Víctima al descubierto

2235 Words
Esmeralda se fue para su casa a preguntarle a Ángel qué podía llevarle al hombre para que le soltara más información, pues necesitaba saber específicamente qué estaba llevando su enemigo, para así poder atacar desde la producción de aquella mercancía. Por suerte su amado sabía mucho del tema, debido a que en muchas ocasiones de su vida se había tenido que dedicar al contrabando por falta de dinero. Le dijo que uno de los negocios más rentables era el del alcohol, podía conseguirlo con etiquetas falsas y vendérselo al hombre a muy buen precio. Sin embargo, a ella le pareció una medida un poco extremista, ya que ese licor luego sería vendido en establecimientos públicos de consumo, haciendo daño a las personas que lo ingerían. Ángel estaba un poco de acuerdo con su posición, pero también sabía que era la única forma de acercarse a él, ya que para hacer contrabando con joyas se necesitaba de productores y ellos no tenían ese tipo de contactos. Ella decidió acceder a su oferta, de igual manera solo vendería a él unas cuantas cajas de licor mientras se ganaba su confianza y lograba descubrir el secreto de su víctima. Ese mismo día se fue con Ángel a conseguirlas, él tenía unos contactos en la localidad de suba, los cuales le proporcionaron 3 cajas de ron adulterado a muy buen precio. De mediato se dirigieron hacia las bodegas abandonadas donde estaba el hombre de color n***o, apenas la vio con Ángel se puso un poco a la defensiva, pero luego de que ella le explicó que era su socio ya no le vio ningún problema. En cuanto se percató del tipo de mercancía que le habían llevado se puso muy feliz, era algo muy fácil de comercializar, debido a que en muchos bares y discotecas optaban por utilizar este tipo de licores para los cócteles, intentando que las personas no sé dieran cuenta de que se trataba de licor malo. El negocio le interesó mucho, por lo que quería saber cuántas cajas le podía dejar la joven a la semana, ella habló con Ángel y quedaron en darle una caja diaria de licor, esa era una estrategia para verlo más seguidamente y lograr entrar en su círculo. Por primera vez Esmeralda sentía que tenía control sobre una situación, sabía que era cuestión de días para que su víctima cayera humillado ante sus pies y pidiendo perdón. Después de dejar las cajas de licor donde el comerciante, decidió hacer cacería una vez más. Recorriendo el barrio se pudo percatar de que el joven se dirigía hacia la casa de alguien más, se trataba de una mujer que también parecía ser su novia, pues su saludo indicaba que tenían una relación amorosa, en cuanto se vieron se dieron un beso en la boca. Parecía que el plan de ese día era salir juntos a la calle, pues la joven estaba muy bien organizada y él no entró a su casa, sino que esperó hasta que saliera. Luego de eso se dirigieron hacia uno de los parques cercanos, allí compraron unas ensaladas de frutas y se sentaron a comer mientras charlaban amenamente. Esmeralda no tenía claro, si la mujer que había visto hace unos días con él sabía que salía con otra persona, probablemente a las dos las tenía engañada. Sacó su celular y tomó algunas fotos para mostrárselas a su primera novia y dejarlo totalmente al descubierto. Aunque era evidente que él no era hombre de una sola mujer, ella no estaba de acuerdo con que hiciera tan evidente su tradición, pues eso podía dañar el ego de las demás personas. Después de terminar de charlar en el parque el joven la regresó hasta su casa, mientras caminaba tomaba su mano y de vez en cuando un beso le robaba, ella se veía muy feliz, sentía que estaba con uno de los hombres más poderosos del barrio, era muy notorio que sus intereses recaían en encontrar un hombre con dinero que satisfacer a todas sus necesidades y ser respetada. Ángel estaba un poco cansado pues la había acompañado a seguir a este joven ya por mucho tiempo, así que le pidió un poco de tiempo para ambos, ya que desde que ella se había dado cuenta de que era hija de Norma no había pasado tiempo con él tiempo suficiente, pues lo que pasó en Venezuela fue solo un asunto de negociaciones, además fue evidente que su interés se centró en la esposa de Javier. Se sintió un poco apenada por su amado, así que le siguió la