Sed de venganza

2156 Words
Cuando llegó el momento de dormir cada uno se fuera diferente habitación con su respectiva pareja, llegando las 5:00 de la mañana Esmeralda escuchó que alguien susurraba su nombre, era la esposa de Javier tratando de llamar su atención desde afuera. Se levantó muy cuidadosamente para no despertar a Ángel, salió de la habitación y se dirigió hasta la parte de atrás de la casa donde había unos muebles viejos. Era evidente que esa mujer no había dejado de pensar ni un solo segundo en ella, el motivo de su llamado radicaba en culminar lo que hace unos instantes había empezado, la esposa no había podido sacar de su cabeza aquel beso. Esmeralda temía jugar con sus sentimientos, pues para ella esa acción fue pura estrategia para quitarse a Javier de encima, pero para esa mujer había significado algo mucho más profundo. Para no ser del todo injusta decidió ser franca con ella y también cumplió su deseo, le reitero que si en ese momento pasaba algo intimo posiblemente sería la única vez, luego todo se olvidaría. En cuanto el negocio siguiera en pie ella no tendría que volver a esa casa por muy buen tiempo y tampoco le parecía cómodo que fuera a visitarla a Colombia, pues allí su familia tenía una versión heterosexual de su persona. Podían darse placer en ese momento, pero solo si eran conscientes de que sería cuestión de una sola noche. La esposa aceptó, incluso le parecía perfecto que antes de que ocurriera algo ambas fuera muy sinceras, por eso también le confesó que con su esposo las cosas hace mucho tiempo que no estaban bien, ella quería escapar de ese hombre pero no sabía cómo, ya que con él tenía casi todo su dinero invertido y gran parte de sus negocios También tenían unos adorables hijos, pero en ese momento los tenía su madre porque ella prefería que no estuvieran cerca de él y todo el peligro que implicaba su presencia. No siempre las cosas eran tan calmadas como en aquel momento, podía evidenciarse muchas veces el peligro, en ocasiones había enfrentamientos en la selva y muchas veces han estado a punto de morir. Como no quería eso para sus hijos decidió alejarlos, pero ella no podía hacer lo mismo porque de alguna manera era la que tenía que responder por ellos. Javier solo prometía ser buen padre si tenía sus hijos a su lado, pero como ella había decidido quitárselos, prácticamente le dio a entender que tenía que hacerse cargo de todo. De igual forma, ella se había criado en una familia de cuna rica, así que no estaba acostumbrada al trabajo y tampoco sabía hacer muchas cosas, por lo que su única alternativa para sobrevivir y mantener a sus hijos era permanecer al lado de aquel hombre. No podía serle infiel con otro hombre, ya que era muy vengativo y no compartía su esposa por muchas infidelidades que él le hiciera de su parte, incluso pensó que su próxima víctima sería la bella Esmeralda, pero tuvo suerte de que se fijara en la de su mismo género. Después de que todo quedo claro, las dos mujeres se cercioraron de que nadie las estuviera observando y empezaron a besarse. Esmeralda sabía que a ella le correspondía el papel de objeto de deseo, así que dejo que la otra mujer hiciera la mayoría del trabajo. Se recostó en el sofá mientras se dejaba besar por todo el cuerpo, fue fácil quedarse desnuda porque se había acostado con solo una batola, ni siquiera le gustaba usar ropa interior para dormir y menos si estaba en compañía de Ángel. La esencia fue muy romántica, ya estaba amaneciendo y el cielo estaba despejándose, cada vez la esposa podía ver más claramente las partes del cuerpo de Esmeralda, con cada rayo de sol que entraba a través de la ventana su piel se volvía más brillante. La mujer empezó a darle besos en su zona intima, nunca antes Esmeralda había sentido tanto placer, con los hombres era muy diferente, aunque también le gustaban, cada género tenía diferentes maneras de expresar su sexualidad. Después de un rato muy agradable, la joven decidió que era el turno de recompensar a su amante por su buen trabajo, así que intercambiaron el papel para que ambas