¿Qué estaba haciendo Ángel ahí? ¿Estaba Nicanor metido en los mismos negocios que Ángel? Esmeralda estaba muy intrigada, también sentía un poco de vergüenza, nunca pensó que se fuera a encontrar al apuesto hombre allí. Por su parte, debido a lo bien organizada que estaba la joven, Ángel quedó deslumbrado, era evidente que su belleza opacaba al resto de las mujeres, incluso a las que tenían todo tipo de operaciones y mejoras corporales. Frente a Nicanor fingieron no conocerse, se dieron la mano para presentarse mientras Nicanor continuaba presentándole el resto de los presentes. El ambiente estaba un poco tenso, la cara de Ángel había cambiado por completo, su interés ya no estaba puesto en los negocios que iban a hacer esa noche, sino en la bella mujer. Después de conocer a todos las personas allí presentes, se sentaron a cenar en una mesa muy grande, allí estaban todos los hombres con sus respectivas parejas. Para la sorpresa de Esmeralda, la mujer que se sentó al lado de Ángel era mucho mayor que él, le calculaba que podía ser unos 15 años mayor. Todos en la mesa felicitaban a Nicanor por su gran elección, la joven había causado un fuerte impacto en todos, hasta en las mujeres, que se sentían un poco disgustadas por la atención que sus maridos le estaban prestando. Hablaban de muchos temas interesantes, tales como política, cultura y los tipos de mercado que actualmente estaban en furor. Esmeralda además de ser bonita era inteligente, en un momento se entrometió en la conversación para dar su punto de vista sobre diferentes aspectos, casi ninguna mujer interrumpía a los hombres cuando hablaban sobre esos temas, pero ella fue la excepción, en su mente tenía muchas cosas por decir.
Todas sus opiniones dejaban ver el fuerte grado de educación que tenía, Nicanor era la envidia de todos por su perfecta acompañante, con eso se convenció de que había tomado la mejor decisión. Terminaron de cenar, hicieron un brindis y procedieron a pasar a la sala de estar del casino para hacer negocios, las mujeres podían jugar y divertirse mientras ellos terminaban de hablar en privado. Ese momento fue un poco incomodo para Esmeralda, puesto que no conocía a ninguna de las mujeres, además a ellas no les había agradado mucho su presencia. Para no molestar a nadie se sentó en la barra del bar, pidió un coctel margarita y empezó a tomarlo suavemente. Era la primera vez en su vida que probaba un trago diferente a la cerveza, las pocas veces que salía con sus amigos esa era la única opción que tenían a mano por cuestiones económicas. Estaba deslumbrada con el sabor del coctel, definitivamente el mundo tenía muchas cosas por descubrir y ahora podía hacerlo gracias al trabajo en el bar. Estando allí ninguna de las mujeres se acercó para entablar alguna conversación, ya no tenía dudas de que no era bienvenida en el grupo de las esposas. Sin embargo, pasó algo mejor, Ángel se acercó para hablar con ella, le confesó que le sorprendió un poco al verla llegar con Nicanor, él era uno de los grandes distribuidores del mercado, tenía línea directa con el jefe del cartel para el que incluso él trabajaba. Era un hombre con mucho dinero, pero también muy peligroso, por eso quería advertirle y contarle la verdad, ya que estaba seguro de que él no lo había hecho. En sus ojos se notaba la gran felicidad que le daba hablar con ella, al igual que Esmeralda, quien incluso estaba temblando un poco. Ángel tenía una pregunta muy incomoda para hacerle, quería saber si había tenido relaciones sexuales con Nicanor. Con mucha vergüenza la joven le confesó la verdad, al tiempo le conto de todas las cosas que le ofreció e incluso del regalo que le dio antes de llegar a la fiesta. Contra el dinero de Nicanor no podía competir Ángel, a pesar de que también contaba con muchos lujos, no estaba dispuesto a pagar por una mujer la cantidad que Nicanor le ofreció a Esmeralda. Eso hizo que se desconsolara un poco, desde que vio a la joven se enamoró a primera a vista, por eso no quiso tener relaciones íntimas con ella, para poder demostrarle que sus intenciones eran otras, quería ayudarla a estar más tranquila, siempre los seres humanos van en busca de la felicidad, pero el verdadero tesoro es una vida calmada.
