmeralda estaba muy nerviosa por su primera negociación, quería que fuera un éxito, pues de eso dependía ganarse la confianza de su padre. Por suerte contaba con Ángel, quién podía acompañarla y guiarla en ese proceso, además de que tenía toda la experiencia necesaria para guiarla por el camino correcto. Tenían que aterrizar en una zona selvática, de esa manera no serían interceptados por las guerrillas o por el ejército de esa región, era un panorama muy bonito lleno de árboles y montañas, lástima que el pueblo venezolano no la estuviera pasando precisamente bien a causa de la mala gestión de sus dirigentes. Cuando aterrizaron los estaba esperando uno de los principales negociantes, era un coronel del ejército bolivariano que tenía nexos con el narcotráfico, él era el encargado de llevarlos hasta donde estaba el principal jefe de esa zona. Llegaron en carro hasta cierta parte del recorrido, pero a partir de allí era necesario caminar un poco, pues el hombre se cuidaba de que no fuera fácil llegar hasta él. Había que caminar por unas montañas muy lisas, pasar un río y escalar un poco por unas piedras, luego de eso pudieron ver a lo lejos una casa muy colonial pero moderna, allí era donde vivía y tenía sus laboratorios aquel jefe, para sacar la mercancía utilizaban helicóptero. Cuando por fin llegaron a la puerta, el coronel los presentó como los negociantes por parte del jefe colombiano Norman, el hombre se fijó en el aspecto dulce y tierno de Esmeralda, la saludo dándole un beso en la mano, luego le dio su mano a Ángel y pensó que sería este hombre quién haría la negociación. Por esa razón los invito a entrar mientras le dijo Esmeralda que podía observar las instalaciones en el tiempo que ellos dialogaban. Para su sorpresa, Ángel le mencionó que era ella la encargada de llevar a cabo toda la negociación, era hija del jefe y estaba en condiciones óptimas para cumplir con los deseos de su padre. Muy aterrado se quedó el venezolano, jamás pensó que iba hacer negocios con una mujer y mucho menos tan joven, pensaba que las mujeres debían dedicarse a otro tipo de cosas, como como por ejemplo la cocina, el hogar, los niños, el cuidado de los esposos y su propia belleza, aunque era evidente que ella no descuidaba este último aspecto. A Esmeralda no le gustó la forma en que el trató de disminuirla por su condición femenina, por eso, de manera muy seria, le reitero que solo con ella iba a negociar, de lo contrario buscaría a alguien más, no estaba ahí para hacer menospreciada por un grupo de hombres que no creían en la inteligencia de las mujeres. El coronel la vio muy decidida así que le recomendó al jefe de Venezuela, llamado Javier, que negociara con ella, no había otras alternativas y la materia prima que enviaban desde allí era perfecta para mandarla hasta Europa. Javier tuvo que disculparse con Esmeralda y reconocer que era muy fuerte por el simple hecho de llegar hasta la selva y querer demostrarle a su padre sus capacidades. Juntos pactaron la cantidad de dinero que pagarían los venezolanos por la mercancía, además del porcentaje de exportación hasta Europa, pues Norman pedía una parte monetaria por la distribución fuera de Venezuela. Esto debido a que era él quien tenía los contactos en los puertos de Marsella, así que sin su ayuda los venezolanos no podrían entrar el cargamento de manera segura. A Javier no le gustaba mucho tener que darles un porcentaje, pues con solo comprarle la materia prima a su organización ya tenía suficiente dinero, pero reconocía que sin la ayuda de los contactos de Norman no podría garantizar el éxito del negocio. Esmeralda le vendió el producto por un poco más del mínimo que su padre le había impuesto, el venezolano se dejó llevar por sus encantos y aceptó su oferta sin recatear. Ella estaba haciendo uso no solo de su inteligencia, sino también de su aspecto físico, al tiempo que hablaba mojaba sus labios con su lengua haciéndole ver que ella era una mujer muy sensual. La ropa que tenía, aunque era un poco ordinaria por estar dirigida a la selva, tenía un toque atrevido, su camuflado color verde y su blusa ombliguera hacían que las miradas de Javier varias veces se perdieran. Esto le generaba un poco de celos a Ángel, era evidente que Javier había negociado no precisamente por el respeto que tenía hacia ella, sino por su absoluta belleza; posiblemente quería seguir teniendo negocios con ella para algún día acercarse un poco más íntimamente. Luego de eso los invitó a celebrar el éxito de la negociación y también les suplico que aceptaran hospedarse por esa noche, pues ya estaba un poco tarde para regresarse a Colombia, la caminata les había quitado mucho tiempo. Saco una botella de tequila y empezó a repartirles para brindar, pero Esmeralda no quería beber ese tipo de licor, así