quedaran totalmente satisfechas. Luego de terminar con su acto se recostaron un rato en el sofá, la esposa le reiteraba la necesidad de mantener todo en secreto, aunque era muy factible que su esposo no se enojara por eso, pero era mejor la discreción. De igual forma, Esmeralda tampoco quería que Ángel se enterara, su sentimiento hacia ella era muy fuerte y no quería lastimarlo, hasta ahora pensaba que había encontrado el único hombre que valía la pena sobre la faz de la tierra. Era tierno, amoroso, responsable, y según lo que pensaba, fiel, esas cualidades era muy difíciles encontrarlas en un hombre moderno, que tiene a su disposición muchos dispositivos de placer. Ambas regresaron a sus cuartos para que sus esposos no sospecharán nada, la criada de la casa los despertó a todos a las 7:00 de la mañana manifestando haber estado en vigilia desde las 5:00, hora en la que escuchó algunos sonidos extraños. La esposa de Javier cambio de tema para que no se hicieran intervenciones sobre ese asunto, temía que pudiera haberlas visto. Después del desayuno los invitados partirían de nuevo a Colombia para poder organizar toda la mercancía y llevarla lo más pronto posible a las avionetas que iban a transportarla hasta las selvas de Venezuela. Recogieron sus cosas y se despidieron muy cordialmente agradeciendo por la exitosa negociación y el buen hospedaje. Esmeralda le dio su mano a Javier y abrazó a su esposa como sinónimo de despedida, en ese abrazo se pudo notar que la esposa no quería despedirse, incluso en algún momento tomó su mano para tratar de evitarlo. Con eso pudo darse cuenta Javier de lo fuerte que había sido para su esposa conocer a Esmeralda, hace mucho tiempo que no la veía tan ilusionada con una visita, en sus ojos se notaba el gran afecto que en tan poco tiempo se había ganado. Sin embargo, no todo lo bueno dura para siempre y la esposa lo tenía muy claro, Esmeralda y Ángel empezaron a caminar para regresar al lugar donde tenían guardado su avión, estaba en una pista muy oculta entre la selva. De camino a casa Ángel le hacía muchas preguntas a su amada, quería saber qué había pasado en verdad con aquella mujer, pues el día anterior todo se veía muy normal, incluso con el asunto del beso, pero en la despedida se notó que había un sentimiento muy fuerte por parte de la esposa de Javier, lo que indicaba que pudieron haber pasado muchas cosas. Esmeralda decidió confesarle la verdad, no por compromiso, sino para que se fuera acostumbrando a que ella no era mujer de un solo hombre, estaba muy joven y quería experimentar todavía muchas cosas, por eso con mirada sincera le comentó que había pasado un momento muy erótico con aquella mujer y le había gustado. Era la primera vez que lo hacía con alguien de su mismo sexo y le pareció que la experiencia había valido realmente la pena. Ángel le reitero que aceptaba con amor su libertad, pero quería sentirse respetado, por eso le propuso ser mejor amigos en caso de que no quisiera comportarse como él se lo indicaba. Esmeralda se quedó un poco sorprendida, pensaba que el amor de Ángel podía sobrepasar todos los extremos, incluso los celos, pero pudo notar que no era así. Ahora estaba en una paradoja, no sabía si continuar con su libertad y dejar ir ese gran amor, o, por el contrario, asumir los requisitos que este le pedía para continuar. Mientras pensaba se dio cuenta de que era muy difícil encontrar un hombre como él, y más en esos tiempos en que todos le daban mucha importancia al sexo y las apariencias, buscando la mujer más linda solo para ser la envidia de los demás. A pesar de que ella era consciente de su belleza, sabía que él no estaba con ella solo por eso, así que tenía que valorar ese aspecto. No estaba dispuesta a perderlo a él ni tampoco su libertad, entonces decidió que en ese caso era necesario utilizar la mentira, y prometió que a partir del momento solo estaría con él y lo respetaría como si tuvieran una relación muy seria, debido a eso esperaba lo mismo de parte de él, de no ser así el pacto se rompería. Sonó muy convincente, pero