Para su sorpresa, Esmeralda le hizo una confesión que le devolvió el alma al cuerpo, ella no estaba interesada en su dinero, desde que lo vio por primera vez su aspecto le llamo mucho la atención, cuando pudo elegir estar de manera privada con él pudo descubrir que era un gran hombre, no cualquiera paga por solo conversar. Al otro día estaba esperando ansiosa volver a verlo, pero el destino es muy extraño y los juntó de nuevo en otra circunstancia. A Ángel le sorprendió mucho lo que le dijo, por un momento pensó que ella podía tener el mismo interés de todas las que trabajaban en el bar, pero evidentemente era diferente, parecía ser que esa mujer le daba importancia a otros asuntos, o incluso, que al igual que él, se estaba enamorando de lo que tenía en frente. Se estaba muriendo de ganas por darle un beso en su boca roja, le propuso salir al balcón a hablar un poco, allá no podría verlos nadie, ni siquiera Nicanor. Sin pensarlo dos veces aceptó, primero se fue ella de manera muy disimulada y luego él la siguió percatándose de que nadie los estuviera mirando. Cuando llegaron allí y antes de que pasara algo más, Esmeralda le preguntó por la mujer mayor que lo acompañaba, no sabía si se trataba de su esposa y tampoco quería causarle problemas. Ángel atendió a su duda, la mujer mayor era su madre, la cual lo tuvo cuando era muy joven, por eso no se llevaban tanta edad, como el no tenía esposa ni novia siempre llevaba a su madre a esos eventos, además como era tan sociable siempre encajaba bien con el resto de mujeres. Su propósito de vida siempre fue darle a esa mujer tan especial la vida que se merecía, gracias al dinero que él había ganado ella pudo hacerse muchos arreglos en su cuerpo y su rostro, se veía joven a pesar de su edad y vestía muy acorde a su cuerpo voluptuoso. Para Esmeralda fue muy gratificante escuchar eso, parecía que el destino le estaba poniendo todas las condiciones para que estuviera con el apuesto hombre, nunca se había metido con alguien mayor, pero tenía por primera vez muchas ganas de hacerlo.
Ella no quería tomar la iniciativa, no tenía la intención de que su enamorado pensara mal de ella, aunque con el solo hecho de trabajar en el bar y haber llegado a la fiesta con Nicanor no había moral que cuidar. Ángel podía notar que la joven quería lo mismo que él, puso seguro a la puerta que separaba el casino del balcón y se acercó suavemente a ella por detrás. La tomó de la cintura con ambas manos, acercó su boca a su oreja izquierda mientras le susurraba cumplidos por su belleza. Posteriormente, le dio un beso en la mejilla, luego en el cuello y fue pasando lentamente hasta su espalda, la noche estaba muy fresca y solo tenían de compañía a la luna llena. La joven no dejaba de sonreír, le juraba que nunca en su vida se había sentido tan feliz, volteó su rostro y se besaron con mucha pasión. Las manos de Ángel estaban un poco traviesas, tocaban su espalda, cintura y una parte de sus glúteos, el ambiente estaba cada vez más ardiente y Esmeralda se estaba perdiendo en el deseo. En un momento el hombre se detuvo, le advirtió que si seguían besándose el asunto podía pasar a mayores y no sabía si ella estaba dispuesta a hacerlo. La pregunta fue un poco ilógica para Esmeralda, quien estaba dispuesta a todo, por primera vez en su vida no tenía dudas, el solo hecho de estar con él le daba la tranquilidad que estaba buscando. De esa manera continuaron, a pesar de que no se podían quitar la ropa, las manos de ambos estaban recorriendo cada parte del cuerpo del otro, a veces por encima de la ropa y luego ingresando por los espacios abiertos. También había una baranda gruesa y fina, ahí puso Ángel a Esmeralda mientras acariciaba sus piernas, estaban yendo despacio, su propósito era poder tener un conocimiento de su totalidad, y por ende, de cada parte de su cuerpo.
