ALANA N.L. fue lo único que pasaba por mi cabeza en ese momento al ver a Nick al otro lado del salón mientras se perdía con Verónica. Mis dedos temblaban debajo del encendedor que sostenía, con el grabado de las letras ante mis ojos. Comencé a relacionar todo en mi cabeza. Sentí una punzada de repugnancia directo a mi estómago que me hizo experimentar unas nauseas profundas de tan solo pensar en lo que había pasado. Había confiado en Erik, creí que habíamos dado el siguiente paso, que teníamos algo entre los dos hasta buscar ser padres, creí que formaríamos juntos una familia. Lo que más me dolió fue darme cuenta en ese momento que mi matrimonio perfecto no lo era. Vi a Erik que hablaba alegremente con otros invitados sin saber que ese pequeño objeto entre mis manos lo acababa de dela