ella misma sabía que eso era algo imposible por parte de ambos, pero aún así quiso creérselo por un momento. En el momento que se le apareciera la oportunidad de generarse placer no lo pensaba impedir, simplemente se lo ocultaría, y si el trataba de evitarlo por su presencia o sus sospechas, buscaría otro momento más oportuno, lo importante era que no se diera cuenta, pues como bien dice el refrán: ojos que no ven corazón que no siente. Después de un corto viaje llegaron a la casa de su padre, allí estaban todos esperando por las buenas noticias, pues Esmeralda ni siquiera tuvo la delicadeza de llamar para contar cómo le había ido, quería que todo fuera una sorpresa. Pero eso no tenía muy contento a su padre, a quien le gustaba saber en todo momento cómo iban sus negociaciones, le recomendó a la joven siempre avisarle sobre cualquier movimiento, de hecho, no eran de su agrado las sorpresas. Pero al darse cuenta del éxito que tuvieron olvidó su enojó y le dio una gran retribución a Ángel por haberla ayudado, aunque él reconoció que fue ella sola la que llevó a cabo toda la negociación y pactó los precios y lugares de entrega. Su padre estaba muy orgulloso, a diferencia de su madre, que se mostraba de hecho muy triste, al saber que su hija había tenido éxito se daba cuenta que estaba perdiendo la batalla, y entre mejor le fuera, más tiempo estaría metida en el negocio, además su padre le había dado una gran suma de dinero por su buena gestión. Ni siquiera sabía cuánto dinero había en ese maletín, pero se lo entregó como muestra de su agradecimiento por haber sido tan eficiente. Además, era consciente de que se había perdido de muchas etapas de su vida, etapas que pudieron ser muy difíciles para ella, ni siquiera pudo darle su regalo de 15 años, así que ahora se había ganado todo el dinero que durante toda su vida le había correspondido. El padre ya estaba planeando su próximo viaje, quería que fuera ella quién se encargará de los mexicanos que la habían secuestrado, para ellos sería una gran sorpresa ver que su víctima ahora iba a ser la encargada de todo lo que tuviera que ver con ellos. Se caracterizaban por ser muy machistas, pero el padre creía que ella era la indicada para hacerles entender que el mundo estaba cambiando y en ese cambio estaban insertas las mujeres y todo su potencial. Esmeralda lo aceptó con mucho honor, pero antes quería hacer unas cosas que tenía pendientes. Su padre le dio el tiempo necesario para que se encargará de todos sus asuntos y le ofreció algunos de sus hombres en caso de necesitarlos. La madre preguntaba muy angustiada qué asuntos tenía que arreglar su hija, pues hasta dónde sabía no tenía enemigos. Para su sorpresa si los tenía, aunque no eran muchos, Esmeralda les contó sobre las dos personas que la habían humillado en el bar, quería venganza y este era el momento para hacerlo, pues sentía que su ego aún estaba herido. Su primera víctima sería su compañero de colegio, por quién tuvo que dejar de estudiar, desde hace muchos días estaba planeando Cuál sería la venganza perfecta y ya tenía en la mira todas las atrocidades que iba a cometer en su contra. Doña Blanca estaba llorando mucho, su hija se había convertido en todo lo que ella siempre trato de evitar, ni siquiera sabía de donde había salido tal resentimiento, pues siempre ella le había enseñado sobre la importancia de perdonar a las personas que se encargaban de hacer daño. A diferencia de ella, su padre alimentaba cada vez más ese deseo de odio, pues le parecía realmente humillante que alguien le hiciera eso a uno de sus hijos Así que la animó y puso en su mano algunos artefactos para que pudiera cumplir mejor con su cometido. Le entregó un cortaúñas para que arrancara sus uñas en carne viva, también le entregó una navaja muy filuda para que destrozara su cara y no pudiera volver ni siquiera mirar a una mujer a la cara. Esmeralda no era una mala persona pero tenía mucho rencor en su alma y su padre se estaba encargando de alimentarlo cada vez más. 
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