corriente y se fueron a un bar muy sofisticado. Ese era uno de los bares favoritos de Ángel cuando estaba soltero, pues además de tener un excelente servicio de acompañamiento, arrendaban por horas unas habitaciones para las parejas que lo requirieran. Esas habitaciones estaban acompañadas de jacuzzis, minibares y tubos de baile, quería tener un momento muy erótico con Esmeralda y ella cumplió todos sus deseos. En cuando llegaron pidieron unas bebidas y se encerraron para poder darse mucho amor, como ella tenía experiencia en el baile erótico hizo ante él unos cuántos pasos dejándolo muy entusiasmado. También se tomaron algunas fotos cuando aún tenían ropa, Esmeralda quería que sus amigas vieran que estaba con un hombre muy apuesto y maduro, por su parte, él parecía no tener ningún problema con esa actitud de exhibición, era muy claro que no tenía otra mujer a la cual rendirle cuentas. De esa forma, pasaron un día maravilloso y se regresaron en la nochecita casa a la casa de Norman para descansar. Allí estaba el padre muy enojado, pues para él era más importante las negociaciones que tenían pendientes en México que la venganza en qué estaba pensando su hija, quería que ella fuera su representante en todos lados, le parecía que tenía el carácter necesario para lograr éxito en todo lo que se propusiera, pero de no ser eficiente con sus tiempos tendría que enviar a Ángel o a algunos de sus otros trabajadores como lo venía haciendo antes. El padre no se podía poner a esperar a que ella se desocupara de sus asuntos personales, en cuanto la vio le dejó las cosas muy claras, siempre primero estaban los negocios por encima de las relaciones interpersonales. Ella se disculpó con su padre y le propuso que en 3 días la enviara a México, esos pocos días que le quedaban antes del viaje eran suficientes para llevar a cabo su venganza, era algo que necesitaba hacer para poder estar tranquila. La madre estaba muy enojada con Norman por presionarla a trabajar de esa manera, él se estaba encargando de que ella se metiera de lleno a cosas peligrosas, pero el padre no lo veía la manera, por el contrario, pensaba que era una muy buena decisión darle responsabilidades grandes para que aprendiera en el hacer práctico. Después de recibir esa noticia Esmeralda tenía que pensar con mucha más rapidez la manera en que se iba a vengar antes de irse, ya que a veces las cosas se podían complicar y eso hacía que se demorara más en su viaje. Justo al otro día madrugó muy temprano para llevar la otra caja de licor donde el jefe de la bodega, apenas llegó fue muy directa con él, le dijo lo mucho que le inquietaba saber sobre el tipo de mercancía que él comercializaba, pues de tener algún otro tipo de materiales en común ella podría conseguir más cosas de las que a él le sirvieran. El hombre ya tenía un poco de confianza en ella, al menos estaba seguro de que no era un agente de la policía encubierta, le mostró algunas cajas mientras le exponía oralmente la generalidad de cosas que recibía, desde celulares hasta computadoras, tabletas, joyas, licores, herramientas, electrodomésticos pequeños, ropa de marca y zapatos. Esmeralda con mucho disimulo le preguntó nuevamente por el joven que ya había visto hace unos días afuera, él todavía no entendía por qué a ella le inquietaba tanto lo que pasaba con ese sujeto, pero le confesó que él le llevaba celulares dañados y en buen estado para revenderlos. Sin embargo, no sabía de dónde los conseguía, a él solo le interesaba que se los llevara sin ser sorprendido por las autoridades. Ya con esa información la joven tenía una herramienta para evitar que su enemigo siguiera llevándole mercancía al jefe mientras se lucraba de dinero. Después de dejar consignado lo que llevaba para la bodega, se fue a seguirlo nuevamente, por suerte se dirigía a recoger los productos, así que estaba muy cerca de saber cuál era su distribuidor. Algo llamo mucho su atención, el que le entregaba las cajas con celulares era uno de los mismos compañeros de clase. Ese hombre se destacaba por ser ladrón en las calles, lo que significaba que las cosas que estaban llevando para comercializar eran todas robadas, las víctimas podían ser sus mismos compañeros de clase, directivos y profesores de la