- ¿Entonces no se puede hacer nada? Tenemos que quedarnos sin hacer nada mientras poco a poco nuestro hijo pierde la visión. El doctor se tensó en su lugar, el tono que había utilizado Leandro podía intimidar a cualquiera. Después de que Liam se despertara, habíamos bajado a desayunar ya esperar a sus padres que no tardaron en llegar para así salir rumbo a la clínica. Le hecho un par de exámenes y ahora nos encontrábamos con el médico especializado que se encargaría de la enfermedad de Liam. —Esta enfermedad no tiene cura Signori Licciardi, pero la ciencia avanza muy rápido, en varios años tal vez haya una cura, es incierto. - ¿Y mientras nos sentamos a esperar? La paciencia no es mi virtud —Liam apretó mi mano e instintivamente lo mire. Se notaba un poco incómodo, pero su rostro estab
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