Afuera la reunión privada ya se estaba terminando y los integrantes ya se estaban empezando a preguntar por la ausencia de Ángel, así que fueron a buscar a su madre, posiblemente estaba con ella o le había pasado algo grave. Preguntón entre las mujeres por el hombre, pero ellas negaron haberlo visto, hicieron énfasis en que él y la mujer perfecta habían desaparecido, ese comentario tuvo un toque de cizaña, ellas ya estaban sospechando lo que estaba ocurriendo entre el par de tortolitos. Como no pudieron verlo por ningún lado, Nicanor decidió buscarlo personalmente, pues había unas cosas del negocio que quería platicarle y con los comentarios que escuchó de las mujeres ya su mente estaba un poco intrigada. Buscó en los pasillos y baños del lugar, su última opción fue el balcón, pues pensaba que era un lugar muy frio para estar a esas horas de la noche, lo que no se había es que el ambiente estaba precisamente cálido. Al llegar allí vio que la puerta estaba cerrada, pero sin seguro, la abrió rápidamente y se encontró con una escena muy bochornosa. Vio a Esmeralda con la parte superior del vestido un poco bajada, mientras Ángel besaba cada parte de su pecho. La primera en percatarse de la presencia del mexicano fue Esmeralda, pues su hombre estaba dando la espalda a la entrada del balcón. De inmediato tomo su cabeza y lo retiro de su pecho al tiempo que se subía de nuevo el vestido, estaba muy apenada, ya que fue él quien le dio el dinero para todas las cosas que tenía puestas y era otro quien las estaba disfrutando. Por su parte, Ángel se organizó su camisa mientras le bajaba la mirada a Nicanor, sabía que se había equivocado y el evento presenciado podía ser tomado como traición. Ciertamente, así lo vio el enojado hombre, se sentía traicionado por ambos, con mucha rabia sacó una pistola de la parte de trasera de su pantalón, la alistó para disparar y le apuntó en la cabeza a Ángel. Este ultimo no alcanzó a sacar la suya, todo paso muy rápido, solo se escuchaban las suplicas de Esmeralda, que en medio del llanto rogaba por la vida de su amado. El amor y la muerte siempre van de la mano, le explicó Ángel, estaba dispuesto a morir, de igual manera se iría de este mundo feliz y dichoso por haber conocido un amor tan apasionante. Los invitados se percataron de la situación, se acercaron a Nicanor para convencerlo de no disparar, era necesario no dejarse llevar por las pasiones, pues había muchos negocios de por medio.
Las palabras no valían en ese momento, Nicanor estaba enfurecido, pues la joven era perfecta y ya alguien se la había arrebatado. En ese momento entró la madre de Ángel, se metió en medio para ser ella quien recibiera el disparo, a su hijo aun le quedaban muchas cosas por vivir, y no era justo que muriera por sus pasiones, tenía claro que la belleza era una trampa y Esmeralda la tenía toda. En ese momento uno de los invitados disparó al aire, todos empezaron a correr y Nicanor perdió a Ángel de la mira. Este último cogió la mano de Esmeralda mientras corrían juntos buscando la salvación, el hombre de la pistola los buscaba entre la gente con mucha desesperación, no le iba a hacer daño a la joven, pues de alguna manera entendía que ella se movía por el dinero, posiblemente él le había ofrecido más billetes y las prostitutas operan así. Pero su amigo y socio no tenía razones para hacerle propuestas de ese tipo precisamente a la mujer que había elegido como su acompañante. Además, era muy difícil encontrar otra igual a ella, con su belleza e inteligencia superior. Ambos pudieron escapar, afuera estaba el carro de Ángel, no tuvo tiempo de llevar a su madre también, solo pudo escapar con su nuevo amor, no era la primera vez que tenía que huir para salvarse. Debido al disparo la policía empezó a llegar, los que tenía problemas judiciales tuvieron que escapar, solo quedaron allí algunas mujeres. Estas fueron indagadas, pero como ya estaban preparadas por sus maridos, pudieron dar excusas válidas que no involucraban a ninguno. A pesar de que Esmeralda estaba asustada, de alguna manera había disfrutado de la adrenalina, nunca antes había vivido algo tan decisivo.