que le consiguió un poco de vino. Era evidente que aquel hombre quería emborrachar a Ángel, pues le daba trago muy seguidamente, posiblemente para que se durmiera y pudiera intentar concretar algo con la linda joven. Aunque Ángel no tardo en darse cuenta de sus intenciones, así que empezó a comer todo lo que tenía su disposición para evitar perder la conciencia. El ambiente estaba muy calmado, pero luego, esa calma se vio interrumpida por una visita inesperada, era la mujer de Javier, ella estaba de vacaciones hace varios días, pero había regresado justamente para el día de la negociación. Saludó a todos los invitados muy amablemente, pero a Esmeralda le dejo ver cierta frialdad, al ver su belleza se sintió un poco celosa. Ya con su presencia el plan de Javier de conquistarla se había derrumbado, con su esposa en casa tenía que mostrarse respetuoso, o al menos delante de ella. La presencia de esta mujer tranquilizó un poco Ángel quién pudo seguir viviendo a su antojo sin estar asustado por el futuro de Esmeralda, además esa mujer se veía muy controladora y dominante, Javier tenía que portarse bien por obligación. En el ambiente se notaba lo tensa que estaba la esposa de Javier por la presencia de Esmeralda, parecía conocerlo mucho y sabía que ese tipo de mujer podía llamar su atención. La joven se mostró muy directa ante esa situación tan incómoda, se paró de su silla y la llamó para que hablaran en privado y así preguntarle el motivo de su desprecio y su disgusto, pues sabía que no le había dado motivos. La esposa no quería verse como una mujer insegura, así que simplemente le mencionó que no estaba acostumbrada a tratar mujeres y mucho menos en las negociaciones, si bien su esposo siempre era el encargado de eso, ella también tenía mucho que ver allí, pues tenía gran parte de su dinero invertido. No sabía qué tan confiable era ella para llegar para llevar a cabo algo tan delicado y decisivo, pero ahora que la veía tan directa sabía que podía llegar a ser todo un éxito. Le reconoció que se veía como una mujer muy inteligente, además de su bello aspecto físico, mientras le decía estas palabras la miraba de arriba abajo con un poco de morbo, Esmeralda se percató de que existía cierto grado de atracción por parte de esa mujer y quiso aprovecharlo para quitarse de encima a Javier, pues desde que llegó pudo notar sus ganas de pasar del plano de la negociación a otro más íntimo. Teniendo esto claro, le empezó a insinuar a la esposa de Javier con su mirada que el deseo que ella sentía era mutuo, optó por preguntarle cosas personales como su nombre, edad y rol en la organización, mientras decía todo esto se organizaba su cabello y ponía los dedos en su boca como para limpiarse algo. La mujer se fue acercando al tiempo que le iba respondiendo, trató de acariciar su cabello mientras le mencionaba que era muy suave y sedoso. Cada vez se fueron acercando más hasta el punto en que sus bocas estaban muy cerca, en ese momento Esmeralda se percató de que Javier las estaba observando, entonces aprovechó para besarla. La mujer le correspondió tal como ella lo esperaba, el beso fue largo y a medida que el ambiente se ponía más caliente sus manos empezaban a tocar algunas partes de su cuerpo por encima de la ropa. Javier estaba un poco asombrado, ni siquiera sabía que su esposa podía tener esas conductas, llamo Ángel para que observará el espectáculo, el joven vio ese acto como algo muy atractivo, aunque no dejaba sus pensamientos de resentimiento ante la libertad de Esmeralda. Las mujeres se percataron de que estaban siendo ser observadas, así que dejaron de besarse, pero no sin antes pactar un segundo encuentro en el que estuvieran solas completamente. Esmeralda logró su objetivo, hacer que Javier dejara de verla como un objeto de deseo para él mismo, ahora que la había visto involucrada con su esposa, sabía que de intentar sobrepasarse con ella el mensaje llegaría hasta sus oídos. Continuaron hasta la sala como si nada hubiera pasado, Ángel no perdió la oportunidad para sentarse a su lado y preguntarle por lo que había acabado de pasar, ella lo miró con ternura, en el fondo sabía que se trataba de celos, así que lo tranquilizó diciéndole que era parte de la negociación, ya tenía todo calculado. La noche su puso más amena, empezaron a bailar y continuaron tomando casi hasta la una de la mañana. Por la actitud de la esposa de Javier se notaba que había quedado iniciada con el beso de Esmeralda, siempre estaba buscando la manera de acercársele y tocar cualquier parte de su piel, en algunas ocasiones bailaron juntas y el gusto entre ambas era muy evidente. Pero no pudo pasar de ahí, pues Javier ya le había advertido a su mujer que no podía abandonarlo en la noche. 
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