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Recuerdo de la Noche de la reunión con los socios: El señor Wiles se había ofrecido a llevarme al hotel donde me hospedaba, estaba muy nerviosa porque nunca me había vestido así y mucho menos cuando iba a verlo; después de unos minutos lo ví acercarse y al subir en el auto no me atreví a mirarlo, estaba muy avergonzada, no sé cómo me dejé convencer de esto. –¿Te la pasaste bien? –preguntó el señor Wiles cuando íbamos en camino. –Si, señor Wiles –respondí moviendo mis manos. –Lamento que hayas tenido que trabajar hoy –siguió –. Sabes que podrías regresar a tu casa. –Si, muchas gracias –contesté –. Me sorprende que mamá no esté aquí. –A mi también –sonrió y me hizo recordar que el año pasado cuando le dije que debía trabajar, envió un mensajero con un pastel decorado y un gran adorno de globos y rosas a la empresa, fue muy vergonzoso. El señor Wiles siempre me permitía descansar en mi cumpleaños, pero la verdad no tenía nada que hacer en mi casa además de pasarla con mis padres, siempre fui algo solitaria y no tenía amigos, además me gustaba mi trabajo. Llegamos al hotel y subimos al ascensor. A pesar de que él siempre era muy lindo conmigo no podia evitar sentirme inquieta cuando estabamos demasiado cerca , creo que hace más calor aqui en el ascensor. –¿Te has sentido bien en la habitación? –preguntó otra vez, yo sentía que mi pobre corazón ya no soportaba otro minuto a su lado –. Te pregunto porque es la primera vez que te quedas sola por tanto tiempo –creo que reaccionó a sus palabras porque levantó las manos, parece… ¿Nervioso? –. Tampoco estoy diciendo que te quedes conmigo, solo que hemos pasado mucho tiempo aquí. –Ha estado bien –lo interrumpí porque parece que iba a seguir justificando su pregunta. Sentí un alivio cuando el ascensor se detuvo y salimos de ahí.  –Samy, espera un momento –me habló frente a la puerta de mi habitación y eso hizo que me quedará sin respiración, me di la vuelta sin responder y observé sus movimientos; metió la mano en su chaleco del traje y saco una pequeña caja negra con un moño encima. –Hoy quería llevarte a un mirador cerca de la ciudad, pero te secuestraron antes de que pudiera decírtelo –soltó una pequeña risa –. Me alegra que lo hayan hecho porque te ves hermosa –mencionó –. Solo… no quería que te la pasarás sola y pues te compre esto… Feliz cumpleaños. Extendió la caja hacia mí y la tomé, al abrir la caja era una pulsera de oro que tenía un dije en forma de 'S' delgada y discreta, además me permitía colocarle más dijes. –La S es por tu nombre y puedes ir colocando los que quieras, que tengan algún significado para tí – señaló. –No tenía que hacerlo –comenté muy apenada por sus palabras. –Si no te gusta podemos cambiarlo –extendió la mano y yo abracé la caja. –Me gusta mucho –solté como un reflejo y luego me di cuenta de mis palabras –. Quiero decir, que el regalo es muy bonito, gracias señor Wiles. –Me alegra que te guste –sonrió con satisfacción y cruzamos miradas un instante –. Bueno, me voy a mi habitación –señalo al fondo –. Feliz noche, Sam. –Señor Wiles –lo detuve cuando iba a su habitación, se dió la vuelta y sus ojos grises casi transparentes me vieron –. ¿Podemos ir a ese mirador mañana?  –Iremos mañana, Sam –me confirmo y me apresure a entrar a mi habitación o gritaría de la emoción en ese pasillo. ¡Fue la mejor noche de mi vida! Fin del recuerdo. * Estaba frente al espejo recordando esa noche, la pulsera colgaba en mi muñeca, si pudiera no me la quitaría, pero no sería nada higiénico. Hoy era el día en que hablaría con mis padres, estar esos meses lejos, me había hecho pensar las cosas y era hora de ser independiente, me había aferrado a esta casa y tenía miedo de salir, sé que ellos no me pedirán nunca que me vaya, pero yo necesitaba saber que es vivir sola. Bajé a la sala y papá estaba viendo televisión mientras mamá estaba en la computadora, era ahora o nunca, así que tenía que decirlo. –Yo… quisiera hablar con ustedes –alce la voz. Mi padre volteó a ver qué estaba parada cerca de mi madre, apagó la televisión y se sentó a la mesa, mientras mamá cerró la computadora y ambos me vieron. –Bueno, yo quiero agradecerles por todo lo que me han dado y son muy buenos padres, los amo y los admiro –me detuve a tomar aire y decirlo de una vez –. Es que he tomado la decisión de mudarme. –¿Quieres irte? –exclamó mi madre. –Quiero ser independiente y podría buscar un apartamento cerca, seguiría viniendo o ustedes podrían llegar, no los estoy abandonando –expliqué. Aunque no sería muy frecuente, en casa no los veía seguido porque mamá tenía conciertos y papá la acompañaba, así que prácticamente era solo yo en casa y algunas veces cuando descansaban podía compartir con ellos. –Cariño, aquí tienes todo, tu espacio personal, no te molestamos en nada, te juro que nunca he entrado a tu habitación, si quieres otra habitación solo pídela y te la daré –intentó persuadir mamá. –No es eso mamá, es que… ya soy un adulto y quiero aprender a vivir sola –moví mis manos un poco nerviosa –. Tengo un poco de miedo y me gustaría su apoyo en esto. Mamá quiso hablar, pero papá le puso la mano en el hombro y fue él quien respondió. –Te vamos a apoyar, hija –escuché su voz –. Solo dinos que es lo que necesitas. –Bueno, me gustaría que me ayuden a buscar un lugar que nos parezca a los tres ¿Les parece? –propuse. Aceptaron después de un par de miradas, me sentía nerviosa, ilusionada y con mucho miedo, pero tenía que hacerlo; no había vivido sola ni siquiera cuando me fui a la universidad, prefería conducir por una hora y media, ida y vuelta todos los días, sin embargo, esta vez sentía que debía hacerlo. * Importante* Nota del autor: Quiero aclarar algunos puntos. 1.¿De qué noche del recuerdo estamos hablando?  Si, la noche del recuerdo de Samy, es cuando Andy se la lleva a su casa y la arregla como toda una top fashion para Sebastián. Para los que no han leido la novela o necesitan una pastillita de recuerdo es La chica del restaurante -  parte 41. 2. ¿Debo leer la chica del restaurante para entender esta novela? Pues no, el personaje principal es Samy y ella no era cercana a Andy así que puede seguir leyendo, se hará alguna que otra mención de Andy porque es el primer amor de Sebastián, pero hasta ahí, no es un personaje relevante en esta trama y ya dejemosla vivir tranquila. 3. Para mis bellas seguidoras que amo mucho (beso, beso, beso) Saben que mis novelas no solo son de romance, si no que traen un mensaje y conocimiento un poquito más profundo, así que puede ser que algunos personajes secundarios que aparezcan al principio ya no aparezcan más adelante, la razon, porque los deje vivir felices lejos de mis garras perversas jejeje. Oh casi lo olvido esta novela si va a tener contenido +18 :) así que vamos a ver crecer a nuestra pequeña Samy :) 
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