institución, incluso algunas de las madres del barrio. Esmeralda pidió a su padre que le enviara algunos hombres para secuestrar al compañero que estaba robando los celulares y convencerlo de que no se los entregará a aquel joven. Así lo hicieron, esperaron hasta que ya no estuviera con la víctima de Esmeralda y entre varios hombres lo ingresaron a la camioneta. Ella se tapó la cara para que no la reconociera, se puso un antifaz y con una voz un poco distinta le propuso un mejor negocio: ella compraría todos sus celulares a un mejor precio, la única condición era que no se los vendiera a nadie más, quería exclusividad total sobre el negocio. El muchacho accedió inmediatamente, era sin duda una muy buena oferta que no podía rechazar, además, confesó que a veces tenía negocios en los que no le pagaban lo que él estaba pidiendo. La joven quería asegurarse de que él estuviera diciendo la verdad, así que le entregó un celular para que llamara inmediatamente a su antiguo cliente para decirle que no estaba dispuesto a seguirle vendiendo. Él le hizo caso y el joven al otro lado del teléfono suplicaba que no tomara esa decisión, pues esa era la única forma que tenía de ganar dinero fácilmente y poder seguir estudiando, aunque esté último asunto no fuera lo más determinante en su vida. Como vio que no pudo conseguir nada se mostró un poco grosero y le manifestó que conseguiría una persona que le vendiera mejores celulares, no necesitaba de él y no estaba dispuesto a rogarle. Esmeralda le entregó un adelanto de dinero a este joven para que cumpliera con su promesa, ella mandaría cada día a alguien a recoger los celulares y darle el dinero requerido. Luego de eso, volvió a seguir a su víctima, quien estaba saliendo justamente de las bodegas, acababa de entregar el último paquete que le quedaba. Se veía en su rostro la desesperación, estaba buscando por las calles quién podía surtirlo nuevamente, pero ese era un asunto muy difícil, no podía andar preguntándole a la gente quién robaba celulares para él comprar, pues eso podía llamar la atención de las autoridades. Mientras él estaba en su búsqueda ella se dirigió a la casa de la mujer que había bautizado seudónimamente como la primera novia, cuando está mujer la vio se alegró un poco, ya que le tenía noticias sobre el sujeto en cuestión. Para su sorpresa, la noticia que le dio Esmeralda fue mucho más impactante de lo que creía, jamás se imaginó que él pudiera estarla engañando, pensó que por el hecho de ser buena y tierna sería suficiente para que su amor durará mucho tiempo. Aunque no podía negar que ya había observado muchas de sus facetas extrañas, como por ejemplo el hecho de solo verse con ella en su casa para que nadie más pudiera darse cuenta, con eso pudo cerciorarse de que posiblemente ni siquiera su físico importaba tanto, simplemente a raíz de que estaba con otra persona no podía dejarse descubrir. Cuando vio las fotos su alma se partió en mil pedazos, sabía que él amaba, pero no entendía porque hacía todo eso para lastimarla. Como ya tenía un poco más de confianza en Esmeralda le contó sobre una verdad que le parecía muy complicada para el joven, según lo que pudo descubrir en uno de los libros escolares que dejó en su casa, el joven estaba enfermo, adentro de uno de los cuadernos había un examen médico en el que se mostraba que tenía el sistema inmunológico muy débil. Ella solo esperaba que no se tratara de una enfermedad como el sida, pues nunca se cuidaba con él porque confiaba ciegamente en qué era un hombre responsable y leal, pero ahora con los antecedentes que tenía la joven estaba realmente preocupada. Esmeralda trató de tranquilizarla, aunque también le recomendó que acudiera al médico antes de que fuera tarde, de ser cierta su sospecha aún tenía manera de salvarse. Se retiró de aquel lugar, pero no sin antes robarse con disimulo el papel médico donde decía lo referente a su situación de salud, una forma muy macabra de vengarse recaía en revelar su penosa situación ante el colegio. Así que su tercera parada sería el hospital para tratar de tener acceso a los archivos clínicos de su víctima para ver que podía sacar de ahí que fuera de provecho para su propósito. 
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